SEP147. NO HA VUELTO, de Elysa Brioa Escudero
Hace muchas noches que no duermo, no puedo, no estoy tranquila compartiendo el mismo lecho que este hombre que dice ser mi marido. Tiene su mismo rostro y su voz suena igual pero no lo reconozco. Fue reclutado para ir a una contienda en la que no creía de la que solo esperaba destrucción, no le dejaron ninguna alternativa, la patria lo necesitaba. Aún resuenan en mi memoria sus palabras antes de irse: «Volveré pronto, la guerra no tardará en acabar». No fue así, pasaron muchos años en los que viví en un constante altibajo de miedo y ansiedad. Por fin llegó la victoria, eso nos dijeron. Mi esposo regresó sin heridas aparentes, aunque lo envolvía una oscuridad que he sido incapaz de disipar. Todos dicen que no me ven contenta con su vuelta, pero ellos no entienden, no perciben las cicatrices que hay en su interior. Vitorean el sonido de las campanas que redoblan a triunfo, mientras no dejo de preguntarme quién ganó realmente. El hombre que yo conocía no ha vuelto.
La vida nos modela igual que un alfarero da forma al barro. Y más cuando nos vemos sometidos a duras experiencias. Una oda al desaliento que ocasiona la felicidad perdida.
El dedo es más rápido que la vista, perdón que he apretado el intro antes de tiempo.
Mucha suerte Elysa, un beso.
En una guerra todos perdemos. Duro y oscuro. Me gusta.
Es lo que tienen las guerras Ely, que nada vuelve a ser lo que era.
Besos desde el aire
Revelador y enigmático. La frase final es magnífica. Suerte.
Las heridas internas, los años, la vida nos va cambiando. Un relato excelente que define la pérdida de un ser querido que está pero no está.
Abrazos
Un héroe de cualquier tiempo, de cualquier guerra, porque lo que narras se aplica a todos ellos. Jamás vuelve la misma persona. Imposible. Enhorabuena, Elysa.
Elysa, desgarradora narración de las heridas psicológicas que puede provocar vivir una guerra. En muy pocas palabras emocionas e invitas a la reflexión. No sobra ni falta una palabra. Enhorabuena de verdad.
Elysa, muy cinematografica tu historia, tambien real; de cualquier viaje que emprendemos no somos los mismos cuando regresamos. Suerte y saludos. Calamanda
Hola Ely!!!, me alegro de encontrarte de nuevo porque hace tiempo que no sé de ti. El regreso del cuerpo, no implica el regreso del corazón que una vez partió. Narras la transformación del hombre que regresó muerto por dentro, desde la voz femenina de quien ya no le reconoce.
Son cosas de las guerras: ¡no hay nadie que vuelva a ser el mismo!
Me gusta Ely, recibe un abrazo fuerte y nos veremos estos meses por ENTC. Besos.
Muy conmovedor tu relato, y es que tras una guerra ya nada puede ser como antes hay demasiado dolor en ambos contendientes y eso no se puede borrar. Un abrazo. Gloria
Muy conmovedor tu relato, y es que tras una guerra ya nada puede ser como antes hay demasiado dolor en ambos contendientes y eso no se puede borrar. Un abrazo. Gloria
Muy conmovedor tu relato, y es que tras una guerra ya nada puede ser como antes hay demasiado dolor en ambos contendientes y eso no se puede borrar. Un abrazo. Gloria
Buen trabajo, Elysa. Nunca de vuelve el mismo de ningún viaje, siempre se crece en algo. Pero en las guerras, viaje a la sinrazón, muchos regresan así como dices, son otros. Me alegro de verte por aquí de nuevo. Suerte.