ABR84. LA CONQUISTA, de Sara Lew
Yo no lo miré primero, fue él quien clavó sus ojos en los míos como su bandera al llegar a nuestra costa. Me agarró del brazo con firmeza y de un tirón me montó a la grupa de su caballo. No negaré que sentí temor, pero también orgullo de ser la elegida. Por aquel entonces yo era pura furia e instinto, viento y juventud. Él era como un dios; con sus ojos transparentes y su piel tan blanca, parecía hijo de la luna. Tomó de mí todo lo que quiso y yo me entregué sin más. Acudía a verme todas las noches a la tienda que destinó para mí, al otro lado del campamento. Pequeño gran hombre, poderoso entre los suyos, pero débil y casi inexistente entre mis brazos. Quizás por eso nunca me afectó su desdén al llegar la mañana, ni ver su actitud galante hacia esa mujer pálida y lechosa aun con el sol quemándole las mejillas. A ella sí la miraba a los ojos delante de sus soldados, pero eso tampoco me importaba. Por las noches, era él el vasallo.
Hola Sara,
Bonita historia, bien narrada.
Saludos, Blanca
Gracias, Blanca.
Un saludo.
Sara, podría ser una histora sacada de las Mil y una noches. Su ritmo clásico, y el tema, tan cinematografico, la hacen muy visual. Suerte y saludos.
Es de esas historias clásicas que se repiten en el tiempo, aunque tal vez sin caballos ni galanterías 🙂
Un saludo.
Un final enérgico. Un relato bien llevado.
Mucha suerte Sara
Ella dice enérgicamente que no le importaba verlo con otra, así que seguramente le importaba 🙂
Gracias Elena por tu comentario. Un abrazo.
Linda historia relataste, en la que reflejas varios aspectos de la naturaleza humana, en su instinto, su necesidad, su cobardía, su hipocresía…
Muy bueno Sara.
Demuestra que no es lo mismo un hombre a caballo, que un caballero.
Gracias, Yashira.
Un abrazo.
Precioso relato donde contrasta el amor platónico y amor carnal. No sé con cual me quedaría. Quizás con ninguno. Impecablemente escrito, como siempre. Un beso.
En aquella época de rangos y clases, esos dos amores estaban bien diferenciados. Quizás lo mejor no sea tener que elegir, sino encontrar en una sola persona las dos cosas.
Gracias Mar. Besos.
Qué bien cuentas esta historia de amor y poder.
¡Suerte! (aunque escribiendo como escribes, no creo que la necesites).
Un abrazo
La suerte es poder participar aquí cada mes, que me leáis, que me dejéis vuestras impresiones del cuento…
Gracias, Rosy.
Un abrazo.
Muy buen relato, con ritmo y armonía.
Abrazos, María Rojas.
Gracias, María. Un abrazo.
Muy bueno Sara, yo me quedo con ese equivocado orgullo del que sólo cura la madurez, de sentirse especial por se la elegida, aunque no siempre nos convenga quien nos ha elegido.
Besos.
Y en la madurez, como quizás le pasa a la narradora, vienen los recuerdos, los de semblante serio y lloroso o los de sonrisa pícara.
Un abrazo, Yolanda.
Buen ritmo y buena contraposición de fuerzas, de miradas, de entregas, de damas. Muy buen relato y final, amén de título.
Felicidades, suerte y abrazo.
Como dices, es un cruce de fuerzas, de «quién conquista a quién».
Gracias, Antonia. Un abrazo.
Una se imagina a ese caballero tan bien descrito y a esa dama que lleva las riendas. Me ha gustado mucho Sara.
Nuria.
Gracias, Nuria. Un abrazo.
Muy logrado desde mi humilde visión. Y es difícil captar tan bien sentimientos complejos en tan pocas palabras.
Es que la historia da para una novela 🙂
Gracias Cybrghost por pasarte por aquí a comentar.
Un abrazo.
A mí me ha gustado mucho tu comentario. Muy interesante tu lectura, Ana. Como si ella te contara su sueño y tú lo interpretaras en el diván 🙂
Un abrazo.
No fallas, Sara. Espectacular este micro. Tienes el don de contar mucho y muy bien en muy pocas líneas.
Un relato precioso.
Un abrazo.
Mi favorito de este mes. No comento más. Está todo dicho.
Un placer leerte.
Un saludo
De acuerdo con todo lo anterior. Como siempre, un relato excelente. Enhorabuena.
Muy bonito. Ella se conforma con saber que las noches son suyas, y que su entrega es real. Historía de amor al uso, como la vida misma. Suerte
Una historia muy bien narrada, Sara. Me llevas a la conquista/destrucción de América, aquellos guerreros tipo Cortés y su Malinche. Suerte a final de mes.
El conquistador/ conquistado. El señor/vasallo. Dualidades, comportamentos según las circunstancias, según el público. Una mirada femenina que nos seduce con su historia que es la de su pueblo vencido, conquistado. Una reflexión que puede ser atemporal.
Besooos, Sara.
Hola Sara. Coincido con otros en que evoca la conquista americana, con la supuesta superioridad europea que en el relato que tan bien cuentas no deja de ser ficticia.
Suerte y un saludo.
Félix Valiente
Me ha gustado mucho tu cuento Sara, no solo tiene un planteamiento original, también está muy bien escrito. Y me pasa lo mismo, me voy de viaje allende los mares al leerlo…
Un beso
Retrato preciso de toda una época. Creo que el narrarlo en 1º persona le da mucha fuerza y es un acierto. El título es perfecto, me ha gustado mucho mucho tu caballero-vasallo.
María Elejoste Larrucea = MEL
Magnífico relato, consigues hacer un retrato certero de una época y una tradición instaurada, innombrable pero aceptada por todos. Me ha gustado mucho.
Suerte.
Un abrazo,