¿EN QUÉ COLORES SE ENSUEÑA?
Me acuesto pensando en ti. ¿Se piensa siempre en blanco y negro?
Intento soñarte. Soñarnos. ¿De qué colores son los sueños de la gente?
Cuando abro los ojos vuelvo a pensar en ti.
O a ensoñarte. A ensoñarnos. ¿En qué colores se ensueña?
Y más tarde te miro. O te observo.
Intento robar cada trozo de ti, guardar tus colores en mi memoria.
Quedármelos para mí.
Esconderte.
Que nadie lo sepa.
Hoy no has sido capaz de mirarme.
Sabes que no somos. No existimos. O no podemos existir.
¿Me ensueñas como yo te ensueño? ¿Tengo colores en tus sueños? ¿Me piensas en azul añil o en carmesí o también en blanco y negro?
Blanco, aquí todo es blanco. Y, sin embargo, el dolor debe de ser negro.
Hoy lo sabes. Lo sabemos. Se te escapa el tiempo.
Ella también lo sabe. Te ha agarrado de la mano, te ha besado.
Gracias, doctora, me ha dicho.
Gracias, Irene, me has dicho.
(El «gracias» más triste del mundo).
Y todo se ha vuelto negro.
Me acuesto pensando en ti.
¿Puede la muerte teñir los sueños de colores?
Así te guardo. Así te escondo.
Dentro de mí.
Sin que nadie lo sepa.

