ABR58. CASTILLOS EN EL AIRE, de Mercedes Marín del Valle
Lo malo es que siempre quiso ser un caballero, pero no uno de su tiempo, lo que quería era ser uno de armadura en pecho y a ser posible, de lanza y equino. Llevaba tan dentro el sentimiento que se convirtió en la persona más solitaria de su entorno.
De haber tenido la ocasión, habría lanzado una bala incendiada contra el adversario desconocido, desde aquel castillo semiderruido al que se empeñaba en subir cada día por el lado más abrupto de la ladera.
Un día en que su vida le pareció un sinsentido, cansado ya de hacer esfuerzos, decidió bajar por el camino más fácil y en el trayecto se cruzó con unos ojos inmensos, en un rostro armonioso. Pensó que sería bonito gozar del descanso del guerrero al lado de tan agraciada dama.
Hizo un intento de acercarse pero la mujer pasó de largo ignorándolo por completo.
Ella subía cada día para ver si desde la atalaya de aquel ruinoso castillo, divisaba al príncipe que siempre creyó merecer.
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Jamás debieron existir caballeros como él. Pero han sido elogiados siempre. Algún día cambiaremos.
Has dicho lo que hay que decir y muy bien.
me ha gustado pero siento que no hayas desarrollado mas los sentimientos de ella: te quedaban mas de 20 palabras…
en efecto, historias paralelas de dos corazones muy afines…
Mercedes,
Me ha gustado mucho la historia de las dos almas tan iguales pero que no llegan a conectar.
Título muy apropiado.
Suerte.
Saludos, Blanca
Qúe bien lo has contado, Mercedes, aprovechando el tema del mes. Me ha gustado mucho cómo cuentas el desacierto en las relaciones. Buen cruce de personajes desorientados en este texto.
Un abrazo.
Gracias a todos por vuestras palabras de ánimo. Me encanta que os haya gustado la historia y… no he querido desvelar los sentimientos de ella porque… igual para el próximo mes, ja ja ja… no, en serio, me pareció que decir, que ella iba siempre por el camino más fácil y que creía merecer en un príncipe, dice ya MUCHO de la dama ¿no?-
Gracias de nuevo.
tienes razón Cora… y no habia «caido» en ello…
¡y no es muy a favor de la dama!!… les hay que piensan que «valen mucho»… que hagan el esfuerzo de «llegar a ellas»…
…lo que pasa es que yo era un poco rebelde y prefería subir en los arboles y trepar en las rocas antes de hacer ganchillo…
sera por esto mismo que me gusto mas un caballero muy macho cántabro a un caballero francés demasiado bien educado…
De cualquier modo, uno vale por lo que es y vale más cuando en el camino va recogiendo enseñanzas, así, el camino abrupto se transformará en uno más liviano. El esfuerzo, no lo será tanto. Válido para ambos sexos ¿eh?
Besos a ti y siempre gracias.
Mercedes, no siempre se está en el lugar adecuado en el momento adecuado y eso a veces también puede ser una ventaja. El tiempo es el que lo dice. Suerte y saludos.
No te preocupes, te entendí bien. Gracias. Se feliz y afortunada.
No te preocupes, te entendí bien. Gracias. Se feliz y afortunada.
Me alegro que mi relato de tanto juego para contar historias tan bellas. Buenas noches Ana, buenas noches Kistila
yo aquí puse las opiniones que tenia mi marido de las españolas de su tiempo…
ha tenido muchas novias y ha tenido para comparar…
yo poco puedo decir porque como el se puso de ganadero entre animales y gente del pueblo muchos años he estado cortada del mundo…
de todos modos en todos los países y sitios hay de todo y, que sepa, las francesas no tenían una fama muy «halaganueras» (esto va para mi difunta suegra)… halagüeñas…