31. TORMENTA DE EMOCIONES (Estibaliz Dilla)
La peluca morena de Eva resguardaba de la lluvia todos sus pensamientos. Se empapaba bajo la temprana tormenta de marzo, pero no le importaba. Alec, comprendió al mirarla a los ojos y sin paraguas para guarecerse de la humedad de las lágrimas que caían por su rostro, que tras varios meses de lucha, el enemigo que amenazaba con llevarse su amor, por fin les daba una tregua. Con una sonrisa temblorosa de emoción ella se arrojó en sus brazos y en silencio buscó las varoniles manos y las posó sobre sus dos pechos. El los acarició con ternura sin despegarse un milímetro de su cuerpo. Eva alzó sus ojos marrones para encontrarse con los de su amado, y más calmada le contó que le habían dado el alta médica, que a partir de ahora tenía que hacerse un reconocimiento cada año, y que conservaría su maravilloso escote. El la abrazó con fuerza besando su pelo artificial una y otra vez y le dijo:
– Deberíamos celebrarlo. ¿Que te parece si vamos a cenar al restaurante italiano donde tuvimos nuestra primera cita?
-Primero quiero ir al acantilado y arrojar la peluca al mar, porque desde hoy,ya no me hará falta.
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Lo has descrito con mucha sensibilidad. Podrías haber tirado por lo tremendo, pero le has dado final feliz. A mi ya me gusta así. Mucha suerte.
Me gusta el papel, que has dado a la peluca, muy sutil.
Lamentablemente las pelucas se hacen demasiado protagonistas en estas historias. Bien por tirarla al mar. Prueba bien superada.
Creo q estas tormentas abundan y por suerte la tiradora d pelucas he oido q lo quieren hacer deporte olimpico.Saludos Estibaliz y suerte con el relato.
Ojalá todas se pudieran tirar al mar. Por favor, mundo investiga que esto nos afecta a todos. Buena historia, da rabia que sea solo ficción, por ahora.
Estibaliz, es bo0nita esa perspectiva que le das a la enfermedad, ya lejana, que no parece haber dejado grandes secuelas sicologicas en ella. Suerte y saludos
Me ha emocionado, porque por suerte ellos han vencido a ese enemigo invisible que destruye a tantas personas.
Un drama que tu has pintado de manera preciosa y delicada.
El no haber paraguas para sus lágrimas, es de las frases que me parecen para guardar.
Felicidades sinceras.
Tirando al mar ese «recuerdo» cierra un capítulo en su vida, que espera no volver a reabrir. Afortunada de poder hacerlo y de compartir ese amor a la vida con su pareja, recordando juntos bellos momentos.
Un saludo
Rosa
Estibaliz, un canto al optimismo, ojalá todos los casos fueran así.
Un beso
Un relato con un toque de optimismo ante este tema tan por desgracia común hoy en día. El deshacerse de la peluca es el mejor canto a la esperanza.
Un abrazo y suerte
Has dejado el punto justo de emoción en tu relato, pues como con la sal, conviene no pasarse. suerte.
Abrazos
Una historia con la que consigues emocionar. Tantas veces leemos historias que acaban justo al revés que es como un soplo de aire fresco.
Suerte y saludos.