27. Aguacero feliz (La Marca Amarilla)
Aquel día primaveral estaba toda la familia alrededor de la mesa gracias a la insistencia reconciliadora de mamá, parecía que por fin el sol quería celebrar el cumpleaños de papá.
Al principio no había nubes en el horizonte, fue con los postres en la mesa cuando Lucía, mi cuñada, soltó lo de que el azúcar era dañino y que por ejemplo, María, mi hija, tenía algo de sobrepeso debido a su abuso. Yo contraataqué diciendo que mi hermano era más alegre antes, cuando comía como Dios, o sea, nuestra madre, mandaba. Amainó la tormenta con los cafés, a la espera del pastel de papá. Ya en el brindis; Miguel, mi marido, dijo con sorna a mi hermano que no bebiera mucho, que luego se dormiría en el sofá. Y otra vez mi cuñada, soltando truenos y relámpagos, empezó a recordarnos ebrios episodios de juventud. Y así siguió el aguacero.
La cosa escampó cuando empezamos a ponernos las chaquetas para irnos. Mamá, con restos de lluvia en los ojos, se despedía hasta la próxima borrasca y papá se lo tomaba con filosofía, sabía que las tormentas no gustan pero los niños las esperan para después pisar los charcos.
Perfecta descripción meteorológica de la mayoría de las familias.
Muy divertido.
Saludos
Gracias por tus palabras, Asun. 😉
Un saludo!
Tormenta casera pero de las buenas. Relato con mucha chispa. Enhorabuena y suerte Miguel Ángel.
Gracias por tus palabras, Rafa. 😉
Un saludo!
Lo mejor, el final. Muy bonito ese esperar de los niños para pisar los charcos.
¡Enhorabuena, M.A.!
Gracias por tus palabras, Patricia. 😉
Los niños sí que se lo pasan bien!!!
Un saludo!
Muy bien contada esa tormenta casera, creo que todos hemos visto alguna de esas. Buen relato, original.
Saludos.
Gracias por tus palabras, Beto. 😉
Sí, alguna si…
Un saludo!
Divertido, mordaz, original… me ha encantado como has tratado tu tormenta. Enhorabuena. Mucha suerte.
Gracias por tus palabras, Juan Antonio. 😉
Me alegro!!!
Un saludo!
Te ha salido un relato muy cuco, Marca, una asociación muy ingeniosa. Y con destellos especialmente brillantes como la lluvia en los ojos y lo de los charcos que ya han comentado. Como pega te comento que se me ha hecho un poco farragoso de leer. Mucha suerte.
Abrazos microlunáticos.
Ay! Amigo microlunático, cuánta razón tienes, pero a veces escribes de un tirón y a veces le das mil vueltas… Ya no se qué hacer!! 😉
Gracias por tus palabras, Barlon!!
Un saludo!
Las peores tormentas son las secas y cercanas, más todavía si se dan dentro de una casa. Entre cuñados anda el juego, por más que la pobre madre trate de capear el temporal. Un relato tan genial y tronchante que a la fuerza tenía que ser tuyo. Me ha gustado un montón, M.A. Muchos saludos.
Gracias por tus palabras, Ángel. 😉
Valoro mucho tu opinión, lo sabes!!!
Un saludo!
Muy visual y cotidiano tu relato. Me ha gustado mucho porque has utilizado muy bien esa tormenta o mejor dicho, las metáforas. Suerte.
Besicos muchos.
Gracias por tus palabras, Nani. 😉
Besicos para ti también!!!
Un saludo!
Me ha encantado como describes esta tormenta familiar.
Gracias por tus palabras, Isabel. 😉
Un saludo!
Y llueve…y escampa…
Y vuelve a llover, y…
Desde «la lluvia en los ojos» hasta el final consigues crear literatura de muchos quilates.
Yo que sé, todos o casi todos los meses te digo que tus relatos merecen estar en la lista de elegidos, y ya puedes pensar que soy un pelota o un cumplidor, o quizá pienses que lo que busco es encamarme contigo, que, entiendeme, si hay que hacerlo se hace, piraton mio, pero…
No pienso con el cerito sexual cuando opino sobre tus escritos.
Eres bueno…pues asumelo de una vez y carga con tu cruz de tipejo talentoso.
Hala, ya te dejo tranqui…
Te veo en casa.
Un abrazo de esos gordotes y microlunaticos tan nuestros.
Gracias por tus palabras, MODES. 😉
Valoro mucho tus comentarios, sean literarios, sexuales y de todos los palos… Lo sabes!!
Un saludo microlunático!!!
Me he divertido mucho con tu relato me parece que has descrito muy bien la situación familiar con un buen remate final. Suerte
Gracias por tus palabras, Nuria. 😉
Un saludo!
Buena metáfora de tormenta para las relaciones familiares tan frecuente mente turbulentas, me gusta el tono irónico y ese final que quita importancia a lo que en realidad, no la tiene.
Gracias por tus palabras, Paloma. 😉
Esa era mi intención!!!
Un saludo!
Tierna escena familiar, por lo demás muy pero que muy casera. Muy bien contada.
Gracias por tus palabras, Carmen. 😉
Un saludo!
Tormentas cotidianas que se disipan rápido, muy ingenioso. Precioso ese «restos de lluvia en los ojos». Saludos.
Gracias por tus palabras, Ana. 😉
Un saludo!
Como bien describes en tu relato, en todas las familias llueve y hay tormentas. Me quedo con «Mama,con resto de lluvia en los ojos». Una comosición original. Me divertí mucho al leerlo. Gracias.
Un beso
Gracias por tus palabras, Esther. 😉
Un saludo!
Me ha encantado, Marca Amarilla, son muy típicas estás situaciones. En una mesa se puede vivir la peor de las tormentas.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Inés. 😉
Un abrazo!!!
Muy original, Miguel Ángel, y eso que las peleas familiares, sobre todo, en festividades es todo un clásico. Suerte!!!
Gracias por tus palabras, Lorenzo. 😉
Y tan clásico!!!
Un saludo!
Gracias por tus palabras, Ana. 😉
Busqué salirme un poco de la isobaras…
Un saludo!
Me quedo con los niños pisando los charcos, salpicándolo todo, dando seguramente, origen a una nueva sesión familiar de rayos y truenos. Muy divertidos tus chubascos.
Saludos
Gracias por tus palabras, granger. 😉
tienes razón, de tanto en cuanto una tormenta!!
Un saludo!
Miguel Ángel, coincido con los comentarios; muy agudo tu punto de vista, y con su pizca de humor negro. suerte y saludos
Gracias por tus palabras, calamanda. 😉
Que no falte el humor!!
Un saludo!
Miguel Ángel, estas tormentas nos han mojado a todos alguna vez. Divertido e irónico. Abrazos.
Gracias por tus palabras, Salvador. 😉
Sí, alguna vez…
Un saludo!
No se de donde te sacas estos temas, yo tengo tres cuñados maravillosos, maravillosos, maravillosos y hacemos piña. Ja ja ja
Un abrazo
Gracias por tus palabras, epifisis.
En tu casa brilla el sol!!! 😉
Un saludo!
Me ha gustado mucho Miguel Ángel. Describes a la perfección cómo se inician las tormentas familiares por pequeñas cosas que avivan todas las vidas anteriores. Lo mezclas (sin agitarlo ) de manera magistral con la meteorología y el final es precioso. Enhorabuena
Gracias por tus palabras, Jerónimo. 😉
Muchas gracias!
Un saludo!
Miguel Ángel que eres finalista de Wonderland o eso al menos me ha parecido escuchar en directo. Enhorabuena si no me he equivocado.
Lorenzo, por lo visto así ha sido!!! Gracias!!! 😉
Después escucharé el programa, no me lo esperaba!!
Un saludo!
Jo Marca, esres finalista de Wonderland y tengo que enterarme por aquí. No sabes cuanto me alegro amigo.
En mi casa todavía no nos hemos recurperado de la última tormenta y todo empezó por un quítame allá esas pajas. Y todo por la manía de muchos de meterse en cualquier charco, y no siendo tan niños. Me ha gustado mucho esta historia tuya de realismo pasado por agua. Espero que tengas suerte, la mereces.
Un microlúnatico más que abrazo.
Estimado Juancho!!!
Cuánto agradezco tus palabras!!!
Sabes que estamos por aquí, aprendiendo y aprehendiendo!!
Gracias! 😉
Un saludo microlunático! 😉
Y es que nunca llueve a gusto de todos… Muy buen micro Miguel Angel
Y tan cierto que es, Concha!! 😉
Gracias por tus palabras!!!
Un saludo!
Muy gracioso. Es que las cuñadas somos la leche…siempre cizañeando….
Jajaja de todo hay, Arantza!!
Gracias por tus palabras!!! 😉
Un saludo!
Perfecta la tormenta familiar que describes, muy bien contado.
Un saludo
Blanca, muchas gracias por tus palabras!!! 😉
Un saludo!
Lo mejor es ser hij@ únic@.
O tener a la familia leeeejos, muy lejos.
Estupenda exposición de una familia y sus miserias.
Saludos.
Muchas gracias por tus palabras, Virtudes!!!
Un saludo! 🙂
Hola, creo que es una manera fantástica de enmascarar una gran realidad en muchas familias, más de las que se piensa a veces.
Esa relación entre tormenta, borrasca, lluvia y escampada con los sentimientos y estados de ánimo, la situación y todo lo que sucede en esa familia me parece muy lograda.
Lo que más me ha gustado ha sido lo de la madre: «lluvia en los ojos»(lágrimas) y lo de «los niños pisando charcos».
Saludos
Rosa
Muchas gracias por tus palabras, Rosa!!!!
Recibe un gran saludo!! 🙂
Una tormenta dentro de casa, que miedo!! jajaja. Muy bien retratada, esta tormenta. A riesgo de repetirme te digo que me gusta lo de la lluvia en los ojos y el final pisando charcos. Ahora mismo me pongo las botas de agua y voy para allá. Mucha suerte.
Saludos
Anna, muchas gracias por tus palabras!!! Ponte las botas, que cuando menos te los esperes puede caes un chaparrón! 😉
Un saludo!
Marca, una idea muy original y bien desarrollada, donde es sencillo identificarse, eso sí, con mucho sentido del humor. Y es que las tormentas familiares pueden ser épicas.
Un buen trabajo.
¡Suerte!
Abrazos.
Gracias, Jarque!! Sabes que tus palabras son bien recibidas y esperadas en mis relatos porque tus sabes un montón de relatos, compañero!!
Un saludo microlunático! 😉