ABR.45. LLUVIA QUE LIMPIA, de Adrian Rodriguez
Para algunos los remordimientos se presentan como dolor de estómago, a otros les despoja del sueño, desde siempre para mi, la lluvia ha sido mi moral. Ya de niño arremetía contra la ventana de mi cuarto cada domingo, cuando intentaba escaquearme de misa escondido entre las sábanas. A medida que confesaba mis pecados, las nubes se volatilizaban como por arte de magia. Con los años he aprendido a controlarlo. Todos sabemos cuando hemos hecho algo malo, cuando debemos limpiar nuestra consciencia y cuando asumir la culpa. Unas simples palabras pueden competir con el peor de los actos. No se cuál han sido las que abrieron la brecha entre tu y yo, probablemente sean las que no se atrevieron a salir de mi boca, por miedo tal vez, o por vergüenza. La tormenta ha durado ya diez años, hoy vengo a decirte lo siento.
Sigue así. Espero ver más cosas tuyas publicadas 🙂
El relato es bueno, pero los tiene usted mejores. ¿ha detectado la ausencia de tilde en su apellido?