ABR32. MAMÁ, de Modes Lobato Marcos
Despierta con el sabor del infierno anclado en su boca.
Se incorpora lentamente y, poco a poco, sale de la crisálida en la que, desde hace un tiempo, se ha convertido su cama.
En el espejo del cuarto de baño observa los surcos, que el arado del tiempo y el sueño ha dejado en su piel, en forma de eternas ojeras.
No le importa. Últimamente, no sabe
porqué, nada importa apenas.
Se asea y, caminando casi a cámara lenta , llega al comedor.
El café con leche tiene color y sabor de laguna Estígia.
En la televisión, Marilyn seduce a un pardillo en «Los caballeros las prefieren rubias«
Ella mira sin mirar y oye sin oír a esa preciosa actriz, cuyo nombre no recuerda, que tan mala suerte tuvo siempre con los hombres.
Se aburre, se levanta de la silla, sale pausadamente al patio y, como cada día, pregunta al resto de pacientes del manicomio por su bebé muerto.
En esta historia sobre caballeros no hay dragones ni princesas, ni grandes hazañas. Sólo hay una heroína anónima que ha olvidado que lo es. En tu línea, entre comas, trazos de poesía. Arados del tiempo, crisálida, laguna Estígia…
Me gusta. Mano.
Te va llevando, te va llevando, te va llevando y al final te suelta la bofetada. Poético y desgarrador.
Saludos.
Tremendo.