42. Seísmo
Cuando empiezan a caer las primeras gotas, a mi hermano y a mí nos gusta ver cómo les nacen caracoles a los muros. Mientras suben por los jaramagos los vamos contando en voz baja hasta que desaparecen entre las grietas. Entonces nos metemos también en la casa y continuamos persiguiéndolos a través de los escombros. Al llegar a nuestra antigua habitación nos tumbamos en la maleza a esperar entre risas a que los caracoles nos trepen por todas partes. Su blando correteo sobre nuestra piel nos recuerda siempre a mamá, a cómo le divertía despertarnos haciéndonos cosquillas cada mañana.
Qué bonito Mercedes, me has dejado hechizada. Enhorabuena. Un saludo.
Mercedes, esa nostalgia en los niños, es muy reveladora. Tu cuento nos revela bonitas descripciones y fluidas imagenes. Suerte y saludos
Una historia tristemente bonita y muy bien contada. Mucha suerte.
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Muy buena comparación de los caracoles con las cosquillas, me ha sorprendido mucho el final, no me lo esperaba.
Ternura, tristeza y risas entremezclados tejen este relato.
un saludo
Rosa
Me gusta mucho el ritmo, esa cierta placidez que sin embargo nos descubre una infancia desolada, unos niños abandonados entre los escombros de su antigua casa. Hechiza.
Pausada e inocente descripción de los efectos de un terremoto, con ese crudo descubrimiento de la fatal ausencia. Muy meritoria narración, Mercedes.
Suerte.
Y ese hablar inocente de los niños, como si no pasara nada. Muy bonito.
Precioso!
Me ha gustado mucho. Por el título denoto que es una historia triste. Los dos hermanos huérfanos por el terremoto que les dejó sin madre y sin hogar, pobres.
Un abrazo
Me ha gustado mucho. Has sabido traspasarnos la tristeza en una historia aparentemente apacible y cotidiana. Suerte
No puedo más que agradeceros vuestra lectura y comentarios. Es muy gratificante que valoréis tan bien algo en lo que he puesto mucho mimo. Como decís es un relato con un fondo trágico pero que se centra en algo tan hermoso y positivo como son los buenos recuerdos. Un beso muy grande a todos.
Cómo me gusta tu micro, Mercedes!!! Uno se va detrás de los caracoles y se encuentra con esa chapuzón de ternura y nostalgia. Me ha encantado. Felicidades.
Ay Miguelángel, me alegra un montón tu comentario, ya que si hay alguien por aquí al que se le dan realmente bien los relatos sobre la infancia, ése, en mi humilde opinión, eres tú. Un beso grande, muakkk!!!
También me ha gustado mucho,muy bien expresada la alegría inocente de los niños en medio del desastre.
Muchísimas gracias por tus buenos deseos y por tu lectura, Ana. Un beso.
Gracias, Nuria. La inocencia es algo mágico, puede transformar un escenario terrible en algo acogedor. Un beso.
Vaya me gusta cómo conecta el título con las pistas que vas dejando de escombros, falta de la madre… el microrrelato se convierte en todo un seísmo de sensaciones encontradas. Me ha gustado mucho, Mercedes.
Gracias Lorenzo! Pues creo que es la primera vez que pongo bien un título jaja, un buen amigo mío siempre me dice que flojeo en los títulos, hasta ahora eran mi asignatura pendiente 😉 Un beso!
Mercedes muy triste tu relato, desde el título, que nos lleva a ese horror familiar.
Un beso
Muchas gracias por tu lectura, Epífisis, sí que es triste pero los niños son capaces de todo, hasta de recordar con cariño a su madre, dejando un poco de lado el dolor. Un beso!
Muy bonito, a pesar de que el título y esos escombros te van encogiendo el alma, al pensar en su madre.
Muy bien hilado, felicidades.
Muchísimas gracias por tus palabras, Asun, me animan a seguir contando historias. Un beso.
Hola Mercedes,
Un saludo después de mucho tiempo.
¡Que bella historia!, poco se consiguen, tenías que ser tú… abriendo ventanas. Felicitaciones por tan bonito acabado.
Hola Óscar!!! Me alegra mucho leerte por aquí y en el «Cuenta 140», creo que cada vez te salen mejores micropoemas y espero de corazón que consigas ganar una semana, aunque lo más importante es lo mucho que has mejorado y que sigas haciendo lo que gusta. Muchísimas gracias por tu visita y comentario, me ha dado mucha alegría, de verdad. Un beso muy grande y a seguir escribiendo!!!
Una historia llena de ternura en la que, a pesar del duro golpe final, nos deja el agradable sabor del recuerdo de las caricias de su madre.
Felicidades y mucha suerte Mercedes. Besos.
Gracias Juancho! Eso es lo que yo pretendía, que la ternura del presente y los recuerdos bonitos fueran más fuertes que el trágico pasado. Un beso!
Muy tierno y muy bien escrito este micro. Un abrazo, Mercedes.
Gracias Concha! Un abrazo grandote!
Mercedes, un relato muy entrañable y trágico al mismo tiempo. Cómo a través de los sentidos, en este caso el tacto, evocan el recuerdo de su madre, a pesar de estar inmersos en una tragedia.
Me ha gustado el ritmo de la narración. Te felicito.
Un saludo
Gracias, Elena! Tal vez sea el hecho de mantener vivo ese recuerdo lo que les da fuerzas para seguir adelante. Un beso.
Has escrito un relato bellísimo, Mercedes, con una intensidad y un ritmo perfecto. Me gusta mucho el título que has elegido, le va muy bien a la historia, y a cómo se queda el lector después de leerlo, cómo nos remueves las emociones.
Suerte y saludo.
Mil gracias Rafa, tu comentario es todo un premio para mi. Me hubiera gustado poder estar en Santander y saludarte en persona, habrá que esperar a otra quedada ;-). Un abrazo.
Enhorabuena por esa mención 🙂
Muchas gracias Juan Antonio, estoy muy contenta de que haya gustado tanto mi relato. Un beso.
Felicidades, Mercedes, por esa mención. Cinco estrellas son muchas estrellas, y tu relato lo merece.
Muchas gracias Ximens! Tú sí que eres de 5 estrellas, un beso muy grande.
Ah, mira que que curiosón y lleno de gracia. Merecida mención, si.
Superabracísimos felicitatorios.
Miles de superabracísimos de agradecimiento para ti, Barlon!