SEP41. ENTRE BAMBALINAS, de María Estévez
El cobertor le rodea y ella encuentra un punto de apoyo en el viejo sillón. La brisa de la noche se cuela por la desvencijada ventana, acaricia su rostro. Es un beso venido desde lejos. Tararea entre susurros la música del viejo bistró. Una nota en la mesilla le recuerda en qué momento debe de tomar la medicación, y en un buró de caoba una carta de amor permanece infinitamente inmortal; le gusta releer la posdata: Misty, es la consigna por la que debían o no, volverse a ver. El funeral fue discreto. Ítaca la acogió en sus transparentes aguas.
Sensacional y en tu línea. Eres muy hábil con atmósferas sobre la melancolía del ánima. Destaco el aire de tienda de antigüedades, o como diría Hannibal Lecter . . «L´Air du Temps» Sabes que tienes mis buenos deseos para estos párrafos que has escrito. ¡Muy Buenos Días Septembrinos! » J «
Post Scriptum : Con bistró y buró has acertado: Son dos talismanes de órdago.
Gracias por tu grato y extenso comentario, por tus buenos deseos…
Un abrazo!
María Estévez
María, tu cuento, entre triste y romántico… todo el lleva a una gran soledad bien descrita, con imagenes muy claras. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda…
Saludos cordiales
María Estévez.
Una melancolía muy bien reflejada, entre otros estados de ánimo que se presentan en el relato.
Suerte!
Rosa
Gracias por tus palabras Rosa…
Un abrazo
María Estévez
Me encanta imaginar esa estancia de mobiliario clásico tal como la describes.
Recuerdos, añoranzas y un adiós inoportuno que quedó infinita demora.
Suerte y recibe mi saludo.
Gracias por seguir mi blog y gracias por comentar tan agradablemente el texto,,,
Saludos cordiales
María Estévez
Un relato que apela a las emociones y que logra un dejo de tristeza en el lector. Me gusta, ¡suerte!
Saludos.
Eres muy amable Beto…
Gracias
Saludos
María Estévez
El relato es un dejarse llevar, un abandono del cuerpo y del alma de la mano de un recuerdo. Es bonito. Suerte, un saludo.
Gracias, Ana.
Saludos.
María Estévez
Un bello relato para guardar en un bargueño.
Abrazo fuerte.
Gracias María…
Abrazo cálido
María Estévez