111. ALMAS EN LA NIEBLA
Como cada anochecer del último año, cuando las primeras estrellas comienzan a despuntar en el cielo de la Costa de la Muerte, encuentran la figura de María con la mirada perdida en el horizonte, esperando ver regresar el barco de Marcos.
Permanece allí, muy quieta, desafiando al viento que se empeña en derribarla, hasta que sube la marea y las olas del mar rompiendo contra el acantilado, trepan hasta besar sus lágrimas.
La luz del viejo faro que no pudo salvarlo, despide sus pasos cansados de regreso a casa.
Antes de dormirse, plasma en un pequeño diario los recuerdos de su vida juntos, antes de que se los arrebate el olvido.
<<Te esperaré siempre amor>> escribe al final de cada página.
Ésta mañana, el pueblo ha amanecido envuelto en una densa niebla que se ha adentrado durante la noche desde la costa. También se ha colado por la ventana abierta de María, llenando cada rincón de su habitación.
Pero ella no abre los ojos para despertar. Su cuerpo sin vida, muestra sin embargo en su semblante un rictus de felicidad.
Sobre su pecho, manchando su camisón de tinta, reposa su diario mojado, y entre sus páginas emborronadas, olor a mar.
Quizá él fue a buscarla, quizá se reencontraron de nuevo…
Lo único importante es que ella murió feliz.
Bella y trágica historia de amor en el fin de la tierra.
Un saludo y suerte.
Gracias por comentar Modes. Si, es verdad, el volvió a buscarla y se encontraron en la niebla.
Suerte para ti también.
Interesante historia de amor, que pareciendo trágica, tiene cierto final feliz.
Abrazos
Gracias por leer y comentar el relato Javier.
Un saludo
Bella historia de amor, de reencuentro más allá de la muerte, que tiene por escenario el incomparable paisaje de mi tierra. Gracias por traérmela en forma de relato.
Gloria, gracias por dejarme un comentario. Me alegro de que te haya gustado el relato.
Hace años recorrí la costa de la Muerte de principio a fin conduciendo siempre pegado al mar solo por el placer de contemplar el paisaje.
Saludos y suerte este mes
Hermoso y triste, como una leyenda.
Gracias por comentar Carmen. Quería darle un aire de leyenda al relato y me alegra ver que lo he conseguido, al menos contigo.
Saludos
José, preciosa historia de amor y reencuentro. Abrazos.
Gracias por dejarme tu comentario Salvador me alegro de que te guste.
Un saludo
Qué da o no la felicidad lo decide cada uno. Creo que tu relato, entre muchas otras cosas, nos apunta esa idea. Los vacíos son terriblemente dolorosos. Me ha gustado mucho. Te deseo mucha suerte 🙂
Hola Juan Antonio, tienes razón, los vacíos que dejan nuestros seres queridos cuando parten a veces son insalvables. Gracias por comentar.
Aprovecho la ocasión para felicitarte por tu victoria en el concurso de la Ser y desearte mucha suerte en la final mensual.
Un saludo
Me ha gustado la historia, sobre todo el remate de «olor a mar».
Gracias por el comentario Maria. La idea del olor a Mar fue lo primero que se me ocurrió y de ahí nació todo.
Un saludo
Bonito relato y hermosas imágenes ¿conoces la Nana de lluvia de Carlos Núñez? Me ha venido a la cabeza al leerte. Suerte y un abrazo.
Hola Eva, gracias por comentar.
No la conocía pero la he buscado por internet y me he asombrado al descubrir el paralelismo que guarda con el relato.
Aprovecho para darte la enhorabuena por haber llegado a la Final semanal en laSer
Bella y poética historia de reencuentros. Con final trágico y feliz. Me ha gustado. Un beso
Concha, gracias por tus palabras de elogio hacia el relato. Me alegro de que te haya gustado.
Un saludo
Me ha gustado ese toque trágico-romántico envuelto entre niebla.
Ella esperando a su amor desde la costa le da un aire a la canción de Maná ‘En el Muelle de San Blas’.
Mucha suerte.
Pues Esperanza, igual me he inspirado un poco en ellos para escribir porque la canción
Que nombras es una de mis favoritas.
Gracias por comentar.
Saludos
Gracias por tu comentario Ana, me alegro de que te guste el relato.
Suerte para ti también.