18. Negro sobre blancos (Luisa Hurtado)
No teníamos ni blanca y, por no tener, no teníamos ni idea. En el barrio todos habían prosperado de un modo u otro: trata de blancas, tráfico de cierta sustancia en polvo, atracos con arma blanca…; y nosotros, con todos los negocios ya pillados, solo lográbamos, al lado de nuestros vecinos, ser unos mierdas. Así las cosas, nos pasábamos las tardes en blanco junto a un vaso de cerveza; hasta que llegó el Sombra, una novedad en el vecindario, vieras como lo vieras. Fue después de que jugáramos con él al tiro al blanco, lo que no deja de ser una paradoja, cuando tras agitar la bandera blanca comenzó a darnos algunas buenas ideas. A día de hoy ya estamos detrás de todos los negocios que hay a este lado de la ciudad, obedeciendo a este hombre que fue el primer negro que vimos en nuestras vidas, ese salvaje sin escrúpulos que solo con poner los ojos en blanco y hacer una mueca manda a cualquiera al otro barrio a hacer puñetas.


Dicho esto, no puedo evitar acordarme de otro micro que escribí hace ya unos cuantos años que viene muy al caso: «Negro oscuro», https://microrrelatosalpormayor.blogspot.com/search?q=negro.
Hay quien se salta todos los límites, con independencia del color de su piel. El líder de esa banda terrible, para sobrevivir en el más complejo y violento de los escenarios, hubo de ser el más salvaje de todos, hacerse valer sobre el resto, ganarse el respeto a fuerza de no tener escrúpulos, pasar de carne de cañón a verdugo y amo. Triste mundo, pero creíble, el que dibujas, con una ley de la selva urbana en uno de los entornos más ásperos imaginables, peor que el de cualquier animal en la naturaleza, en un relato, por lo demás, muy bien construido.
Un abrazo y suerte, Luisa