ABR.41. LLUVIA DE ABRIL, de Elisa Bueno
Ella se agitaba entre las sábanas, gimiendo como un animal herido.Él intentaba que despertara, pero desde hacia meses, nunca lo conseguía.Hoy, una vez más, despertó ausente, ni sus palabras, ni sus caricias la devolvían su maravillosa sonrisa de ayer.
El tintineo de la lluvia en el cristal les devolvió a la realidad…
Imposible visualizar nada más allá de la tormenta estrellándose en el parabrisas. Emergiendo en la densa niebla él no es capaz de esquivar aquella densa mole, un último sonido, escucha, nítidamente, un claxon.
La oscuridad se transforma en destello.
Ella observa el rayo de luna iluminando el jardín en penumbras y traspasando el haz, un destello humano. Acaricia amorosamente su barriga prominente y le habla:
-\»Una noche tormentosa te alejó de mí para siempre pero esta lluvia de abril te ha devuelto a mí, una vez, más para que sepas que una parte de ti, siempre vivirá conmigo\».
Él comprendió todo el amor que allí se respiraba y su sonrisa se convirtió en luz de luna y se perdió en la eternidad.