SEP77. PAPEL MOJADO, de Rafa Heredero García
La romántica idea, propia de otros tiempos, de que un barco albergase un ejemplar de cada libro publicado, y que, convertido así en la mayor biblioteca jamás imaginada, pudiera navegar por todos los océanos como un triunfo sobre la era digital, se hizo realidad una vez que se fletó el Odisea.
Sin embargo, el júbilo con el que todos celebramos esta conquista, y la emoción con la que se acudía a los puertos a contemplar la octava maravilla, como fue distinguida la inmensa nave, parecieron desvanecerse cuando esta, una noche en alta mar, no pudo resistir el embate de los celos del aparato eléctrico provocado por una tormenta, y el Odisea, junto con sus pesados tesoros, acabó hundido en el silencio.
Con esa pereza que nos invade al enfrentarnos a una pérdida irreparable, nadie fue capaz de reaccionar al desastre, de intuir que los libros necesitan nuestra compañía, que no pueden permanecer mucho tiempo callados. Pero, poco después, empezaron a aparecer en las playas hojas sueltas de algunos libros, como heraldos encargados de sacudir esa desidia. Entonces comprendimos que nos estaban regalando otra oportunidad, y cuando miles de millones de páginas regresaron del olvido para ser rescatadas, ya estábamos preparados.
Rafa muy imaginativo y original, la idea de un barco con todos los libros publicados es desde luego muy romántica y utópica, sería imposible, y menos ahora con los ebook, pero es muy bonita la imagen de las páginas en las playas buscando una nueva oportunidad para ser leídas.
Muy bonito.
Besos
Muchas gracias por tu comentario, Asun. Sí que es bonita la idea de una biblioteca con todos lo libros a tu disposición. Así se imaginaba el cielo Borges. Me alegro de que haya gustado.
Un fuerte abrazo.
Hola, Nicoleta. Al final se cumplió tu deseo. El barco que empieza a hundirse rodeado de tantas historias por contar, el mundo griego desplegado a todo color, y tu comentario diciendo cómo habías conjugado la técnica antigua y moderna para dibujarlo me descubrieron finalmente una relato que estaba allí. Solo he tenido que copiarlo. Muchas gracias.
Muy buen relato, Rafa. Me ha gustado la convicción con que lo narras, el carácter necesariamente interactivo de los libros y el nombre de Odisea para bautizar el barco-biblioteca. Afortunadamente, la travesía no quedó en papel mojado.
Saludos.
Gracias por tus palabras, Ricardo. Me imagino que todos aquí somos amantes de los libros y deseamos que estos no queden en papel mojado. Pero parece que que tal como los conocemos dentro de muy poco será algo que pase a la historia. Yo me los imagino como los discos de vinilo, casi un objeto de coleccionista o para románticos que se empeñen en sacar alguna colección, de microrrealtos, por ejemplo.
Un fuerte abrazo.
Bonita idea la del relato, una biblioteca flotante, imagino las playas llenas de hojas supervivientes de una catastrofe,. resulta épico y romántico.Me ha gustado mucho
Felicidades y suerte.
un beso
Bonita idea la del relato, una biblioteca flotante, imagino las playas llenas de hojas supervivientes de una catastrofe,. resulta épico y romántico.Me ha gustado mucho
Felicidades y suerte.
un beso
Muchas gracias, Esther. Libros, playas y mar ayudan lo suyo a crear esa imagen romántica. Me agrada mucho que lo hayas disfrutado.
Un fuerte abrazo y otro beso para ti.
Un lindo micro que nos lleva del desastra a la esperanza. Me ha gustado. ¡Surte!
Saludos.
Gracias por tus palabras, Beto. Ojalá podamos mantener la esperanza mucho tiempo.
Saludos y un fuerte abrazo.
Muy original Rafael. Suerte .
Gracias por pasarte por aquí, Yolanda.
Saludos y u fuerte abrazo.
Rafa, a veces lamentablemente tiene que suceder un desastre para que comencemos a valorar las oportunidades que nos brinda la vida, en este caso la lectura. Afortunadamente hubo una segunda ocasión.
Me ha gustado mucho.
Recibe un saludo.
Elena
Siempre he oído comentar que el vicio de la lectura gana o pierde adeptos durante la adolescencia. Los niños pequeños absorben todo y de mayores se supone que ya tenemos un criterio formado, pero si la lectura se descuida entre los trece y dieciséis años, luego es muy difícil recuperarla. No sé si será verdad, pero sería bueno que existiera para ellos una segunda oportunidad. Gracias por tu comentario, Elena, me alegro de que te haya gustado.
Saludos y un fuerte abrazo.
Se ajusta a la idea del volver de manera original.
Suerte y recibe mi saludo.
Gracias por tu comentario, Anna. Este mes andaba un poco perdido tras las vacaciones y la idea surgió de la ilustración de Nicoleta, con su barco y todas esas hstorias que lo rodean.
Otro saludo para ti además de un fuerte abrazo.
Bonita historia a medio camino entre el cuento fantástico y la distopía.
Enhorabuena, Rafa.
Juan M
juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com
Esperemos que no nos tengamos que arrepentir si alguna vez nos toca arrinconar los libros y sustituirlos por el frío metal. Supongo que eso estará al caer,aunque siempre nos quedarán nuestras bibliotecas. Gracias por comentar, Juan Manuel.
Saludos y un fuerte abrazo.
Sin duda fue Neptuno quien, ávido de cultura, provocó la tormenta y se leyó los libros, dejándonos las hojas sueltas para darnos otra oportunidad. Felicidades Rafa, muy buen relato.
Saludos.
Gracias por pasarte por aquí a dejar tu opinión, tocayo. Me alegro de que te haya gustado. Desde luego Neptuno podría haberse dado un tremendo atracón.
Saludos y un fuerte abrazo.
Muy hermoso este «volver» de los libros que nos dan otra oportunidad. Me gusta imaginar a los que fueron recogiendo las hojas sueltas completando los fragmentos de historias contenidos en ellas, y creando así también nuevos libros. Me ha encantado, gracias y un abrazo.
Eso es más o menos lo que hacemos a veces, escribir otras historias a partir de alguna idea leída o sugerida en las páginas que nos acompañan, en los libros que en ocasiones escogemos al azar. Así que es posible que ahora ellos estén escribiendo nuevos cuentos para incorporarlos a una posible nueva biblioteca. Muchas gracias a ti por tus palabras, Ana, un placer que la hayas disfrutado.
Otro fuerte abrazo y saludos.
Rafa, imaginativo relato y bien contadas sus imagenes. La gran biblioteca del mundo ahora es internet, está bien que le salga competencia de la buena. Suerte y saludos.
Gracias por tu comentario, Calamanda. Con Internet la gran biblioteca tiene todas las de perder, aunque también tiene sus cosas buenas, como poder estar escribiendo en este blog y compartiendo nuestras impresiones en tiempo real, por ejemplo. Es el signo de los tiempos, y el proceso parece irreversible, pero al menos nos quedarán nuestras bibliotecas como reliquias, para que no queden en papel mojado.
Me ha parecido precioso. Un homenaje a la literatura. Muy creativo, y aunque trágico por lo del hundimiento, esperanzador con la vuelta de las hojas… la imaginación salió a flote. Felicidades y mucha suerte
Muchas gracias por tu comentario y tus deseos, Juana. No sé si a la literatura tradicional, recogida en papel, le queda mucho tiempo de vida tal como la conocemos; me imagino que no, como he comentado más arriba, pero siempre queda la esperanza de que a alguien se le ocurra alguna idea maravillosa para que los libros en papel no se conviertan en un objeto de lujo o para románticos coleccionistas con dinero para gastar.
Saludos y un fuerte abrazo.
Un buen relato con la esperanza e fondo para malos tiempos.
Abrazos
Como dicen por ahí, la esperanza es lo último que se pierde, y si la buscamos en los libros, debería costarnos menos ese tiempo de espera. Gracias por comentar, Javier.
Saludosy un fuerte abrazo.
Un sueño roto con segunda oportunidad. Una idea original, interesante y poética. Mola. Mucha suerte.
Saludísimos.
Las segundas oportunidades siempre han sido un bonito recurso en el cine y en la literatura. Me gustaba la idea de dársela a los libros en medio de esta era digital que nos devora cada vez con mayor rapidez. Muchas gracias por tu comentario y tus deseos, Barlon.
Y por supuesto, saludísimos y un fuerte abrazísimo, si se puede decir así.
No, así no. Es abracísimos.
Abracísimos.
Bonita imagen, el naufragio que hace flotar la literatura, las ideas. Un beso y suerte.
Gracias por tu comentario, Concha. Esperemos que ni la literatura ni las ideas sucumban nunca, ni por naufragios ni por nada.
Saludos, otro beso y un fuerte abrazo antes de que se paren los relojes.
Rafa, menuda imaginación la tuya. Finalmente nada se pierde siempre se queda algo para recordarnos el pasado de lo que era. Un fuerte abrazo amigo, Sotirios.( No tienes por qué visitar mi relato que me ha salido una autentica castaña, pero te prometo que el mes que viene será digno de un genio como yo.)
Gracias por tu comentario, Sotirios. Y la imaginación la estimuló sobre todo la ilustración de Nicoleta, como he comentado más arriba: el barco que se hunde, las historias que lo rodean de tus antiguos compatriotas… bueno todo ello ayudó lo suyo. (Y claro que te visitaré, que creo que has montado un buen revuelo.)
Un fuerte abrazo.
Rafa buen relato en tu línea personal de sorpresa e imaginación poética.
Una romántica visión de lectura obligada aa aquellos que nunca leen. Almenos a mí me ha parecido muy didáctico para aquéllos que nnunca leen.
Quizás alguno de esto leería una página traída por el mar a la orilla del mar.
Mucha suerte.
No sé si les gustaría, pero a mí me encanta leer escuchando el sonido de las olas del mar, sentado en alguna terraza (a ser posible de una habitación tranquila). Será porque tengo pocas oportunidades de poder hacerlo así. Gracias por tu amable comentario, Manuel. Creo que nos gusta estimular a los demás a lectura por lo que disfrutamos nosotros con ella y deseamos que aquellos que no tienen ese vicio experimenten nuestra misma pasión. Y sin embargo, conozco a mucha gente que no lee, e (inexplicablente para mí), parecen muy felices. Yo recuerdo como uno de los momentos más maravillosos, los veranos que enseñé a leer a mis hijos, antes de que entraran al colegio, y me gusta comprobar que aún no han perdido el hábito.
Un fuerte abrazo.
Magnífica y bellísima idea, como ya ha quedado dicho por tantos más arriba. Un cumplido homenaje a los libros y a la lectura que tiene su mejor expresión, a mi entender, en esa segunda parte del relato, cuando los libros vuelven a dar a la humanidad una segunda oportunidad, deshechos y entregados en hojas sueltas, ese «papel mojado» del título que (así quiero verlo yo) quizá también sea el que escribimos una y otra vez quienes amamos la palabra y la regalamos sin esperar nada.
Enhorabuena, Rafa, y buena suerte para tu micro.
Gracias Eduardo por tu comentario y por expresar tu visión del relato. Con el título de «Papel mojado» quise jugar con ese doble sentido que tiene, el más evidente de las hojas empapadas y con el metafórico de lo que no vale nada o no se cumple, es decir las intentenciones de los hombres respecto a la segunda oportunidad que les dan los libros, ¿van a durar mucho o serán también papel mojado? Tu interpretación no la había contemplado pero me parece buenísima, y más en el momento actual, con la cantidad de blogs y gente que escribe sin más, solo por el placer de hacerlo y sentirse bien.
Un fuerte abrazo. (Estoy seguro que contigo Penélope se va a encontrar estupendamente.)
Rafa, me uno al club. Tengo un ebook desde hace tres meses y sin estrenar. Una cosa es la lectura y otra los libros, las bibliotecas y librerías… Me pilló tarde la tecnología digital y además me fatigan las letras luminosas de la pantalla. Tu naufragio de páginas es toda una apología muy bien llevada, me gustan los textos mirando al mar.
Un abrazo.
Hola, Susana. Yo ni siquiera tengo ebook, y me va a costar mucho acostumbrarme, pero creo que no quedará otra. Los discos de vinilo desaparecieron en un pis pas, y me temo que con los libros en papel va a suceder algo parecido en muy poco tiempo. Y reconozco sus ventajas, sobre todo a la hora de almacenar y trasladar libros, pero…
Además me sentiré como este pobre hombre al utilizar un nuevo sistema operativo:
http://www.youtube.com/watch?v=1Eh-D6OzPXY
Saludos y un fuerte abrazo. Me ha encantado lo de los textos mirando al mar. El mar: parece inagotable la cantidad de textos que no sugiere, él y todo lo que lo rodea.
Ojalá seamos merecedores de la cultura, que tal y como están los tiempos parece que sólo lo fácil triunfa. Que el más alto entendimiento y la mejor expresión encuentren siempre su acomodo entre nosotros. Que no nos envilezcamos para ser merecedores de lo bello.
Tu micro es una inmensa metáfora, Rafa. Me ha hecho reflexionar, me gusta.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Isabel. Me encanta que el relato te haya hecho pensar, y que sea con tan hermosas palabras y sentimientos. Ojalá tus deseos nos hagan reflexionar a todos y se hagan realidad. Sería terrible llegar a un punto en que no mereciéramos la belleza. ¿Qué sería de nosotros, entonces?
Un fuerte abrazo.
¡Qué buen relato!, con este toque de idea peregrina, romántica… me encanta el título y el volver de los libros a las personas. Palabras buscando a personas en vez de personas buscando palabras, lo dicho romántico, utópico, bonito.
Gracias por tus palabras, Mel, palabras que me gusta pensar que por esta vez me buscaban a mí, como esos libros o relatos que a veces leemos en el momento preciso, justo cuando mejor nos vienen. ¿No has encontrado alguna vez un libro que parece destinado a ti, es decir que te ha encontrado sin que ni siquiera supieras de su existencia? No estaría mal que el azar se ocupara alguna vez de esas cosas.
Un fuerte abrazo.
Jo, sí que me ha pasado, sí, muy pocas veces pero sí, quizás es que los libros siempre nos cuentan algo especial pero hay que estar también atentos. Yo tengo una curiosa afición, bueno tengo muchas la verdad, pero me refiero a la de coleccionar frases, famosas, con mensaje, que por algún motivo me han tocado la fibra, y suelo regalar libros o cuentos incluyendo como dedicatoria una de ellas. Hace unos pocos meses regalé a una amiga el libro de ENTC con una dedicatoria que en realidad te leí a ti, eso de «Leer provoca sueños». A ella le encantó, ya ves a veces las palabras nos vienen como anillo al dedo.
Ya sabrás que hay gentes que apadrinan palabras antiguas y en desuso… pero ¿qué palabras nos apadrinaría a cada uno de nosotros??
Abrazo Rafa
Hola Rafa, muy buena reflexión nos dejas sobre los libros, enalteces la cultura y nos premias con un mar de infinitas hojas dispuestas a ser leídas.
Apostar por la cultura es lo mejor que puede suceder a un pueblo.
Un abrazo
Suerte a fin de mes!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mel: bonita afición la tuya de recopilar frases o mensajes que te toquen la fibra sensible o que simplemente te gusten (esa que dices la leí por casualidad en eun blog y me pareció estupenda), pero sobre todo la de regalar libros a la vez que que las frases. La afición de regalar libros la comparto contigo.
Respecto a las palabras que apadrinaríamos… no sé, quizá deberíamos esperar a noviembre y a lo mejor encontramos la nuestra cuando menos lo esperemos.
Otro fuerte abrazo para ti.
Rosa: eso no deberían quitárnoslo nunca; si alguna vez lo hacen ya no nos quedará nada, bueno quizá solo comportarnos como borregos. Y nosotros deberíamos estar siempre a la altura.
Muchísimas gracias por pasarte por aqui y dejar tu comentario. Saludos.
Me quedo de la historia, con la idea de una nave de letras y «las hojas sueltas como heraldos» Ese final de «ya estábamos preparados», abre la imaginación a no se que futuro distinto, y por ser futuro y abierto, también me gusta.
Un abrazo.
Hola, Antonia. ¡Qué bien que hayas disfrutado de la historia, a ti que te gustan tanto los relatos sobre libros y bibliotecas! … Y espero que de verdad estemos preparados y que no quede todo en papel mojado. Por cierto, dada tu afición a lo mejor te gusta este pequeño artículo sobre la Cultoromía:
http://www.papelenblanco.com/libro-digital/cultoromia-descifrando-a-la-humanidad-a-traves-de-los-libros-que-ha-escrito
Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Hola Rafa.
Lo mejor es que le das la vuelta al arca de Noé con los libros en lugar de animales, dejas volar la imaginación y usando la descripción en lugar de la acción, consigues una progresión narrativa desde que se bota el Odisea hasta su naufragio y continúas con un final lleno de vitalidad y ganas de mantener la memoria y la razón por ese papel mojado. Sin ser lo mismo me ha recordado el canto a la libertad que proponía Ray Bradbury también en Farenheit 451. Muy bonito Rafa, un abrazo.
Gracias por tu comentario, Pablo. Me alegro de que haya gustado. Afortunadamente, será difícil que dejemos de leer, sea en el formato que sea. Oye, qué buena película Fahrenheit 451 (Julie Christie y los que se sabían los libros de memoria me encantaron en mi infancia), y el libro que me leí más adelante, en una horrorosa colección de quiosco, me encantó.
Un abrazo para ti.
Me gusta lo que has ideado, esa biblioteca flotante (la propia red de internet), que no deja de ser esos versos, poemas o relatos que un día un joven lee por casualidad, al levantar la vista del teléfono y verlos en cualquier playa (blog, escaparate, metro, anuncio,…) y sentirse atrapado e iniciado a la lectura. Suerte a fin de mes.
Hola, Ximens. Es otra forma de interpretar el relato, aunque supongo que de momento a Internet nadie va a conseguir hundirla; quizá en un futuro hasta con eso acaben las nuevas tecnologías, que no creo que ninguno lleguemos a ver.
Gracias por la visita y por el comentario. Un abrazo.