ABR141. ANTE TODO CABALLERO, de Isabelle Lebais
Después de pasar con la hermosa dama los tres días más felices de su vida, esta le invitó a acompañarla hasta su casa.
Para el caballero era un sueño, quizás aquella noche podría robarle un beso.
Llegaron a la puerta, él se ofreció a ayudarla con la pesada cerradura pero ella no accedió. Cuando consiguió abrirla, ella se echó a un lado invitándole a entrar, a lo que el caballero se negó.
-Las señoras primero.
Le dijo elegantemente, cosa que contrarió a la dama, e insistió en que pasase primero. Él se negó en rotundo.
-Jamás he traspasado el umbral de una casa delante de una dama y no lo voy a hacer ahora, por mucho que insista.
El bello rostro de la joven se transfiguró en una mueca horrible entre odio, maldad y desesperación, que dejó boquiabierto y perplejo al caballero. Cuando reaccionó salió huyendo de allí, sin pestañear siquiera .
La joven asomó la cabeza por la puerta y gritó hacia el interior:
-¡ Ya se que han pasado tres días desde la última vez, pero enseguida vuelvo!
Un desgarrador y desesperado rugido salió de las entrañas del foso del recibidor. Hoy tampoco había cena.
Muy bueno, Isabelle. Un caballero para ciertas cosas, como dejar paso a las damas, pero no muy valiente, porque ante la sospecha de un peligro huye como alma que ve al diablo, jajaja.
Un abrazo y suerte.
Su caballerosidad le salvó de una muerte segura. Gracias por pasar a leer y comentar Ginette Gilart.
Hola y felicidades por ese final.
Me gustó muchísimo.
Un abrazo.
Muchas gracias Towanda, me alegro mucho de que te haya gustado. Un abrazo.
A veces las costumbres «anticuadas», pueden salvarte la vida 🙂
Curioso desenlace amoroso. Una historia romántica que se convierte en relato de terror.
Un abrazo, Isabelle.
Amparo
Las apariencias engañan. Muchas gracias por pasar. Un beso.
Buenas tardes.
Me has sacado un sonrisa con el final Isabelle, yo ya me esperaba… «no pasa tu primero, no tontina, pasa tú, no tonto venga tú»… jajajja muy bueno, me ha gustado mucho ese final de terror… como dicen más arriba en los comentarios anteriores, caballero para unas cosas… porque bien que salió corriendo a la primera de cambio… anda que…
Mucha suerte Isabelle y enhorabuena….
Me encanta que te haya sacado una sonrisa, muchas gracias Nicolás por pasarte y comentar. Un abrazo.
no es ser cobarde huir cuando de repente se da uno cuenta del peligro: es prudencia… (se dio cuenta a tiempo de que era una trampa de la que le había conquistado)…
muy bien llevado hasta el final sin que decaiga el interés…
Kistila, muchas gracias por leerlo y comentar. Un abrazo.
El final da un giro sorprendente. Termina siendo un relato terrorífico. Suerte! saludos
Me alegro de haberte sorprendido Beatriz. Gracas por tu comentario. Un beso.
Vaya, al final te chivaste sobre nuestra primera cita… joee no se puede uno fiar de las mujeres!! ja,ja,ja,ja
(Por cierto, si huí no fue por miedo es que me esperaba el dentista).
Suerte que tuviste… Gracias por pasarte a leerlo y comentar. Un abrazo.
Originalidad no le falta y desde luego, tampoco era imaginable ese final. Me ha gustado mucho.
¡Muchas suerte, Isabelle!
Un abrazo.
Muchas gracias Arturo, me alegro mucho de que te haya gustado. Un abrazo.
Jo, por los pelos. Tendrá que idear una estrategia convincente para la próxima si no quiere matar de hambre al bicho.
Un abrazo.
El siguiente cayó seguro, no hay tantos caballeros…. Gracias por pasar a comentar. Un abrazo Susana.
Me alegro muchísimo en este caso de las profundas convicciones del caballero sobre la educación.
Te felicito Isabelle. Un micro que parecía de amor y que iba a terminar bien, «comiendo perdices» y al que no se le ve venir hasta el último párrafo.
Mucha suerte, pezqueñita.
Muchos abrazos.
Era un caballero de los pies a la cabeza sino tendrían que buscar otra manera de dar de comer al bicho.
Muchas gracias por comentar y pasar a leerlo. Un abrazo y suerte con el tuyo.
Original y con un final inesperado. Te felicito Isabel!
Suerte y un besito.
Muchas gracias k@ry, muy amable por pasarte y comentar. Un beso.
No hay nada como ser un caballero, eso destapa los instintos malvados de cualquier bruja. Un final inesperado y divertido.
Suerte
Gracias Puri por tus palabras. Un abrazo.
Un desenlace original, aunque la insistencia de ella hace prever que hay gato encerrado (o monstruo, u ogro…). Suerte.
Tenía que darle de comer… Muchas gracias por pasar y comentar. Un abrazo.
Isabelle, me ha encantado el final sorpresa. Justo cuando el romanticismo está en el punto más alto cambio al terror.
Olga Artigas
Muchas gracias Olga Artigas por pasar y comentar. Un abrazo.