Un beso de gratitud
Micaela, que ya había cumplido los ochenta, pasaba grandes ratos con expresión meditabunda y nostálgica ante su vasta biblioteca. Ella, que nunca tuvo hijos, miraba a sus libros con la preocupación que una madre enferma observa a sus pequeños, pensando en qué sería de aquellos ejemplares cuando ella faltase. Esos libros a cuya lectura debía tantos viajes desprovista de maleta y equipaje. Ávida de saberes y sentires, sus ojos habían deambulado entre los textos como zahoríes en busca de las fuentes del conocimiento.
El día que Micaela barruntó cercana la muerte pidió a su asistenta que le pintara sus ajados labios de rojo carmín. Seguidamente ordenó que le acercase cada uno de aquellos viejos tomos. Con manos trémulas los fue abriendo uno a uno depositando un fervoroso beso en el interior de sus páginas, al tiempo que decía con voz queda y ojos llorosos “gracias compañero”, en un íntimo acto de gratitud y despedida. Esos libros habían llenado de plenitud su larga vida aferrada a una silla de ruedas.
Bonita narración y bonito homenaje , con esa prosa tan sensible y rica y con muy buen estilo narrativo, que tuvo mucho que ver con el buen resultado de nuestro trabajo en común junto con Héctor Romero. Me ha gustado mucho la idea y la imagen de los besos de carmín.Suerte y un abrazo.
Hola, Antonia. Mil gracias por tu generosísimo comentario que en verdad creo no merecer. Me alegra mucho que te haya gustado y que me lo digas. Reconozco que yo últimamente estoy muy perezosa para hacer comentarios.
Otro abrazo para ti.
Me has movido emociones. Me ha gustado mucho. Mucha suerte 🙂
Bueno, pues si he conseguido emocionarte solo un poquito me doy por más que satisfecha. Muchísimas gracias, Juan Antonio. Saludos
Hola, Jams. Acabo de observar un despiste muy gordo en mi relato. A la protagonista la llamo en primer lugar Micaela y la segunda vez que lo hago la llamo Laura. Me traicionó el inconsciente. Si me lo unificas a Micaela te lo agradeceré mucho. Por cierto, apenas veo lo que escribo, la letra gris clarita casi no resalta en el azul. No sé si los demás comparten esta impresión. Saludos afectuosos.
Hola Juana. Puedes entrar al cuento y rectificar lo que quieras. De momento ya lo he hecho yo, pero prueba…
Tienes razón, Jams. Se me había olvidado que ahora podemos acceder a los relatos y hacer rectificaciones. Ya lo he probado. Gracias por tu paciencia.
Me gusta como describes sentimientos, más allá de tu prosa exquisita.
Gracias por compartir.
Un abrazo y mucha suerte.
Gracias a ti por leerme y comentar tan generosamente, Moli. Otro abrazo para ti.
Precioso broche de oro para cerrar el mes de abril. Es como un beso de despedida, ni hecho adrede sale mejor.
Mil gracias, Edita, por tus halagadoras palabras. Este relato lo envié fuera de tiempo, lo pensé muy a última hora y tuve dudas sobre colgarlo o no. Veo que ha merecido la pena solo por lo agradecidos que sois algunos compañeros. Un abrazo.
Tiene razón Edita, es un magnífico y muy digno cierre de Abril. Me ha gustado tu relato Juana, buenas descripciones, buen ritmo, ese homenaje permanente a los libros y el descubrimiento final de que lo habían sido todo para Micaela.
Mucha suerte y un beso.
Hola, Rafa. Te digo lo mismo que a Edita, que eres muy generoso en tu comentario y me llenan de ilusión tus palabras sobre el relato. Otro beso para ti.
Juana Mª, precioso homenaje a los libros de una vida, esos amigos que nunca te fallan. Abrazos y suerte.
Salvador, muchísimas gracias por tus palabras. Sí, los libros son unos amigos ejemplares, siempre tienen algo que contarte y además no se enfadan si los interrumpes. Abrazos también para ti.
Qué mejor compañero y amigo que un libro. Nunca nos defraudan.
Ya echaba de menos, Juana María, tu relato. Entrañable y bien contado, como siempre.
Suerte y un abrazo.
Tú siempre tan amable y atento, Ángel. Sí, los libros son la mejor compañía y consuelo de muchos. Gracias por tus palabras y otro abrazo para ti.
Tierno relato con catarsis final.
Gracias por leer y comentar, Lorenzo. Saludos
Qué bonito, Juana. No había descubierto tu relato hasta hoy y me ha emocionado.
Y, como ya te han dicho, perfecto cierre para el mes de los libros.
Un abrazo.
Gracias, Patricia, a mí me emociona emocionarte. Este relato fue enviado fuera de tiempo, pero en todo caso me considero premiada con vuestros comentarios. Otro abrazo para ti.