19. El cuarto de costura (Eva García)
Las cortinas de encaje revolotearon traviesas y la floreada lámpara titiló, dándome la bienvenida, cuando atravesé el umbral. Todo seguía intacto en aquel santuario en el que, lejos del humo y los vozarrones de los hombres, nos refugiábamos las mujeres de la familia entre hilos y botones, susurros de confidencias, cintas métricas y risas.
Enseguida sentí que la antigua complicidad me rozaba el alma deshilachando mi desasosiego. Me acurruqué en el sillón de cretona, donde de niña vestía a mi muñeca con retales, y cerré los ojos. El tiempo se detuvo; las cortinas se desinflaron y la lámpara dejó de hacer guiños mientras mi corazón atribulado buscaba una respuesta dentro de aquellas paredes impregnadas de sabiduría femenina. Cuando los abrí, mi mirada se posó en el viejo arcón de caoba. Me dirigí hacia allí y la nube de aroma a lavanda que escapó al levantar la tapa acentuó mi nostalgia. En el fondo, un olvidado ajuar de bebé con iniciales primorosamente bordadas parecía haber estado esperándome todos esos años.
Me pareció escuchar la antigua pianola del rincón desgranando notas triunfales. Fue entonces cuando decidí que Irene, o tal vez Ismael, vendría al mundo a pesar del canalla de su padre.
Eva, has detallado, primorosamente, ese mundo femenino de reuniones y esperas. Suerte y saludos
Ese mundo femenino tan apartado del masculino en ciertas épocas, desde el que, sin ellos saberlo, se movían tantos hilos :). Gracias Calamanda, por dejar siempre tu rastro.
Sin duda la inicial sugirió el nombre a poner al bebé.
Bonito texto lleno de hilaridad, que deja bienestar al leerlo, aunque el final aporte un pelín de desasosiego.
Abrazos.
Ahh, me encanta que hayas cazado el hilo de la hilaridad, Virtudes :D. Esas iniciales estaban destinadas, claro. Gracias y un beso.
Eva, que entrañable la escena que pintas. Qué complicidad de mujeres. Bonito relato. Un beso
Gracias Concha. Un rincón con buenas vibraciones y espíritus alegres, sin duda. Un beso.
¡Que bueno Eva! Pintas el lugar con el romanticismo que contrasta con la dureza del final.
Un abrazo y mucha suerte.
Hola! que agradable visita. Pues el final no es tan duro ¿no? más duro hubiera sido que decidiera lo contrario. Creo que la protagonista ha encontrado la fuerza que necesitaba para minimizar el impacto del canalla en su vida… Un abrazo y muchas gracias, Moli!
Has creado un mundo dentro del mundo, una verdadera isla de y para mujeres, donde la protagonista encuentra la inspiración para decidir que va a tener esa criatura que crecerá sin padre, porque éste no está a la altura de serlo.
Muy buen texto.
Un saludo y suerte.
Gracias Ángel: si, más o menos de eso se trata. Una isla de mujeres diferente. Gracias y un abrazo.
Eva, de qué forma tan bonita has reflejado esa isla de nostalgia y reconocimiento, donde nuestra protagonista se impregna de esa fuerza y coraje para afrontar su situación. Muy bueno. Abrazos.
Seguro que acudió allí porque sabía que se empaparia de lo que necesitaba. Gracias Salvador. Abrazos.
Gracias Salvador, era un cuarto muy especial, sin duda. Me alegra que te haya gustado, abrazos.
Dejando aparte el final, duro pero hermoso, el resto del relato me ha despertado recuerdos dormidos. Muy bueno.
Gracias Edita. Un abrazo.
Eva, me ha gustado mucho cómo has descrito con tanta sensibilidad las sensaciones. El puñetazo final casi ni ha dolido, porque toma una sabia decisión. Solo espero que el canalla no sea un violador. Mucha suerte, un abrazo.
Hola Lorenzo: pues en mi mente e intención sí lo era, pero lo dejo al gusto del lector. Gracias y otro abrazo a ti.
Tu relato me ha hecho revivir los aromas del pasado, las texturas y la fuerza de las sabias mujeres que utilizaban sus rincones de poder invisibles para crear sus mundos propios y transmitir su fuerza . Muy bonito
Gracias Reyes, acabo de venir del tuyo: esos centros de poder invisble, como tú dices y poco o nada reconocidos, en eso hemos coincidido. Me alegra que te haya gustado, un abrazo.
Me parece un gran relato plágado de islas: la de las mujeres en ese reducto que hacía huir a los hombres, la temporal que ha cosido todos esos recuerdos a la estancia y la que compone ella misma, rodeada por un oceáno de soledad y dudas. Mucha sensibilidad y gan ambiente. Yo creo que el nombre más indicado sería Ilario.
(No me covence la ubicación de la pianola)
Mucha suerte para fin de mes.
Besísimos.
La iba a poner entre el maniquí y el telar, pero se autoejecutaba sola y había a quien le daba yuyu. Y , claro, entre sillones de cretona, mesitas de té ,arcones y lámparas, solo pude arrinconarla ahí, con un rollo de papel al parecer de tintes militares (¿se colaría algún hombre en el cuarto o quizá lo tenían las mujeres para disimular como parte del camuflaje para que no oyeran sus tejemanejes?). Me gusta tu clarividencia sobre las diversas islas, gracias por tus deseos. Bicos grandes.
Ahh…e Ilario, de ‘ilo’ e ‘ilaridad’ hubiera sido perfecto, por supuesto ;). Más bicos.
Muy bonito, me ha gustado mucho. Como dices más arriba, un rincón lleno de buenas vibraciones y espíritus alegres que empujan a la protagonista a tomar una sabia decisión. Lo leo en voz alta y me gusta más si cabe, muy agradable.
Un abrazo, Eva.
Gracias Ginette, veo que este mes hemos puesto a nuestras protagonistas ante la misma decisión…y creo que ambas han tenido suerte . Un abrazo.
Qué duro contraste entre esa isla de mujeres que sirve de refugio y de saberse cómplices frente a la de los hombres. Está muy bien que sea en ese santuario donde encuentre la respuesta que busca. Me gusta también ese final brusco e inesperado.
Suerte y saludos.
Ahora ya no es tan así, pero tengo la sensación de que antes sí, de que los hombres y las mujeres tenían cada uno su mundo aislado del otro género y había tabúes y cosas que jamás compartían. Gracias por pasarte, rafa, me alegra que te haya gustado. Un saludo.
Bonito relato. Irene o Ismael llagaran arropados de cariño.
Felicidades.
Eso seguro, María. Gracias y un abrazo.
Hola, Eva.
Creo que es un relato delicioso. Una isla diferente a la que yo he pensado, pero muy hermosa. Esas iniciales bordadas me han erizado los pelillos y eso me pasa cuando algo me llega.
Menuda crack estás hecha.
Un beso muy grande y suerte.
Y elegí la letra al pinto pinto gorgorito y me salió la I de isla. No soy ninguna crack, más bien una crock, pero me encanta que te guste. besazo a ti también.
Gracias Ana, ternura era lo que quería plasmar. Un beso y suerte a tu también.
Eva. Me parece un relato estupendo. Por las vueltas que trae y lo bien que lo explicas. Me lo he leído un par de veces más solo por gusto. Me ha gustado mucho. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio, si fuera cuestión de suerte… ;). Besos
Muy buena decisión, Eva, y muy buen micro.
Suerte y besos.
Hola Inés, gracias por tus palabras. A ver si pasa este finde y me pongo un poco a comentar, que leer ya he leido algunos. Besos
Hilas el relato con puntadas certeras y nos hilvanas una historia hasta donde tú quieres llevarnos. Lo has bordado. Palabra de retales.
Un beso.
Me ha gustado mucho, Eva, con su tinte lírico. Aquellos cuartos de costura donde no dejaban entrar a los varones. Lo has narrado muy bien. Personalmente me hubiera gustado un poco más si no aparece lo del canalla, simplemente, con la decisión de tener el hijo. Pero bueno, jovencita, te ha quedado muy bien cosido.
Hola Eva. Sin duda lo que más me gusta es el final.que es mejor por contraste.
Un abrazo