AGO164. QUIERO DORMIR, de Purificación Rodríguez Díaz
No puedo dormir. Creo que moriré pronto porque, según dicen, no se puede vivir en perpetua vigilia. Y yo estoy continuamente despierta.
Lo he intentado todo, desde meter la cabeza debajo del agua para ver si así cerraba los ojos, hasta tapármelos con las manos para no ver nada. Todo inútil. Debajo del agua no consigo cerrarlos y mis manos siempre dejan libre algún ángulo.
Creo que la razón por la que nunca he sabido lo que es un sueño reparador, como suelen llamarlo los que duermen, es que mis ojos reciben tantas imágenes y tan continuamente, que mi cerebro no es capaz de procesar tanta información de golpe y siempre tiene trabajo pendiente.
Es un auténtico tormento que me está volviendo loca. A veces no puedo pensar con la claridad de antes, cuando, aunque tampoco dormía, era más joven. Noto que estoy más lenta de reflejos y eso puede resultarme fatal, lo sé.
Ayer mismo, casi palmo de un zapatazo propinado por un niño perverso, empeñado en que el pastel que yo estaba comiendo, era suyo. Estaba sobre una mesa y yo lo había visto primero. Mientras me ponía a salvo de milagro, osó gritarme:
¡Muere, maldita mosca!
Qué malo es el insomnio y qué bien lo has descrito. Encima ni comer en paz le dejan. He leído que las moscas no viven más de dos o tres semanas, así que pronto acabará el suplicio…
Un abrazo.