ABR.27. OFRENDAS, de Yolanda Nava
El bosque exhibía una quietud extraña. De los árboles se desprendían lánguidas hojas resecas que salpicaban de tonos ocres una tierra yerta y escarchada; la laguna era un lodazal sin apenas agua.
En lo alto de una cima, los animales imploraban al dios de la lluvia.
Hacían sus ofrendas revestidos de una humildad concebida a golpe de necesidad:
-Te daré el dibujo de mi piel –susurró el leopardo.
-Te ofrezco mis rugidos; dijo un vacilante león, que no deseaba renunciar a lo que ofrecía.
-Mi esbelto cuello puedes acortar –murmuró la jirafa, mirando al cielo.
Pero sólo el plomizo sol parecía escuchar.
Cabizbajos, iniciaron el descenso hacia la llanura.
De pronto, una sensación casi olvidada paralizó sus pasos, la lluvia les regaló –generosa- su caricia anhelada.
El león quiso rugir de alegría, mas de su garganta no salió sonido alguno; el leopardo quería ver el bello dibujo de sus motas oscuras sobre su piel mojada, pero, en su lugar sólo encontró un brillante pelaje monocromo; la jirafa, -estupefacta-, observó cómo las copas de los árboles se alejaban de ella.
Anansi, el buen dios, atendió diligente sus ruegos.
microsyotrashistorias.
Preciosa historia!!
Cierto
Belleza en estado puro!!
Dicen que hay que tener cuidado con los deseos, que a veces se cumplen. Tú me convences de que así es.
Un saludo
Gracias a tod@s por vuestros comentarios. 🙂
Me gusta. A veces para conseguir algo hay que perder otra cosa…
Muy original, bello relato.
Este Dios atiende los ruegos. Hay sacrificios que merecen la pena. Un beso Yolanda.
Bello relato, Yolanda. Un abrazo
Qué fábula tan preciosa. No sé porqué este año la lluvia ha inspirado cantidad de historias, la echabamos tanto de menos …
¿Dónde hay que votar? Abrazos