ABR44. NOMBRE DE CABALLERO, de Paz Alvar
Vendí mi alma y mi reino al diablo cuando me prometió que os traería de nuevo a mi lado, mas cuando vuestro rostro se desdibujó en mi recuerdo supe que había sido traicionado.
Clavo mis rodillas en el suelo yermo y acabo con mi vida ahora, cuando ya no caben en ella más batallas; cuando descubro que ninguna muerte, ni castigo infligido a mis enemigos, podrá devolveros junto a mí.
Tiña mi sangre estas tierras de Castilla para que nadie olvide el amor de este caballero por su dama. Llene mi llanto los cauces de los ríos. Haga la tormenta suyo mi grito de muerte y atraviese el rayo la noche oscura como lo hace mi espada a través de la armadura.
El niño cierra el libro y acaricia una vez más las letras doradas del título: “Leyendas de Caballeros”. Si tiene cuidado podrá sacarlo de la biblioteca cuando nadie le vea. Será la primera vez que hace algo así y por eso su corazón galopa en el pecho como el corcel del hidalgo que acaba de morir. Cuando llegue a casa, para que todos sepan a quién pertenece, escribirá su nombre en la primera página: Alonso.
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Que buena historia, con que buen léxico, ritmo y descripciones. Magnífica aventura la del caballero y la de leer viviéndolo. Perfecto el final, con ese niño ya captado para la causa de la imaginación .
Me ha encantado. Mucha suerte
Muchas gracias por tus palabras, Antonia. Me alegro mucho que te haya gustado el relato. Alonso ya está en casa saboreando para siempre sus leyendas «robadas» de caballeros. Un saludo.
Preciosa historia del niño atrapado en la magia de la literatura y muy bueno el requiebro de su nombre. Gloría Arcos
Gracias, Gloria. ¡Cuántas veces hemos quedado como este niño, prendados de una historia! Es magia, como tú muy bien dices. Un saludo.
Paz, una secuencia tras otra lleva con fluidez a seguir la historia. Suerte y saludos.
Muchas gracias, Calamanda, por tus palabras y tu comentario sobre el ritmo del relato. Vuestros comentarios me animan a continuar imaginando historias. Un saludo.