AGO160. MATAMOSCAS, de Jhon Felipe Benavides Narváez
Una vez, como muchas otras, lo único que contemplaba era el vuelo de una mosca. Sentía cuando me zumbaba suavemente a los oídos. Un temblor sacudía mi cuerpo y también creo, que la habitación sentía lo mismo pues las fotografías, las cobijas y los cuadros estaban en el suelo, y una forma —como de mujer — pedía compasión ante el azote del matamoscas.
Simpático relato si lo veo por el lado sexual, de divertimento sado.
Pero también dejas opciones a ver el maltrato…
Es mi duda, en cualquier caso corto y de impacto.
Saludos y suerte
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Pues no le veo lo simpático, con todos mis respetos, me parece un relato tragiquísimo, de maltrato absoluto. Me ha impresionado, la verdad.