05. A MEDIAS (Ángel Saiz Mora)
Todos los veranos llegaba un ángel, menos en ese final de junio, cuando la ausencia anunciada se confirmó.
Alicia me había hablado de la enfermedad en sus cartas, de una incierta lista de espera y visitas al hospital.
Mientras acompañaba a mi padre en los sembrados, recordaba nuestras charlas de otros años. Al caer la tarde, rodeado de vecinos que anhelaban marcharse para siempre, sentía de nuevo esa mirada suya, aquel decir sin palabras lo que yo significaba para ella, una mezcla de cariño y límites: Matías, un buen chico, el mejor amigo del pueblo; nada menos, pero también nada más.
El mismo día en que cumplí los dieciocho viajé a la capital, con muchos papeles que firmar y las intenciones muy claras. Solo puse una condición: el anonimato. Nunca he contado a nadie lo que sucedió allí.
Sigo unido al mismo lugar, a cargo de las tierras de la familia. Alicia, felizmente restablecida, viene algunas semanas en época estival con su marido e hijo.
Saber que una parte de mí permanece en su interior me ayuda a sobrellevar una vida incompleta, en la que el riñón que no tengo es lo que menos echo en falta.
b r a v o
Hola Ángel, precioso relato. Solo tengo una duda, me desconcierta esa Laura, pensé que era Alicia. Para mí solo hay una mujer. ¿O es que no lo he entendido? Un besazo.
Muchas gracias, J.
Elena, tienes toda la razón del mundo y te agradezco mucho la apreciación. Laura y Alicia son dos nombres que siempre me han gustado y que no es la primera vez que los utilizo en microrrelatos, se ve que se me trastocaron las dos de alguna forma misteriosa. Tras corregirlo, ya solo hay una: Alicia.
Me alegra que te guste, gracias otra vez y un abrazo
Me ha encantado,Ángel. Qué emotiva, qué bella historia, el amor sin condiciones claramente expresado en ella.
Suerte y un abrazo grande.
Donar siempre es un acto de amor, en tu relato ese amor emociona por el sacrificio que supone, por ser tan tan incondicional y silencioso, qué bonito.
Un abrazo
Vuelves a crear un gran personaje, dotado de una capacidad de amar difícil de igualar y de de una generosidad sin límites, y lo cuentas de una manera impecable en la que el último párrafo te pellizca tanto por el fondo como por la forma. También el título me parece muy acertado. Espero que tengas mucha suerte con él, porque la mereces. Un abrazo, Ángel.
Así es, Rosy, el de este hombre es un amor puro, generoso, que sabe que no va a obtener nada, o apenas nada, a cambio, sin roces ni desgastes, algo triste, pero también hermoso. Me alegra que te guste.
Muchas gracias y un abrazo, Rosy
No sabemos si en la realidad pueden existir personas capaces de darlo todo, con gran sacrificio personal incluso, sin obtener una justa correspondencia por ello. En el fondo, quizá, lo admitamos o no y en todos los ámbitos de la vida, siempre esperamos algún tipo de contraprestación, pero es posible que haya personas capaces de sentir y actuar como este personaje.
Mil gracias, Enrique. Un abrazo
Precioso relato Ángel, me ha encantado.
Que bien describes ese amor limpio de Matías hacia Alicia, y como su deseo hacia ella se queda » a medias» al igual que su cuerpo tras la donación.
Enhorabuena
Un hombre enamorado hasta la médula, como pocos, aunque también incompleto, física y anímicamente, nadie puede tener todo.
Gracias por comentar y me alegra que te haya gustado, Fernando.
Un abrazo
Desde luego que era el mejor amigo como se leía en su mirada. Un excelente amigo y valiente por lo que hizo de manera altruista manteniendo el anonimato. O quizás cobarde por no declararle su amor en todo ese tiempo…
Me ha encantado, Ángel.
Abrazos
Es probable que si él no llegó a declararse de forma abierta fue porque tenía clara la negativa que iba a recibir de antemano: era el mejor amigo del pueblo, pero nada más. Aún así, tienes razón en que quizá podría haberlo intentado, para descartarlo del todo. Seguro que, en todo caso, él habría actuado después de la misma manera altruista y discreta. Algunas veces da la impresión de que lo que sucede no depende de nosotros, sino que todo parece escrito de antemano, con un guion que no se puede variar.
Muchas gracias, Aurora.
Abrazos
Para mí, el de tu protagonista es el amor más grande que puede ofrecer el ser humano. Enhorabuena, una vez más, querido amigo. Un beso.
Hola Ángel, se aprecia muy sentido este relato. Un homenaje a tant@s personas generosas, guiadas por un sin fin de motivaciones, y que se ponen en los zapatos del otro.
Suerte y abrazossss
Un micro espeluznante con un final preciosamente elaborado. Mi pregunta es si en la vida real puede existir esa generosidad tan incondicional, que pone en juego tu vida para siempre y sin recibir nada a cambio (ni un «Gracias»), si la persona a la que donas no es tu hijo/a. Me ha dado qué pensar.
Gracias Ángel
Me ha encantado leer este corto relato. Este humilde personaje, que lo sitúas en algún lugar de la España vaciada, tiene la virtud de ser generoso y darlo todo por aquella a quien ama, en este caso Alicia, sin esperar nada a cambio, ni siquiera a ser reconocido como donante.
Ese sorprendente final que da sentido al título completan un relato, a mi parecer, redondo.
Enhorabuena Ángel.
Magnífico relato, Ángel. una historia de amor incondicional y de un personaje, Matías, al que le pongo cara de ángel, y apellido Saiz. No lo he podido evitar. Espero que no te siente mal, pero es lo que tiene la imaginación en la literatura.
Un fuerte abrazaco, amigo Ángel.
Se me ha puesto carne de gallina, un reflejo atávico de la emoción. Un abrazo.
Seguramente sea así, Puri: dar todo y no pedir nada, un amor verdadero, puro y completo, que no espera contraprestación.
Me alegra que te guste.
Gracias y un abrazo, Puri
Efectivamente, Calamanda. Las personas que dedican su tiempo y sus energías a los demás cuando más lo necesitan, merecen toda la admiración del mundo. Los defectos que pueda tener este personaje (de eso no se salva nadie) quedan más que exonerados con su generosidad desinteresada.
Muchas gracias y un abrazo, Calamanda
Isabel, si esta pequeña historia te ha hecho pensar un poco ya me doy por satisfecho. El objetivo a evitar por todo aquel que pretende escribir y contar es resultar indiferente. Hay que reconocer que la actitud de este hombre tan enamorado y altruista no es usual, pero también es verdad que, de existir alguien así, no sabríamos reconocerlo por su discreción absoluta; ni siquiera ella, Alicia, es consciente de que vive gracias a él, nunca lo sabrá.
Gracias por leer, por tus palabras y reflexiones, Isabel Cristina
Un abrazo
A nada que meditemos un poco, Javier, nos damos cuenta de que todos vivimos un poco «a medias», en tanto la felicidad completa, como bien sabemos, es una quimera inalcanzable. Por ejemplo, aunque encontremos el amor y formemos una familia bien avenida, llega un momento en que perdemos a los padres; aunque eso sea ley de vida una parte de nosotros se va con ellos, y como eso tantas y tantas cosas. Para este personaje, la pérdida de un órgano de su cuerpo significa poco, porque sin la mujer de su vida su existencia ya nunca podría ser plena; al menos, tiene la buena conciencia de haber evitado que ella dejase este mundo demasiado pronto.
Agradezco mucho tu tiempo y me alegra que te haya gustado.
Un abrazo, Javier
En qué buena estima me tienes, Isidro, yo a ti también, ya lo sabes, aunque no podemos saber si seríamos capaces de llegar a esa capacidad de entrega, tendríamos que estar en la piel del protagonista. A lo más que se puede llegar es a tratar de ser buenas personas, como lo eres tú; eso no es imaginación, es una realidad constatable.
Muchas gracias y un abrazaco grande, Isi
Paloma, los sentimientos y las emociones se reflejan en el cuerpo, reacciones y gestos nos delatan. Tengo que admitir que me complace que esta pequeña historia te haya provocado algún destello involuntario, me alegra porque tú entiendes mucho de historias.
Muchas gracias y un abrazo, Paloma
Magnífico relato, Ángel. Una gran muestra de altruismo, tan ausente en estos tiempos que corren.
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo
Hola Ángel, aquí podemos decir ese dicho que también es bíblico: que no se entere tu mano izquierda de lo que hace tu mano derecha (o viceversa). Siempre me enseñaron en casa que si haces una buena obra no debes publicarlo a los cuatro vientos porque terminas por quitarle el sentido de humildad y entrega que tenía. Ya sabes que te deseo todo lo mejor precisamente por eso, porque eres un hombre generoso y humilde y sé que darías un riñón y más si alguien necesitado te lo pidiera. Un abrazo y muy feliz noche para ti y los tuyos.
Es cierto que, salvo honrosas excepciones, las de personas que se entregan a los demás, el altruismo no es moneda corriente, puede que no lo haya sido nunca.
Muchas gracias y un abrazo, F. Javier
Seguro que tú también lo darías todo por una buena causa. Es cierto que la cita bíblica tiene en este personaje un claro ejemplo de aplicación práctica.
Muchas gracias por tus palabras, Mercedes
Un abrazo
Querido Ángel, veo mucho en tu micro… Ese cariño a medias que Alicia le tiene (él es el mejor amigo del pueblo, nada menos pero también nada más) se traduce en Marcos en un amor total que lo lleva a vivir a medias, a causa del amor que siente y que ella no corresponde, y del riñón que no extraña y que, por ese mismo amor, le ha donado anónimamente a Alicia, que ha podido recuperarse y ha rehecho su vida con marido e hijo, y obviamente ni siquiera sospecha quién ha sido su benefactor…
Yo creo que existen muchos Marcos, más allá de los micros y la ficción; personas cuyo amor no les cabe en el pecho, que no quieren migajas, y que prefieren darse a sí mismos, dar una parte suya, aún sabiendo que de esa persona que aman tanto no recibirán nada…
Y también encontramos el tema del campo, de quienes no tienen otra que quedarse en el pueblo a cuidar tierras familiares y que ven, resignados, cómo se van sus coetáneos…
Como siempre, volvés a sorprenderme con un micro sin fisuras, sencillo en su profundidad, y eso siempre es de agradecer.
Besotes, amigo 😘😘😇😇
Todo cuanto apuntas en tu amable comentario coincide con los puntos principales de esta pequeña historia, en la que aparece un personaje que ama con toda su alma y que no puede, ni sabe, ni quiere hacerlo de otra manera. Posiblemente haya más personas así de las que nos imaginamos, quién sabe, hasta cualquiera de nosotros, bajo el contexto de unas circunstancias concretas, podría actuar de una forma semejante: generosa, altruista, discreta y desinteresada. Por otro lado y como seguro que conoces, el problema de la gente que abandona los pueblos para engrosar las ya sobrepobladas capitales es un verdadero problema en España. Todo ello late en el relato, cuyo tiempo en leer, analizar y comentar que has utilizado te agradezco mucho.
Besos, Mariángeles
Pienso que hay muchas lecturas en tu relato. Ese hombre vivirá a medias tanto física como espiritualmente. Pero, ¿y si no sabe vivir de otra manera? Quiero decir, esa vida de mártir, ese trozo incompleto, ¿acabará por definirle? Se queda ahí, siempre se queda, quieto, callado… Tal vez lo eligió muy conscientemente. Enhorabuena!!
Es difícil saber si lo que nos ocurre es consecuencia de nuestra propia actitud o, por el contrario, no tiene nada que ver con ella; qué dosis hay de comportamiento propio y de circunstancias ajenas en lo que nos sucede. Es posible que este personaje, si ha sido capaz de un sacrificio tan noble y altruista, sea porque en el fondo se siente bien de esa manera, mejor incluso que si lograse sus objetivos, puede que ni él lo sepa.
Gracias por tu lectura y por esa visión diferente y también posible.
Un saludo, Susana.
Otro relato redondo. Este viene cargado de bondad, de entrega sin límites y de esa incondicionalidad que solo se puede entender desde el amor.
La frase final —demoledora— le da pleno sentido al título y resuelve el relato de forma fluida. Sin aristas.
Enhorabuena Ángel. Me ha gustado muchísimo.
Hay personas generosas, como has sido tú con tu amable comentario, que te agradezco infinito.
Gracias otra vez y un abrazo, Cecilia
Hola, Ángel.
Tu relato es claro ejemplo de la grandeza de este género pequeño en extensión, pero grande como pocos. No hay más que leerlo para darse cuenta lo mucho que se puede contar con muy pocas palabras, si quien las junta tiene el oficio del que tú haces siempre gala.
No creo necesario añadir mucho más para decirte que me ha encantado y que pienso que vas estar en la pomada esta convocatoria.
Un abrazo, tocayo.
Se hace lo que se puede y lo mejor que uno sabe. Si conseguimos que a alguien le gusten un poco nuestras historias ya habremos hecho algo. Agradezco mucho tus palabras y a la espera quedo de tu relato, que no me pienso perder.
Mil gracias y un abrazo, tocayo
Precioso relato, Ángel. Me imagino a tu personaje como un pequeño campesino porque es más fácil encontrar esa generosidad extrema entre gente humilde que entre quienes lo tienen todo.
Suerte.
Un Abrazo
Es cierto, cuanto más tenemos más queremos y, lo que es peor, más exigentes y menos generosos nos volvemos.
Muchas gracias y un abrazo, Jorge
Hola, Ángel, tu micro es muy emotivo, de los que calan hondo. Si Alicia es un ángel, Matías, un arcángel. Hay que querer mucho a alguien para donarle un riñón y, además, hacerlo anónimamente, impidiendo así que te dé las gracias y pueda sentirse en deuda toda la vida. Un ejemplo de enorme generosidad. Un relato ejemplarizante. Felicidades y suerte. Un abrazo.
Darlo todo y no pedir nada, sin obtener más que la satisfacción de lo bien hecho. Seguro que toda buena acción tiene, aunque no lo parezca, su justa consecuencia, no solo para quien la recibe, sino también para quien la realiza.
Muchas gracias, Juana.
Otro abrazo para ti
Hay más de una parte de Matías en Alicia. Su corazón está también presente en ella aunque esta no lo sepa. Total, tampoco sabe que su riñón es de él.
Que relato más emotivo y cuánta dulzura destila.
Un abrazo.
El problema de Matías es que la correspondencia de Alicia hacia él no es la misma que él siente, la balanza de su relación está muy desequilibrada, pero no puede dejar de quererla y desearle lo mejor, aunque pierda una parte de sí mismo en ese empeño.
Muchas gracias, Virtudes.
Otro abrazo para ti
Mauricio Wiesenthal, un escritor al que adoro, dice en uno de sus libros una frase que también me define a mí: «Mi mitología es la de los héroes derrotados». Tu héroe anónimo, derrotado, y aún así feliz, me ha emocionado.
Un abrazo y mucha suerte, Ángel.
Vivir con coherencia y autenticidad no significa aferrarse de forma obstinada a lo que no es posible, sino ser uno mismo; lo que luego suceda, eso que llamamos éxito o derrota, ya no depende solo de uno, sino de las circunstancias, del azar y tantos factores que también juegan. Cada persona debe hacer su apuesta, que ya es un triunfo en sí mismo.
Mil gracias, Rafa. Un abrazo
Un emotivo relato sobre el afecto y la generosidad, Ángel. Esa que se da sin esperar nada a cambio. La renuncia es aún mayor si se hace sin que lo sepa quien la recibe. En tu relato implica además la imposibilidad de cumplir el mayor deseo del protagonista que queda con una vida incompleta. Sin embargo, el personaje vive en paz consigo mismo. La percepción de proximidad y de sentirse parte de la vida de la persona amada se convierte en un refugio emocional valioso. Enhorabuena.
Un abrazo y suerte.
El que una vida sea completa o no seguramente no dependa solo de uno, hay muchos factores y hasta otras personas que intervienen, o no, para que eso suceda o esté alejado de hacerlo, pero como bien dices, vivir en paz consigo mismo no tiene precio, una vida se acerca tanto más a la plenitud cuanto más se acerque a ese estado.
Gracias por leer y comentar, Josep Maria
Un abrazo