ABR.60. EL BOSQUE DE NOÉ, de Nicolás Jarque
En mi bosque, de un tiempo a esta parte, aparecen especies nuevas. En enero fueron los renos y los osos polares; en febrero los ñus y los koalas; en marzo, las jirafas y los pingüinos; y hace unos días, una boa y un caimán. Ninguno de nosotros sabe con exactitud a qué se debe este fenómeno y ellos tampoco porque aún no logramos entenderlos. Defiende el búho —erudito y observador él— que lo trajo la lluvia como al resto de nosotros y también a estos nuevos pobladores. Su hipótesis es que nuestro rincón es el último reducto salvaje de la Tierra y que la naturaleza, sabia ella, nos has trasportado hasta aquí para protegernos. Los que no le creemos, seguimos especulando y aguardando a que vuelva a diluviar para desmontarle su explicación.
Ja,ja, Nicolás…vaya bosque que has montado. Has suprimido el arca, y te has lanzado al Bosque ¿no sería que lo tenías guardado de la edición anterior? …no, ya sé que no. 😉
Me gusta tu bosque de especies en extinción, y en especial el búho y su historia de lluvia. El resto que quieren llevarle la contaria …¡seguro que no pueden!.
un abrazo Nicolás.