125. Melpómene
– Quiero la máscara de oro
– Es para tu hermano
– ¿ Y yo?
– Te he creado para siervo.
– No es justo, madre
– Los dos interpretaréis la tragedia que yo escribí para vosotros.
Al término de la función , un ramo de pensamientos malva , lanzados desde la platea, cae sobre los cuerpos yertos de los personajes.
María Jesús, nadie puede ser creado para ser siervo. La historia se repite, amos, siervos, vencedores y vencidos. La tragedia está servida. Me ha gustado tu relato. Abrazos y suerte.
Todos somos siervos de alguna manera. Desde el trono, hasta el último patán. Y todos terminamos de igual manera.
Mil gracias por tu atención.
Ana : No se ha podido dejar comentarios, por un fallo informático, que me solucionaron cn cuanto lo dije.
Sí Melpómene, es la diosa, reina, musa de la trágedia. Ahí me inspiré para el relato. A ella, la dí el papel de Diosa , que hace y deshace a sus hijos (Universo) a su antojo. Aunque se dice que somos libres, la verdad es que venimos con un papel a representar. Y todos y cada uno, lo interpretamos dramáticamente para terminar en trágedia (muerte), desde el rey (máscara de oro), al siervo más insignifante y manso. El ramo de pensamientos, son las reflexiones que nos hacemos sobre nuestro destino, que nos arrojan cuando cae nuestro telón, como reconocimiento a la obra cumplida, y el malva, es el color en que nos convertimos.
Te agradezco mucho, tu exposición y me temía que podría resultar demasiado críptico . Pero veo que algo se ha entendido.
Mil gracias por tu atención.