ABR06. CABALLEROS DE ALMADURA, de Yesica Primera Higuera
Una niña feliz, inteligente,educada, obediente siempre…; era la retahíla de un padre orgulloso, la madre, contenta con la hija que le tocó; la pequeña, en su cuarto rosa, muñequitas bien vestidas, con las caras transformadas por la libre expresión artística, _ ¡niña artista!, decía la madre; quien que se vanagloriaba de la suerte de haber conseguido un hombre bueno, el mejor padre…
La pequeña , siempre curiosa por saber si sus padres fueron niños alguna vez, si no podía tener otro hermano, en sus pensamientos más imprecisos, sino sería adoptada, _qué preguntas haces nena, decía la madre, _¿los papás querrán igual a la niñas que a los niños? preguntaba con insistencia , _porque papá me quiere como demasiado, _ eres nuestro tesoro, por eso papá anda siempre pendiente de ti, _mami ,cuando vayas a casa de la abuela a tomar el café llevame contigo, también quiero que por las noches seas tu quien me cuente historias, papá me ha contado muchas y las de él no me gustan, me dan miedo, el dice que lo abrace, que lo apriete fuerte, pero el miedo no se me pasa; cuando tenga hijos , nunca les contaré esas historias, ni les diré que me abracen así de fuerte.
El segundo párrafo me parece muy interesante Yésica. Se cuece a fuego lento toda una historia que termina tragándose a la que se muestra. Es una pena que formalmente sea un poco de lío entre los persinajes y el narrador, o tal vez sea a propósito.
Algo de efecto laguna, escrito intencionalmente para que el lector concluya.