3. CITA EN EL MUSEO, de Ángeles Sánchez Gandarillas
VENTANAS
El niño de cinco años salía de su primera visita al museo muy impresionado. Le dio la mano a sus padres y comenzaron a caminar rumbo al hogar. Los padres preguntaron al chiquillo si le había gustado el museo, el crío respondió que sí, y lo que más, que era muy grande y el montón de “ventanas” que tenía…
– ¿Ventanas?, pero hijo, no tenía ventanas.
El niño siguió hablando ensimismado.
– …A partir de ahora, haré más deberes de caligrafía y muchas cuentas de sumar, porque quiero estudiar para sacarme la carrera de “rico” y comprarme una casa, como esa que llamáis “museo”, y llenaré las paredes de ventanas y me asomaré cada día a una diferente. Así vería todo el rato lo que quisiera, como los relojes doblados en su país descolorido, me asomaría para intentar escuchar al hombre de la boca abierta que llamaban “El grito”, porque vosotros no me habéis dado tiempo porque teníais prisa, como siempre…
Eso es lo que voy a hacer.