ABR108. LOS CIEN CABALLEROS, de Mar Solana
Muchos deseaban el puesto de Primer Caballero en el flanco-escolta de su Majestad, el rey de Camirgia. El ayuda de cámara había organizado un reñido torneo. Los vencedores de cada embestida se batirían entre ellos para elegir al centenar reglamentario que acompañaría al rey y a sus tropas, en la XIII Cruzada de las tierras de Absolon. Más de un millar restalló sus lanzas y comprobó la bondad de sus corazas en el galope hacia tan meritorio trofeo. Una semana se alargó la regia selección hasta dar con los cien que defenderían a su Majestad durante el fragor de la batalla. Les ordenaron arrodillarse frente a la comitiva real, con sus petos y pértigas centelleando bajo un tibio sol de otoño. El rey concedía un breve toque en el hombro derecho de cada aguerrido guardián al tiempo que alzaba las viseras de sus yelmos polvorientos. A punto de concluir con tan magna ceremonia, un grito heló el gaznate del soberano al levantar la celada del penúltimo Caballero: algunos rizos de color ámbar se fugaron de su encierro metálico. Unos labios carnosos como uvas granas dejaron escapar una voz de violín que, entrecortada y temblorosa, articuló: «¡Dios os salve, padre!»
Excelente ambientación y una lectura muy fluida, Mar. Y con el añadido de que el heredero (o heredera) quiera demostrar su valía poniéndose al mismo nivel que el resto.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Susana. Un abrazo.
Mar.
Mar, un cuento de corte clásico muy cinematografico. Suerte y saludos.
Hola, Calamanda:
Muy buena apreciación 🙂 Muchas gracias.
Un abrazo.
Hola Mar, me ha gustado mucho tu microcuento. Una historia estupenda y muy bien contada, con sorpresa final y que se adapta perfectamente a mi ilustración que puede tener varias interpretaciones pero la tuya no me la había imaginado y te ha quedado muy bien. Me alegra muchísimo que te haya servido de inspiración el dibujo y a mí esta frase «Unos labios carnosos como uvas granas dejaron escapar una voz de violín» me ha encantado. Es una maravilla 😉 Bss
Hola, Tico:
Tus palabras son un verdadero honor para esta ‘Caballera’. Ya te dije que fue tu ilustra la que me movió a escribirlo.Y sólo por eso y por haber vuelto a contactar contigo ha merecido la pena. Ese es el verdadero premio.
Un beso enorme, compi, y gracias por dibujar tan re-que-te-bien ;))
Un final enorme para tan magnífica ambientación.
Mucha suerte.
Un abrazo.