ABR.97. DE LLUVIAS, ESPEJOS Y DEBERES, de Gabriel Bevilaqua
Me estaba afeitando cuando comenzó a llover dentro del espejo. Al principio era una lluvia anémica, pero velozmente mudó en tormenta tropical. Empapado, mi reflejo se me quedó viendo con los ojos tristes como abalorios sin brillo. Pensé en ir por un paraguas, mas —aparte de sentirme ridículo— se me hacía tarde. Así que tapé el espejo con una toalla y como pude me terminé de rasurar.
Al volver del trabajo, y con la certeza de que lo de la mañana había sido sólo una alucinación, me dirigí hasta el baño. El interior del espejo estaba colmado de agua y mi imagen yacía ahogada al fondo del mismo. Después de analizar detenidamente las circunstancias, descolgué el espejo y lo enterré en el jardín.
Nada anormal sobrevino en los días posteriores hasta que la incipiente y picosa barba me urgió a afeitarme. Entonces comenzó a llover dentro del flamante espejo. La relación entre una cosa y la otra se hizo evidente y me fue imposible —tras dos inhumaciones— obviar la obligación ética para con mis yoes especulares…
Aunque he de admitir que no sé durante cuánto tiempo más podré soportar esta horrenda barba.
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Buen micro acuoso desde la primera palabra hasta la última. Estoy por aquí en este ratito deleitándome con vuestras «aguadas», porque a la mía le sobran palabras y necesita un arreglito.
Felicidades Gabriel. Hoy te visitaré por tu casa.
BESOS
Gracias, Laura. Seguro que tendrás tu texto listo a tiempo 🙂
La idea y tu imaginación tienen un diez por mi parte. Pero creo que la segunda parte del párrafo final es algo liosa. Abundas con alguna idea que no defines del todo.
Suerte y un abrazo.
Gracias, anónimo. Puede que tengas razón, aunque creo que la idea queda bastante clara, sugerida.
Muy imaginativo, mucho trasfondo. O picará la barba o habrá que rescatar el yo del fondo, del fondo con un cante jondo.
Gracias, Anónimo. Jeje, así es.
casi perfecto
Gracias, anónimo 🙂
me ha gustado porque a menudo es el espejo que tiene razón…
tenemos de cambiar, pero no solamente nuestra apariencia, sino nuestro ser entero porque somos demasiadas veces «muertos en vida»…
Gracias, kistila.
kistila, ¡qué razón tienes!…
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¡Suerte en el concurso! al autor.
Gracias, anónimo. Veremos si la suerte responde 🙂
Me gusta, Gabriel. Lo que vemos en el espejo, en el fondo, es un reflejo de lo que nos pasa. Muy psicológico el micro, e imaginativo.
Un abrazo.
Gracias, Sara. Tu texto también me ha gustado mucho (y no es devolución de gentilezas).
gracias Gabriel por desearme suerte pero no creo que sea para esta vez…
también espero tus futuras participaciones porque me gusto esta participación tuya…
si se puede saber: ¿cual era tu seudónimo para el tema del bosque?…
Kistila, claro que te deseo suerte, pero a decir verdad el que lo hizo más arriba fue anónimo (el 4). En el certamen del bosque no participé, se me pasó la convocatoria.
Saludos
Gabriel, soy el anónimo 1 y el 4, si no pudiste participar en el tema del bosque, espero que sigas participando en los siguientes… seguramente que nos gustará a todos lo que escribas. Eres educado, contestas a los comentarios, así como también lo hacen otras personas, en estos casos es de agradecer…
¡Suerte y enhorabuena a todos porque la verdad es que yo no sabria cual escoger, tan bonitos y tantos que hay!
«anónimo»: me gusta tu sinceridad y estoy totalmente de acuerdo con lo que dices sobre lo de agradecer que respondan a unos comentarios hechos con el corazón
Kistila, un beso para ti. Anónimo 1 y 4.
Gracias, anónimo. Siempre que puedo contestó los comentarios porque sé que el que los hace espera ese feedback (yo, claro, también lo espero), y es lo mínimo que se puede hacer ante la cortesía de quien deja un mensaje.
Y coincido: hay bastantes textos buenos, lo tendrá difícil el jurado.
Saludos, y suerte si participaste del concurso.
Gracias por entender. He participado, quiero que para mí sea lo principal y olvidarme de los resultados porque si no, de lo contrario, no hubiera escrito ya que el nivel en algunos es tan alto que una se queda apabullada, pero bueno no quiero que eso me impida enviar el próximo.
Yo utilizo el anonimato porque me resulta más fácil expresarme. Dejar comentarios con mi nombre real, me da vergüenza.
¡Saludos y suerte en el concurso!
Anónimo 1 y 4.
Simplemente espectacular. Eres un microrrelatista como la copa de un pino. Un abrazo.
Gracias, Mar 🙂
Saludos