SEP127. AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS, de Estíbaliz Dilla Muñoz
A veces me gustaría volver a aquellos años en los que podíamos ir al cine a ver una película sin que nos molestara un espectador que estuviera hablando por el móvil. Cuando uno podía ir a los funerales sin tener que pasar vergüenza ajena porque en medio de la misa sonaba una melodía que acusaba a alguno de los presentes. Cuando podías tomar una caña con los amigos y mantener una conversación cara a cara y no cara a Iphone. Volver a sentir esa emoción al coger del buzón sobres blancos estampados con nombres de pueblos españoles que contenían las cartas manuscritas de mis amigas; cuando desenfundaba maravillosos discos de vinilo y posaba la aguja sobre los surcos negros que desprendían canciones que serán eternas; cuando abría el cassette para dar la vuelta a la TDK porque se había acabado la cara A.
Supongo que la cara A de mi vida toca a su fin y ahora debería de cambiar a la B, pero me da mucha pereza. Por eso de vez en cuando pulso el botón de rebobinar y si la cinta se engancha, hago rodar un Boli bic sobre la ruedecilla dentada hasta que vuelve a su lugar.
Me temo que aquellos años ya son pasado y lo que describes es historia. Parte de mi historia que, gratamente, me has hecho recordar.
Suerte y recibe mi saludo.
Estíbaliz, si la vida se rebobinara y volviera a vivir… romantica y dulce tu historia. Suerte y saludos
me gusto mucho esto del rebobinar nuestra cinta particular…
y entiendo, ¡oh cuanto!, la pereza que le entra a uno proseguir la canción de nuestra vida…
si estaríamos seguros de que haya novedad y sorpresa para los años venideros igual nos sobrepondríamos a dicha pereza pero… acomodados en nuestras costumbres, nuestros afectos…
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Un relato nostálgico, bonito. Todavía conservo los discos de vinilo; las últimas navidades nuestro hijo mayor nos habló de los vinilos como algo precioso y cuando empezamos a sacarlos alucinaron todos de las joyas que tenemos. Inmediatamente quiso ponerlos en el plato de vinilos y aquello fue tremendo…
Gracioso lo del boli Bic, gesto que seguramente más de uno de nosotros lo haya hecho.
Ahora bien, no nos olvidemos de las nuevas tecnologías, en su justa medida, nos permite ampliar horizontes…como este blog por ejemplo.
Un abrazo Estí y hasta muy pronto en Bilbo.
Qué familiar suena todo lo que cuentas, tanto lo de ahora como lo de antes. Yo también crecí con los vinilos y las TDK, y a veces también me da pereza pasar a la cara B, aunque es lo que toca y no hay más. Saludos.
Si a veces nos encantaría volver a aquellos viejos tiempos pero me temo que no por ello nos evadiríamos de lo que ahora nos molesta. Muy nostálgico tu micro. Enhorabuena
Si a veces nos encantaría volver a aquellos viejos tiempos pero me temo que no por ello nos evadiríamos de lo que ahora nos molesta. Muy nostálgico tu micro. Enhorabuena
Nostálgica andabas, pero a menudo es inevitable. Nos adapatamos a los cambios tan rapidamente, que tengo la sensación de dejar mucho por el camino, un camino que ya no vuelve.
Un abrazo,
Sí a todos nos gustaría volver a la cara A de vez en cuando…
Bueno parece que he vuelto de un güateque, sensaciones de otra época que dejan buen sabor de boca.
Suerte Estíbaliz.
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