ABR.74. MI BENEFACTORA, de Mayte González-Mozos
Hace un mes yo era un desconocido, estaba extraviado, el miedo y la lluvia que caía queriendo arañarme, me hacían temblar. Aprecié de refilón una bruja tras un castaño centenario, y temí que me lanzara su trillado encantamiento. Pero me tranquilizó el ver unos elfos que retiraron la hojarasca del bosque a mi paso. Un zorro al cruzar el Camino, se detuvo para lanzarme una mirada misericordiosa. Yo debía proyectar una imagen lastimera y desoladora. Así recorrí el húmedo Sendero y llegué a la puerta de un alojamiento. Aquella noche las hadas tejían mi destino. Toqué la puerta y Ella me abrió. Y allí chorreando agua, con mi aspecto patético, me quedé paralizado, mirándola, a merced de su piedad y bajo el aguacero. Fui invitado a pasar al acogedor interior de piedra.
Volvimos de vacaciones. Hoy distingo que Ella se agita bajo la ropa de la cama. Suena la urgente alarma. Como todos los días estoy a su lado y percibo su ansiedad al pensar en su jefe, en la jornada que le espera… ─Si yo fuese humano también sufriría el absurdo de la vida-. Me pasa su cálida mano por el lomo y yo intento alegrarla moviendo el rabo.
Envuelve lo fantástico. Al final lo real. Y termina dejándonos con un tajo de navaja afilada y una sonrisa.
Buen micro.
Al principio me he sentido trasladada a mi infancia. Después conducida a un aposento que me gustaría conocer. El encanto se rompe con lo cotidiano, para terminar con un zarpazo de humor.
Te deja las GANAS DE RECORRER EL SENDERO por el que ha transitado el protagonista.
Interesante relato, pasa de la Fantasía a la cotidianeidad en apenas un párrafo, haciendo un divertido guiño al lector. Algo difícil en el complejo mundo del microrrelato. ¡Me gusta!