SEP104. LA PECERA, de Rocío de Juan Romero
Bernardo tiene siete años y una tiza de color rojo sin estrenar. La encontró a la salida del colegio; quizá era parte del botín de alguno de los mayores que escriben con colores en la pizarra.
El único sitio donde Bernardo puede dibujar es en el camino asfaltado que lleva de la verja a la puerta del garaje. Hoy no puede entrar en casa porque se le olvidó la llave. Así que durante toda la tarde se dedica a trazar sobre el cemento, gastando la tiza lentamente.
Casi anochece cuando llega el coche de su madre. Los faros iluminan un instante el menudo cuerpo recostado en el suelo, antes de detenerse. Bernardo está dormido, encogido como un erizo.
Ella baja del coche con una sonrisa cansada, y se detiene junto al niño. Sólo entonces ve el dibujo: una pecera gigante donde nada un cardumen de diminutos peces rojos y, en el fondo, una caracola en cuyo interior se esconde ovillado el cuerpo de su hijo.
Qué bonito refugio, me gusta. Un saludo.
¡Muchas gracias, Ana! Un abrazo azul.
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Quizá acentuaría el abandono del niño si en lugar de olvidar su llave fuera la madre la que olvidó que tenía un hijo y llegó a deshoras. Eso le imprimiría mucho más drama al relato.
Un abrazo.
Muchas gracias por la sugerencia. En este caso, y dado lo que pretendía transmitir, veo imposible lo de una madre olvidadiza. El drama se acentúa en este caso por su propio reflejo de la realidad ¡Muchas gracias por comentar!
Un abrazo azul.
Esa triste soledad de los niños cuando no están el colegio, cada vez más acusada hoy en día, a veces obligada por las circunstancias de los trabajos… Me ha gustado mucho mucho el detalle de la tiza de color rojo sin estrenar.
Saludos y suerte a fin de mes.
¡Gracias, Rafa! Un abrazo azul.
Felicidades, Rocío, por tu mención. «Los niños llave» y la conciliación familiar, triste historia.
Muchísimas gracias a ti, Ximens, por asomarte a comentar 🙂
Un abrazo azul.
Felididades Rocío. has pintado muy bien la escena con esa tiza roja. Y una sorpresa encontrate tambien por aquí. Yo acabo de aterrizar este mes. Un beso.
¡Hola! ¿Eres Annam? 😉
¡Muchas gracias, Ana! Perdona, me salté tu comentario. Gracias con retraso 🙂