21. Con un sorbito de champán…
El mejor hombre del mundo, Luis, le había pedido que se casase con él. Era guapo, simpático, bueno, tenía un trabajo estable y además estaba enamorado de ella. Llevaban tiempo saliendo juntos y se querían con locura.
Todavía no le había contestado que si porque su abuela solía decir que a los hombres había que hacerles sufrir un poquito, así que decidió esperar unos días, hasta el sábado. Ese día iban a ir a comer a casa de Rita, que anunciaría a todos que estaba embarazada de su primer hijo.
No quería quitarle protagonismo, pero pensó que si comentaba lo de la boda durante la sobremesa, habría más para celebrar.
En un relato dramático, el hijo que Rita estaba esperando sería de Luis, pero en este no. La cosa fue sobre ruedas, la embarazada bebió un sorbito de cava para celebrar lo de su bebé y luego tomó otro trago -pequeñito- para festejar lo de la boda.
Se lo pasaron pipa y ahora yo puedo contaros esta historia porque encontré, entre las páginas de un libro que heredé de mi madre, una carta donde la protagonista -mi tía Carmen- le relataba el suceso con mucha alegría.
Bonita historia. Impregnada de dicha y felicidad, que buena falta hace. Mucha suerte 🙂
¡Qué manera más curiosa de abordar el relato!
Edita, ¿eso es bueno o malo? Me dejas en ascuasssss!!
Yo creo que bueno porque siempre se agradece la originalidad y la sorpresa.
Las reuniones de familia siempre provocan sentimientos revueltos.
Aurora, qué bonito, heredar un libro que te cuenta dos historias. Me ha gustado. Abrazos.
Parece que en esa reunión familiar todo fue muy bien, es bonito que preservaran ese momento en la carta, enviada a la madre de la narradora. Un relato diferente, me gusta, suerte.
Saludos.
aurora, que final tan inesperado despues de una historia tan familiar. Suerte y saludos
Aurora, estoy estudiando filosofía del Derecho y gracias a que mi mente está elucubrando desde hace horas, te pregunto:
1)La madre de la que narra, es Rita?.
2)Rita, aunque el hijo no es de Luis, está un poco enamorada de él, por eso el sorbo es pequeñito.
3)Carmen, en el fondo tenía miedo de que ese hijo fuera de su novio Luis y por eso se puso contenta.
No hay nada como la investigación empírica, deductiva y demás zarandajas.
Un beso
Epi, pues no se si Sabigny o Lewellyn -Avelin, según alguno de mis compañeros-, tendrían respuesta a tus preguntas, pero, al hilo de las mismas, me parece que yo no apruebo esta asignatura.
– No se como se llama la que escribe ni su madre. No es ni Rita ni Carmen.
– Desconocemos si Rita ama o no a Luis. En principio, yo diría que no, que está loca por su churri/padre de su hijo/a. No bebe más porque está embarazada y dicen que el alcohol es remalo para el bebito.
– Carmen no duda en absoluto de su Luis; está contenta por su amiga que va a tener un hijo/a y por ella misma, que se casa con su amantísimo novio.
Como te digo Epi, voy a pencar este examen, se ve que he estudiado poco. Pero me queda claro que tu eres una alumno aventajado e inquieto. Te auguro una notaza en Filo. Sigue así, progresas adecuadamente.
Abrazo.
Ahora releo el relatillo y veo que, efectivamente, tu enfoque es super bueno. Me gusta. Vas a ser un penalista de primera. Abrazo.
Gracias Aurora, he tirado el libro de Filosofía, me he tomado dos vermús y he cogido el libro de Sade, a ver si saco algo en limpio.
Un beso
Muy buenos los giros que has dado con el narrador. Como dicen por arriba, innovar siempre es positivo.
Lo que me gusta del relato es como juegas con el lector, está claro que he pensado «vaya tía más antigua», «a que el niño es de Luis». Al final todo queda claro y se cumple la propuesta del mes. Suerte a fin de mes.
Hola a todos. La verdad es que me gustaría que fuese una historia real. Sería bonito encontrar una carta así. Me la imagino escrita con la letra de mi madre o mis tías, esas grafía floreada, tan bonita, que ya se nos olvida de tanto escribir con teclados, y me emociono un poquito. Dentro de muy poco una carta manuscrita será una reliquia.
Gracias por vuestros comentarios.
Abrazo.
Buen relato regado con cava y alegría.
Abrazos.
Qué suerte encontrar cartas añejas. La verdad es que como desconoces el entorno exacto, te lo puedes imaginar como quieras siempre que no sea coherente con lo escrito.
Muy bien Aurora. Un beso.