50. Ab uno discunt omnes
Tengo mis pensamientos escondidos en una maceta por miedo a conocer el porqué de tus silencios.
Salgo de casa y recorro las calles mientras la ciudad duerme. Llevo veinte minutos caminando y el tacto de la nieve con mis pies colorea mi piel de un tono morado, pero eso no importa en este momento. Aún faltan dos manzanas, el sonido del mar rompe el silencio, y como cada día, temo que este amanecer sea el último, pero allí estás tú, y mis miedos se desvanecen. Me acerco a ti, y así permanecemos hasta que el sol se asoma de nuevo en el horizonte, recordándonos que la ciudad se despierta. Nos alejamos, ya no escucho el sonido del mar, me dirijo de nuevo a casa, pero no llego. Me desplomo en el suelo, y además de mis pies, también la nieve se tiñe de morado. No traté de poner finales a mis principios, sino de fortalecerlos, para lograr que el mundo, en su defecto, fuese un poco mejor.
Tengo mis pensamientos escondidos en una maceta por miedo a conocer el porqué de tus silencios.
Relato muy poético; a ver por ti cuántos aprenden; suerte, Lorena.
El relato es precioso, aunque no veo ninguna relación con el tema propuesto, Waterloo y Cañones.
Con este relato pretendía defender la libertad, que en definitiva es uno de los derechos más importantes que tiene el ser humano. La escena se inspira en la represión durante la guerra, el protagonista es un joven que es perseguido por sus ideales y solo puede ver a la persona que quiere durante la madrugada, y aunque finalmente lo asesinen, muere luchando por sus sueños. Sé que el relato puede resultar confuso y da lugar a varias interpretaciones, intentaré mejorarlo para los próximos relatos. Os agradezco mucho vuestros comentarios, un saludo.
Me encantó tu relato, Lorena. Creo que no hay nada que mejorar porque es un texto poético, muy bien logrado. En la literatura es el lector el que le da la interpretación final a la obra, que se convierte enteramente suya cuando la lee. Un abrazo. Felicidades!
Un relato lleno de poesía y que atesora muy buenas maneras. Entra suave y se disfruta al leerlo. Mucha suerte 🙂
Lorena, poetico relato para un tema tan violento. Suerte y saludos