59. Las Despedidas Nunca Fueron Mi Fuerte
Hoy, amigo, te digo «adiós». Hoy, amigo, siento tu tacto tan reciente e inolvidable como la primera vez que nuestros días se cruzaron. Hoy, amigo, leo entre tus páginas los últimos esbozos de tu creador, las últimas palabras de aquel genio inventor, que te dio la vida. Hoy, amigo, no tengo palabras para describir mi tormento, ni formas de esconder la felicidad de haberte conocido hasta el final. Hoy, amigo, te quiero presentar a mi relevo, mi testigo. Sólo espero que mi hijo pueda disfrutar lo mismo que yo disfruté contigo. Hoy, amigo, te digo «adiós», un «adiós» que no es definitivo y que no es más que un «hasta luego».
Alberto, tienes toda la razón, un libro es un amigo que ha compartido contigo emociones, y ya es parte de tu vida. Me ha parecido muy bueno y original. Abrazos y suerte.
Es muy bonito este relato poético. Me parece una buena propuesta para el tema del mes.
Abrazos, Alberto.
El libro como el amigo. Muy bonito. Mucha suerte 🙂
Si. Es una propuesta original e interesante. Y me gusta la idea del relevo generacional. Mucha suerte.
Un amigo, como dice el tópico es un tesoro, y un tesoro es un libro.
Que tengas suerte.
Gracias a todos! Creo que este caso, todos estamos en la misma página y que los libros, como los amigos, pueden perdurar por siempre en nuestra memoria y pueden ser transmitidos a nuestros seres más queridos.
Un abrazo.
Alberto, esa puerta abierta del hasta luego es una llave para él; seguramente la abra. Suerte y saludos
Un deseo de toda madre, que sus hijos disfruten de sus libros preferidos tanto como lo ha hecho ella. Buen relato. Saludos.
Gracias a los tres. Como decís el relevo de todo padre y toda madre a sus hijos con sus libros preferidos con la esperanza de que ellos lo disfruten también.
Un saludo,
Alberto.
Original homenaje a la lectura, esa que te embelesa y atrapa de tal manera que hace que devores las últimas páginas del libro a una velocidad de vértigo, lo que (paradójicamente) te proporciona un dolor extraño y masoquista, al sentir de cerca el vacío del final. Tú lo solucionas pasando el testigo a tu hijo, buena solución. Enhorabuena.