62. El encargo
Con los primeros relámpagos ella cerraba la cancela. Recelaba. Se le había escapado más de una vez. Cuando llegaba la nube él se quedaba en el zaguán y la mujer tenía que estar con mil ojos porque a él se le iban los pies. A veces se tenía que poner delante y reducirle hasta hacerle bajar la vista y que se metiera cabizbajo en la cocina. Escuchaban el redoble de truenos en silencio aunque a él los ojos le hacían chiribitas. Aquella tarde la tormenta se anunció con aparato eléctrico. Los animales despavoridos erraban por el establo espantados por la inminencia del temporal. Ella salió a ver si calmaba las mulas. Dejó en un descuido la puerta entreabierta. El anciano no se lo pensó dos veces. Se encaminó a los prados y se encaramó a lo más alto de la colina. Empapado por las ráfagas, esperaba los rayos y por último la tronada. Miraba al cielo en todas direcciones. Al acecho, vigilante, creyó avistar los aviones del enemigo. Persuadido de su cometido y cumpliendo con orgullo las órdenes de otrora, empuñaba el bastón y a modo de metralleta apuntaba a matar, las culebrillas luminosas del cielo.
Una historia, que aunque con personajes distintos, la vida utiliza como tema demasiado a menudo…
Suerte
Es un bonito relato que comienza con una escena rural muy bien llevada: ese miedo de los animales ante los truenos, y acaba, con un giro inesperado que enlaza con la tormenta. El homenaje a la memoria de los que lucharon y que ahora viven recordando tan solo los terribles años de su juventud.
Bonito Relato. me gusto. Suerte
Un beso
Mei, es la historia de cualquier mayor, bien contada. Suerte y saludos
Al principio me pareció que se refería a algún animal doméstico, pero después se descubre. El abuelo vivió tan intensamente la guerra que por fuerza se le ha tenido que quedar grabada, algo de razón lleva, una bomba es más atronadora que el propio trueno, los relámpagos son velitas al lado de un cielo iluminado por las antiaéreas, sólo que a él se lo recuerda. A ciertas edades parece que se ha obtenido bula para algunas cosas, quizá habría que dejar disfrutar al anciano y que sea lo que Dios quiera. Muy buen relato.
Un saludo
Me ha parecido un relato entrañable. Por la situación, por el personaje… en qué momento la vida nos dice que ya estamos fuera de ella y cuánto tiempo tardamos en aceptarlo. Me ha gustado mucho. Mucha suerte.
Has creado un personaje entrañable con ese anciano. Ya veo que es la palabra que la mayoría ha escogido para valorar tu relato y me uno a ello. La escena del bastón me ha gustado mucho y mira que en un principio me pensaba que el que se quería escapar era un perro.
Hola Mei,
Me ha gustado tu relato, además es agradable, de los que poco se consiguen ya. Te deseo mucho éxito, un saludo.
Entrañable el anciano. Buen relato, Mei. Un beso
¿Recuerdos verdaderos o una memoria enferma? En cualquier caso un micro lleno de ternura, dentro del dolor que envuelve a muchos viejos.
Enhorabuena Mei, besos.
Me ha encantado Mei, una historia tierna pero terrorífica en su trasfondo. Suerte.
Muy visual y también tierno. Me has atrapado con las dos primeras frases y me lo he bebido de un sorbo.
Suerte y saluods
Enhorabuena por la mención. 🙂
Enhorabuena, Mei, has estado cerquita. Los traumas de las guerra, qué bien lo has contado.