ABR48. NI CABALLEROS NI PRINCESAS, de Alberto Quiles
Se acabaron los caballeros, murieron los príncipes de cuento y se cuentan con los dedos de las manos las verdaderas epopeyas de dragones y princesas. Ahora se replican los quijotes que transforman molinos en gigantes con ciertos métodos estimulantes y en consecuencia se acaban los zapatos de cristal y la lucha sin descanso por un sueño. Y es ahora que la fantasía y la magia están más presentes cuando los cuentos de hadas desaparecen. Adiós a la complejidad, a los retos y las Ilíadas de conquista entre mortales. La poesía está condenada.
Aunque la realidad no es muy grata no vamos a dejar que desaparezca ni la poesía, ni la fantasía, ni la magia. En nuestras manos está impedirlo. Un abrazo. Gloria Arcos
Precioso relato Alberto,
Aunque espero que no muera la poesía (a mi personalmente me encanta).
Saludos, Blanca
Muchas gracias a ambas.
Evitemos que la realidad nos arrebate las cosas buenas que aún quedan.
Un abrazo, Alberto Q.