SEP116. VUELVE ESA VOZ, de Cándido Macarro Rodríguez
Ese murmullo…
Parece… ¡No puede ser!
¿Qué susurras en mis oídos?
¡Por Dios!
Otra vez ¡No!
¡Déjame en paz!
Maldita voz…
¿Por qué vuelves a mi cabeza?
¿Qué quieres de mí ahora?
¿Cómo? ¿Cómo dices?
No, no, no, no. Noooo. Eso no está bien. No pienso obedecerte esta vez.
¿El cuchillo? ¿Para qué?
¡Eso sí que no! Ese hombre no me ha hecho nada.
No voy a… ¡No voy a hacerlo! No me gusta el sabor de la sangre.
¡Ah! ¿En serio?
¿Estás seguro?
Eso… no lo sabía.
¿Que hace qué a los niños?
Será cabrón…
¿Y a las mujeres? ¿Qué dices que hace a las mujeres?
Hijo de puta…cuando le coja…
Claro que no. En ese caso…
¡No voy a permitírselo!
Siendo así la cosa cambia.
Sí. Tengo que tomar cartas en el asunto. ¡Por supuesto!
He de extirpar el demonio que le posee. He de combatir el mal allá donde se encuentre.
En ese caso no estoy haciendo nada malo ¿Verdad?
Ahora sé que debo hacerlo.
Ahora sé cómo hacerlo.
¿Me… disculpas? Debo dejarte. Tengo cosas que hacer.
Gracias. Siempre me aconsejas bien.
Todo está mejor ahora.
Todo está como tiene que estar…
El dialogo con la voz interior que intenta persuadir para hacer justicia hasta convencer.
Suerte y recibe mi saludo.
Muchas gracias
Monólogo de un esquizofrénico con ganas de hacer justicia por su propia mano.
Suerte me gustó, Cándido
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Muchas gracias
Cándido, se entremezclan las ideas y las lecturas de este personaje; no sabemos quien gana si la conciencia buenao el malo que lleva dentro; buen dialogo tanto si es interior… como si nos desea llevar a otras reflexiones. Suerte y saludos.
Sobrecogedor y muy bien llevado tu relato. Esa voz, esa maldita voz que induce, convence y obliga… ¡Qué bueno, Cándido! Enhorabuena.
Yo lo habría parado en «tengo cosas que hacer», aunque este relato se puede prolongar todavía más. Esa reflexión-diálogo es lo que va a pasar cualquier día de estos, Cándido, pero ¿sabes qué? Mientras salga agua caliente del grifo y vayamos vestidos de zara seguimos como becerros.
Un abrazo.