ABR55. ETERNOS CABALLEROS, de Mariano Álvaro
He dado mil vueltas por la casa. Se acerca la hora y no sé qué hacer; todos los míos, familiares y amigos han venido para no dejarnos solos. Juan les prepara un café en la cocina, huelo su aroma y me embarga la nostalgia. Cuántas risas y lágrimas han visto estas paredes…
Un nudo aprieta ahora mi garganta. Han llegado los de la televisión y Juan los recibe. Quieren hablar también conmigo, pero ahora no puedo atenderlos. Huyo a la habitación en un intento de no mostrar mi debilidad para mantener mi dignidad. Veo las cajas apiladas en el suelo. Me fijo en una abierta bajo el título “Mis libros”. Quiero cerrarla y los títulos me asaltan. Veo Don Quijote, El último templario, Amadís de Gaula… Son obras que hablan de caballeros; pero ya no quedan caballeros en el mundo…, o sí.
Oigo gritos desde la calle; me asomo a la ventana y los veo. Se enfrentan a la comisión de desahucio pero no llevan lanzas ni espadas, solo sus pancartas y sus manos en alto unidos en un único lema: “sí se puede”.
Duro, muy duro. Esperanzador. Un abrazo.
Gracias Aurora por comentar el relato. Es justo lo que quería transmitir, esperanza, saber que los valores de los caballeros siguen vigentes.
Un abrazo.
Además de tu relato me gusta tu propuesta y estoy totalmente de acuerdo contigo: los caballeros, los héroes, debemos ser nosotros, pero ya no por ideales maltrechos, volvemos a luchar por nuestra dignidad y derechos, que tan consolidados creíamos. Bueno, abandono el mitin y paso a felicitarte y agradecerte tu relato, que faltan hacen escritos que remuevan conciencias. Un abrazo.
Gracias Rosa por comentar el relato. Realmente creo que hay muchos caballeros anónimos hoy en día luchando por los derechos de los demás.
Un abrazo.
Has acertado de pleno.
Gracias por pasarte y comentar el relato. Un saludo.
Gracias Ana por tu comentario. Es cierto que siempre hubo, que hay y que esperemos que haya caballeros fieles a unos ideales, mi homenaje es para ellos.
Un saludo.
Me ha gustado tu relato, por como lo enfocas, la resolución, todo. Pero por los comentarios en general, veo que solamente se habla de caballeros, hay muchas damas, o sea, hay hombres y mujeres, hay la gente, generlamente la buena gente, afectados o no, solidarios, porque todos somos iguales, más o menos, y las situaciones pueden ser las mismas o podemos ponernos en el lugar del otro. Y no hace falta tener títulos, solamente tener sensibilidad. Suerte con tu relato, y saludos,
Gracias por tu comentario, Antonia. Tienes toda la razón, hablamos en general de caballeros pero yo lo que pretendo es que esos caballeros simbolicen unos valores, unos ideales, una lucha… da igual que sean hombres o mujeres, lo importante es que nunca dejen de existir esos valores que defienden.
Un saludo.
Metes el dedo en la llaga desde la primera línea y no lo quitas de ahí en todo el relato. Y ese es su éxito, el dolor que trasmite impregnado de la solidaridad amiga.
Un drama diario.
Un abrazo.
Muchas gracias por acercarte hasta mi relato y comentarlo.
Un abrazo.