Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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06. LIBROS DE HISTORIA (J.Redondo)

“Inhumadme en mi reino. Embalsamad mi corazón y que un noble caballero lo entierre en el Gólgota, en  Jerusalén”.

Dos reyes testaron así sobre sus restos; el uno para lograr ser emperador después de muerto y el otro para salvar su alma  excomulgada.

Dos caballeros colgaron sobre su pecho la reliquia y se pusieron en camino. Ninguno llegó a su destino.

4 de Abril de 1284, Alfonso X fallecía en Sevilla. La pertinaz hidropesía terminó con el más universal de los reyes medievales. Frey Juan Fernández, maestre templario, fue el comisionado. El corazón no pasó de Murcia, el lugar más cercano del reino a Jerusalén.  Allí quedó en el templo y en el escudo heráldico de esa tierra.

25 de Agosto de 1330, Al Ándalus. Hijo del lugarteniente de «Brave-Heart», el caballero James Douglas, depositario del corazón del primer rey de Escocia, Robert I, causa baja mortal bajo el castillo de la Estrella. Su cuerpo y el relicario con el corazón de su rey, son entregados, con honores, a Alfonso XI  por Muhammad IV, sultán Nazarí de Granada. Los caballeros escoceses supervivientes retornaron a Caledonia el cuerpo de Douglas y el corazón de su rey.

En Téba de Málaga encontraréis, relatada en granito, “aquesta” gesta.

26 Responses

  1. Jesús Alfonso, que buenos ratos nos haces pasar. He estado informándome de las historias que cuentas y sobre todo la de Alfonso X. Menudo pejigueras el tío, que si el corazón allí, que si las entrañas en otro lado. Hoy día con un flusssss, cenizas y ya está.
    Un abrazo

    1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

      Pues sí que eran pejigueros, pero ya sabes eran tiempos de relicarios. Eso da para muchas historias.
      Un abrazo.

    1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

      De vez en cuando descubrimos que el mundo medieval era mucho más internacional de lo que pensamos.
      Gracias por tu comentario.

    1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

      Pues, Gracias. Yo creo que no le sacamos el jugo que debiéramos a nuestra história tan llena de anécdotas. Deberíamos aprender de los Británicos. Tenemos mucho más que contar que ellos.
      Saludos.

  2. Salvador Esteve

    Jesús Alfonso, qué bien has adornado la historia, no sé si está relatada en granito pero debería estarlo. Muy bueno. Abrazos.

  3. Esther Gomez

    Hola, gracias por tu relato, simepre se aprenden algo nuevo. vivo en Málaga y tengo previsto visitar Teba no dejare de visitar el castillo y respirar tan profunda historia.
    Gracias.
    Mucha suerte
    Un beso

    1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

      Pues lo que me maravilla a mí es que haya tantas cosas en la historia de nuestra tierra por descubrir aún. Me da la sensación de que unos y otros tratan de esconderla y máxime ahora donde tanta impostura en lo polítíco y falseamiento de lo histórico, están cometiendo los nacionalista.
      Un abrazo Asun.

  4. Leer tus relatos es adentrarse en una enciclopedia que nutre con su conocimiento. Aprendo cada vez que los leo y, además, bien narrado, doble disfrute, no digo más. Suerte.
    Saludos.

  5. Nieves Martínez Menaya

    Me siento como una vulgar » Papaver rhoeas» sorprendida durmiente entre las páginas de esta crónica histórica. Besos

      1. Nieves Martínez Menaya

        Es que Ricardo también es mi maestro.Contigo ya son dos. 🙂 Qué número tengo? de zapato el 34 , y de relato el 55. Besotes!!

  6. Crónica de dos hechos que pudieron ocurrir en los que nos has llevado a una época en la que «por Dios matando». En fin, que si es verdad o no da lo mismo, lo has contado muy bien.

    1. Jesús Alfonso Redondo Lavín

      Pues es verdad. Era la época de los relicarios acabo de leer que el Rey Jaime, creo que segundo, de Aragón quería para Tarragona los restos de Santa Tecla y le dieron (los armenios) su supuesto cadáver a cambio de 1000 quesos de Mayorca y 100 caballos andaluces. Toma ya, qué afición por los huesos y las vísceras.
      Un abrazo Ximens.

  7. Marcos

    ¡Qué atrás has ido, esta vez, para regalarnos buenas historias de tu familia! Buen cronista, buen narrador, me consta que buen lector. Un placer. Abrazo.

  8. Un tal Miguel

    Termino de leerte y me quedo con ganas de más, de seguir esa novela histórica minúscula (mi vicio) que esconde otros momentos de placer que nos tienes escondidos. Luego, un reconocimiento de mi incultura solo perdonable por mis ganas de aprender. Y por último, la esperanza de que en algún momento nos sorprendas con algo màs extenso y comprometido. Tiempo, tienes. Y admiradores envidiosos, a montón.

  9. Ricardo

    Pequeño relato de una gran historia. Bonito modo de plasmar las vicisitudes de estas desdichadas almas. Si lo llegan a saber…
    Un abrazo, Aitite.

  10. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    Gracias Ana. Ya volveré con cosas de mi familia, pero de vez en cuando hay que salir de casa.
    Un beso.

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