ABR05. JUAN DESOREJADO, de Inés Zapirain López
Su defecto no le restaba atractivo, una mata de pelo negro tapaba su falta de oreja, cuando su hermano se la cortó, él, harto de continuas vejaciones, terminó matándole.
La historia de Juan cambia a partir de ese momento, su leyenda como bandido protector de los más débiles llegó muy lejos. Llegó hasta mis oídos. Juan comenzó a fascinarme.
Cada vez que observaba mi ajuar pensaba en él, en las mujeres a las que haría el amor. Ellas vibrarían desnudas, no vestirían un absurdo camisón de abertura vertical bajo el ombligo; pero las anticuadas costumbres de mi familia me obligaron a prometerme con un caballero igualmente rancio, y una vez casados viajamos juntos.
Jamás imaginé que el destino nos acercaría al Desorejado y sus hombres, mostrándome a un esposo sin escrúpulos: para mi sorpresa, el caballero me ofreció al bandido. Juan, furioso por semejante propuesta, se lo quitó todo y me tendió la mano, asegurando mi completa libertad.
Juan siempre me respetó. Fui yo la que me deslicé junto a él una noche, la que acoplé mi cuerpo desnudo al suyo, lleno de cicatrices.
Soy yo la que me pregunto a diario qué diferencia a un caballero de un bandido.
Inés, en los lances del amor los caballeros y bandidos ofrecen muchas sorpresas. Suerte y saludos.
Gracias, Calamanda. Muchos besos!!
Inés es mejor dejarse llevar sin darle vueltas a las cosas para no correr riesgos de locura. Divertido micro. Abrazos
Me alegra que te hayas divertido, Rosa.
Un fuerte abrazo.
Inés… muy buen relato!!!
Me ha gustado la ambientación medieval, se palpa muy bien!!!
Y efectivamente, caballero y bandido… mmmmhhh… yo también me quedo con el bandido, ja, jaaa!!!
No era tan «pendón desorejado» el susodicho, eh??? je, jeee!!
Zorionak eta zorte on!!!
Muxu bat
Marta
Desde luego, el bandido tiene mejor pinta, jajaja
Yo también creo que la vida sería mucho más emocionante con él. Gracias, Marta.
Muxu bat!!!
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¿Que qué diferencia a un caballero de un bandido? ¡¡Nada!!. Los verdaderos caballeros son bandidos de corazones. Los verdaderos bandidos (véanse estos tiempos que vivimos sin ir más lejos) tratan de pasar por caballeros. Y hay gente que se lo traga.
Un beso.
Tienes toda la razón, Eva. Gracias por leer y comentar.
Un abrazo!!!
Desde luego que el hábito no hace el monje, cada día aparecen casos que lo demuestra, como bien dice Eva, (¡qué país!).
Igualmente me quedo con el bandido, será nuestro «amante bandido», jajaja.
Sí, tiene pinta de ser muy buen amante. Te lo digo yo, que para algo he sido la que me lo he imaginado, ja, ja
Un abrazo, Ginette.
Inés, el relato tiene mucha fluidez es entretenido y da placer de leerlo. Enhorabuena me gustó mucho, Sotirios.
Gracias, Soti. Ya se te echaba de menos.
Un beso!!!
Bueno Inés pues te diré que me ha gustado mucho tu relato. Es verdad que lo externo no siempre guarda relación con lo interno, por suerte. Bien escrito y concluido, si acaso, me falta algún punto en el primer párrafo, cuando hablas de su tara y de su hermano.
Suerte y un saludo
Félix Valiente
Gracias, Félix. Tendré en cuenta tus consejos, y me alegro, mucho, mucho, que te guste.
Un abrazo.
Inés Z.
Hermoso relato con un final feliz.
Enhorabuena Ines me ha gustado mucho.
Que tengas suerte.
Gracias, José Ángel.
Un beso!!
Buena pregunta, sí, señor… pero tu protagonista ya sabe la respuesta. Me gusta ese diálogo interno de la narradora-protagonista y el final feliz, aunque hay comas que las veo mejor de puntos y se me ha hecho un poquito farragoso leerlo, bueno y que es viernes claro…
Nada, cuidadín a ver a quien te encuentras por los caminos…
Gracias, Mel, tendré cuidado con todo 😉
Voy a pasarme por tu relato, estas últimas semanas ando sin tiempo.
Muxu bat!!!