128. Efímero por siempre (Sara Lew)
En casa te asfixias. La tarde se presenta aciaga como pocas, pero aun así te enfundas el chubasquero y sales a la calle con el temporal a cuestas. Mientras caminas pensativa por la acera desafiando al viento intentas dilucidar por qué los problemas siempre se te vienen encima todos a la vez. De repente el árbol que cae sobre tu espalda te cerciora de que el fiasco de la franquicia de bisutería, el primer aviso de embargo y la infidelidad de tu pareja no son nada comparado con lo que te acaba de pasar. No sientes el cuerpo; ni siquiera un hormigueo en las piernas. Y la cabeza parece girar alternando entre la consciencia y la inconsciencia. Te estás muriendo. Sabes que te vas. Un sinfín de imágenes aparecen desordenadas: los grandes fracasos, los pequeños hitos. Y entonces recuerdas que tan solo unos meses atrás eras feliz; que todo parecía ir tan bien en el negocio y con el cabrón de Julián que decidiste hacerlo beneficiario de tu seguro de vida.
En un momento todo puede cambiar. Cuando las personas que más queremos no nos corresponden y nos decepcionan, surge inevitable la pregunta por el sentido de la vida, pues todo se tambalea. Quizá a tu protagonista, en el fondo, no le haya importado irse, más cuando ha constatado que el árbol puede que no le haya caído encima por casualidad.
Buen texto, suerte y un saludo
Un segundo y todo cambia. Para bien o para mal. Llámese suerte o destino,
Gracias Ángel. Y un saludo.
Me ha gustado mucho Sara. Todo es empeorable en esta vida y de rebote alguien sale ganando. Muy bueno!
Suerte!
😉
A veces la mala suerte de algunos es la buena de otros; o viceversa.
Un abrazo.
C’est la vie. Asi somoa los humanos,bueno algunos.
Muy buen cuento
,q tengas más suerte q su protagonista.
Saludos
Solo algunos. La mayoría somos buena gente…
Espero que sí. Por las dudas, evitaré salir con mucho viento 🙂
Un saludo.
Sara, si molesta morirse; ante la idea de que alguien que te traiciona se beneficie; debe ser horrible; tu lo cuentas muy bien. suerte y saludos
También es duro para el que sobrevive luego disfrutar de ese beneficio que trae la muerte.
Un saludo, Calamanda.
Me ha encantado, la vida suele ser así de puñetera a esta pobre solo queda decirle ¿alguien da mas? Pero aún así todo se puede dar la vuelta, seguro que no fue tan grave y salió adelante y encima el ayuntamiento le tiene que dar una indemnización millonaria, mientras que el médico que la atiende es el verdadero hombre de su vida y…
Muy visual y dentro de lo dramático, muy divertido.
Felicidades.
Sí, vamos a ponerle mejor un final de película. De esas comedias románticas en que todo es un embrollo pero que siempre todo se arregla entre risas y besos. Por qué no.
Un abrazo, Asun.
Me ha encantado leerlo. No le sobra ni le falta nada. Perfecto.
Quizás le falta un final feliz jaja.
Gracias, Edita por tu comentario. Un abrazo.
Me parece un relato muy bien contado. Me ha gustado mucho como lo has ensamblado todo para ese final, que me ha recordado lo poco que para mucha gente vale una vida. Mucha suerte 🙂
Y vale tanto, Juan Antonio.
Gracias. Un saludo.
Pobre mujer, a veces pasan esas cosas…
Relato muy bien estructurado y contado muy graficamente. Me ha gustado.
Un saludo
Y así es como decimos ¿y por qué tiene que pasarme esto a mí? Imposible saberlo.
Un saludo.
Con este relato demuestras que todo es relativo y por muy mal que nos vaya en un momento en la vida, todo es susceptible de empeorar. Aunque como dice Asun a lo mejor no es el final sino el principio de una nueva vida.
Mejor pensar en positivo, Sí.
Un saludo, Gloria.
Me gusta ese narrador que parece hablar con la protagonista, como si fuera su conciencia.
Se nota que le has puesto toda la intención para llevarnos de desgracia en desgracia hasta ese final digno de Murphy y sus leyes.
Lo efímero y lo eterno mezclados en el título y en el texto. Muy bueno.
Suerte y abrazos
Quizás esto todavía no sucedió y el narrador es esa voz, como tú dices, que le hace ver lo que le puede pasar. Y aunque todo siga siendo efímero, por lo menos ella tendrá un tiempo más para realizar todo aquello que le apetezca.
Un abrazo.
Buen relato, Sara. Me gusta cómo has contado esa historia de mala suerte. Esas rachas que a veces te agarran y no te sueltan. Tu protagonista se lleva el premio gordo.
Un saludo.
Terrible llevarse el premio por cosas negativas, aunque un premio pareciera algo positivo 🙂
Un saludo, Rafa.
Esperemos que así sea.
Un saludo, Ana.
Genial, no sé si decantarme por el de » a perro flaco …» o, pensando en el cabrón de Julián, por el otro de «no hay mal que por bien …».
Bien contado y con un remate colosal. Enhorabuena, Sara.
Muchos refranes ilustrarían bien esta historia.
El de «al mal tiempo buena cara» tendría también cabida, pero sería bastante difícil de aplicar.
Un saludo, Rafa.
Se me ha erizado el vello al leer tu relato porque el jueves pasado un coche perdió el control al hacer la rotonda justo al lado de donde vivo, se estrelló contra la parada del autobús y atropelló a dos personas que estaban esperando. Al parecer una de ellas quedó mal herida. Al leer tu historia he pensado en ella, ojalá esté mejor. La línea entre los dos mundos siempre es demasiado fina y se puede romper en un segundo. Carpe diem. Besos y suerte.
Qué terrible lo que cuentas, Ana. Un segundo, sí, y todo cambia. Por eso hay que disfrutar esto que tenemos ahora, en el presente.
Un abrazo.
Muy bueno Sara, el instante que lo cambia todo. Un final que nos deja llenos de impotencia. Un beso
¡que fuerte! y !que bueno! Suerte
Sara guapa, en tu linea de derroche de talento, siempre contando y narrando de tal forma que al llererte viajo. En esta ocasión he sentido ese chubasquero empapado y el arbol derrotándose, mal rayo le parta al beneficiario, aún debe demostrar mucho.
Abrazos y suerte
Un relato muy bien contado y muy visual Sara. ¡Cómo puede cambiarnos la vida de la noche a la mañana, como se suele decir! Suerte.
Besicos muchos.
Sara, muy buen relato. La reciente póliza hace que me imagine al marido con un hacha preparando la caída del árbol. Abrazos.
Con lo buena tarde que hacía para quedarse en casa. Muy bien contada la historia de esta chica a la que todo se le vuelve del revés.
Besos.