ABR.33. ESCALOFRÍOS, de Ángeles Sánchez Gandarillas
Estaba apoyada sobre el frío cristal del ventanal, su respiración formaba un círculo del de vaho; la parecía que seguiría lloviendo.
Los truenos parecían latigazos, restallaban haciendo eco por las enormes escaleras que llevaban a las habitaciones de arriba.
De pronto, un relámpago iluminó todo el salón, cayó sobre un seco y viejo manzano. A pesar del aguacero, se incendió como la yesca.
Deslumbrada, despegó la frente de la fría ventana.
Seguían a oscuras, la subestación eléctrica se averió a causa de la tormenta.
Sentía miedo, aquella casona estaba aislada del pueblo.
Notó un ruido tras ella. Se cruzó la bata enérgicamente y se fue girando poco a poco…
Se formaba sobre la pared, la oscilante y tenebrosa sombra de aquel hombre alto y fuerte…
La cabeza le daba vueltas y su estómago se revolvía. No podría salir de allí, a no ser que él lo permitiera.
¡Andrea, -dijo con su fuerte voz-, acércate!
Obedeció temblorosa. El hombre la abrazó con ternura.
Ella tiritaba.
Querida, conseguí calentar la cena, también encontré velas y mantas; esta noche tendremos que dormir sobre la alfombra, cerca de la chimenea; mañana iremos al pueblo para encargar el gas.
Sí, Mario.
Se besaron dulcemente…
te cala el frío, buena ambientación
¡Gracias por tu comentario!, ayuda a seguir adelante y evita la sensación de ser ignorada…
Abrazo. Lns
Me gusta la forma que tienes de narrar y como muestras sutilmente la realidad que cuenta la historia. Enhorabuena
Para mí, no está bien cuajada la historia. No es un extraño el que entra, tampoco debe desconocer la voz, por tanto… se puede temblar de frío, pero en ese momento de miedo, no. Se puede tiritar de emoción ante la presencia de un ser que nos enamora, pero ¿temor?…
Por lo demás, bien.
Gracias por tu comentario. Traté de que entrara el lector al relato y parece que lo conseguí, si sentiste o creiste sentir todo eso; eso me alegra. No obstante, tomaré en serio tus apreciaciones. Me serán útiles para mejorar futuros escritos.
Lns.
De nada, Lns. Me alegro que no te hayas molestado. Te lo he enviado con la mejor intención del mundo. Saludos.
No obstante, observa que el miedo lo produjo el relámpago. Quise enredar un poco y hacer en 200 palabras una historia diferente.
Te dejo una mis frases y breverías:
MAESTRA- La vida enseña en todos sus aspectos, si no aprendes, cometerás error sobre error y surgirá la desgana y el aburrimiento.
Querido Anónimo, te puedo asegurar que aprendo y me divierto mucho y solamente me enfado cuando la muerte se lleva a mis seres queridos, que por cierto, tampoco consigo con ello que me los devuelva…
Gracias de nuevo.
Abrazo. Lns
Lns, gracias por lo que dices. Tienes razón, la vida enseña y aprendemos de nuestros errores.
Me alegro que te diviertas y seas feliz. En cuanto a los seres queridos, una vez que se van nadie nos los devuelve. Las personas que creen esperan encontrarlos en el más allá.
Un abrazo para ti y que disfrutes en este lugar lleno de poesía y que tú aportas un granito de arena.
buffff, si esta aficionada a la escritura tenía esperanzas de que alguien del jurado valorara su relato, con el 3º comentario se habrá ido a la porra… Un apreciación, la próxima valoración o crítica que sea en un correo privado.
¡Ánimo y a superar!!!!
La dama de hierro.