57. EL USURPADOR
Cuando Gabriel queda con Teresa no puede evitar una sonrisa, un leve temblor en las manos, sentir su aroma en la cercanía de un abrazo… Está enamorado de ella desde aquel primer encuentro en la facultad.
Teresa es pura energía. Ríe y gesticula mientras se deshace en alabanzas hacia su marido.
-Es tan detallista y romántico- comenta sin dejar de acariciar el fabuloso collar, regalo de aniversario-, aún sigue dejándome notas de amor entre las páginas de mis libros. Cosas cortas, eso sí- aclara con un delicioso mohín-. Siempre bromeamos sobre lo inspirado que estuvo en aquel primer anónimo.
-¿Todavía recuerdas aquella carta?- Gabriel habla despacio, enfatizando cada palabra.
-Jamás olvidaré unas frases que me hicieron sentir única y especial- sonríe-. Todavía no sé cómo pude perderla. Por suerte después llegaron otras.
Gabriel se acoda en la mesa con una intención; pero sus labios no se despegan. Hablar solo le haría daño a ella. ¿Qué importancia tiene ya la autoría de aquel primer anónimo? Aún conserva su amistad. Debería callar y conformarse solo con verla, aunque…
-Teresa.
-Dime.
-No, nada. Me alegra que seas feliz.
¿Quién le escribirá esas cartas? Buen relato, nos muestra que hay hombres que sí quieren hacer feliz a su mujer. Me gusta, suerte.
Saludos.
Gracias, Beto. Me gustan las historias de amor.
Abrazos.
Más me da bronca ese novio usurpador q
Ups… ¡Perdónnn! El comentario anterior me quedó trunco por el apuro de escribir, es que iba más rápido mi mente que mis dedos 😉
Más me da bronca ese novio usurpador que la pudorosa prudencia (¿o será cobardía?) del amigo enamorado. Muy triste para ambos; él que no se anima a la confesión, y ella que no se da (o no se quiere dar) cuenta.
Mucha suerte y cariños,
Mariángeles
Es cobardía,Mariángeles, el miedo al fracaso nos priva de hacer tantas cosas.
Abrazos cariñosos.
Pensé que se lo iba a decir. Casi se lo acabo gritando XD. Nos has tenido en vilo. Bonita historia. Mucha suerte 🙂
El pobre tiene miedo,quizá intuya que ella le diría que no.
Un beso, Juan Antonio.
Inés, nuestro amigo Cyrano tendría que ser valiente y declararle la autoría de la primera carta y exigirle derechos de autor, o sea, una oportunidad. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Desde luego para ella sería un shock. Difícil decisión.
Gracias, Salvador. Un beso.
Uf, vaya dilema. A lo mejor tendria q abrirle los ojos diciéndole la verdad, pero qué envidia que alguien te quiera así… Me encanta el romanticismo que emana del relato.
Um anrazooo, Inés
Un abrazooo 🙂
Sí, y lo mejor de todo es que los dos la quieren por igual. Esta mujer es una suertuda jajaja
Gracias, Amparo.
Abrazos.
Excelente micro. Muy bien guardado, hasta el final, el autor de ese anónimo.
Saludos
Gracias, Rosy. Me alegra que te guste.
Abrazos.
Me gusta la historia hasta conocer el final. Mis reflexiones son a) que ella es muy ingenua y b) que él es un pedazo de c_ _ _ _ n de mucho cuidado.
Pero el marido o el amigo? En el fondo son los dos los que mantienen un engaño.
Ella es una ingenua, sí. Aunque yo creo que es feliz.
Gracias, J.I.
Abrazos.
Gracias,Ana. Yo creo que en el fondo ella no sabe nada.
Muxu bat.
Gracias, Ana. Tus apreciaciones sobre los relatos son siempre maravillosas.
Besos.
Inés, que tierno relato, he recordado la canción del ramito de violetas y de la cobardía de no decir lo que piensas.
Yo lo voy a hacer: Me gusta, pero es que estoy en una fase blanda y todo me hace llorar.
Un beso blando, como los relojes de Dalí.
Te veo muy sensible, Epi. Estoy tarareando las canciones que me has recordado para animarte un poco. Lo único es que son un poco tristes…
Un abrazo luminoso.
No debe ser tan fácil contar con la fortuna o privilegio de ser querida de verdad por partida doble. Imagino al segundo hombre con miedo a que el primero (que no es él) alguna vez salga a la luz, con el consiguiente perjuicio para su posición, pues es quien realmente la enamoró con esa primera nota, mejor que las posteriores, menos creativas. Él vivirá siempre con ese resquemor y el miedo a perderla, ella seguirá feliz en su inconsciencia.
Un buen texto que juega con los equívocos, las ilusiones y las realidades.
Un saludo y suerte.
Inés Z.Coincido plenamente con el comentario de Ángel Saiz. Quiza esa ingenuidad sea su piedra filosofal para vivr feliz. Suerte y abrazos
Gracias, Ángel. Me gusta mucho cómo has analizado mi historia.
Un fuerte abrazo.
Tienes razón, Calamanda, ella es feliz y al final eso es lo que importa para los dos pretendientes, aunque le estén mintiendo.
Besos.
Me gusta tu relato porque te hace reaccionar, hace que las emociones se muevan. Pero, ¿como has sido capaz de mantener a Gabriel callado, aunque sea mordiéndose la lengua? por mucho que ella sea feliz con su marido, él le ha mentido, ya que parece que nunca le dijo que el anónimo no era suyo. A mi eso me hace ponerme del lado de Gabriel…¡vamos Gabriel, cuéntaselo!
Suerte
Sí, dan ganas de pegarle un empujón jajaja. Yo sigo pensando que en su fuero interno sabe que le dirá que no.
Un abrazo y gracias, ralejan.
Inés… me ha gustado mucho tu historia. Desde el principio ya se intuye que nada es lo que parece… y qué agridulce el final!!! Dices que él se conforma, pero está a punto de decirle la verdad, así que, mhhh… ya le gustaría que cambiaran las cosas, no?
Muy bueno!!
Zorionak!!
Muxu handi bat
Marta
Muchas gracias, Marta. Seguro que a él le gustaría que cambiarán las cosas; pero, y a ella? Le gustaría a Teresa que algo cambiara?
Muchos besos, preciosa!!
Buen texto, hasta el final consigues mantener la intriga. Al final parece que no se lo dice. Romántica y triste a la vez.
Suerte
Besitos
Gracias, Elysa. Me encanta esa Diosa que te acompaña.
Un abrazo.