AGO02. MAÑANA Y TÚ = INFINITO, de Marcos Santander
Desde que nací esssstuve ideando y preparándome para volar por espacios fantásticos y mmmmelodiosos que en principio no parecían destinados a mí pero que cada día imaginaba. Siempre anssssiaba llegar a la edad adulta para realizar todas aquellas cosas que la juventud no mmmme permitía. Todo era posposición y retraso. Poder solazzzzarme en el interior del pabellón auricular de un guepardo lanzado a más de cien kilómetros por hora ¡Qué pasión! O perder la noción del tiempo atravesando en semanas o meses el soberbio espacio que media entre un núcleo y su nube de electrones ¡Qué pasión, qué lujo-lujuria! Siempre he ssssido un perfeccionista y me gussssta planear las cosas hasta su último detalle pero ha llegado la noche y me temo que es la última. Tengo mi tagma superior algo dañado y lo que es peor, parece que mi exoesqueleto se ha agrietado ligeramente a nivel de mi abdomen y el escape de alguno de mis humores internos me tiene aprisionado a este parabrisas. Nunca puedes dejar nada para después, no merece la pena, la vida tiene sus ritmos. Ademássss calculo que los primeros rayos del Sol acabarán evaporándome !Qué mmmmierda! ¡Qué osssstia!
Marcos, ya no podré mirar en los viajes el parabrisas de la misma manera.
Me he reído un montón.
Un abrazo
Gracias EPÍ, es verdad, allí acabaremos todos: en un gran parabrisas, unos dicen que contemplando al insecto mayor para mayor gloria, y otros rodeados y junto a los insectos e insectas con mejor cuerpo y disposición.Salud.
Puuuf, lo tuyo anima. Me he mirado el exoesqueleto y veo que anda medio bien. Ya estoy tranquilo. ¡Qué mal lo deben pasar esos bichos en los viajes!
Yo, antes de cada vuelo, me hago una revisión a fondo, sobre todo del sistema de navegación y la vista ¡Por si las moscas! Salud, un tal. . .
Menos mal , Marcos, que pones un poco de orden en este blog…….;) Si no fuera por ti…..
¡Qué bueno es tener insectos amigos!
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¡Qué bueno es tener insectos amigos! Repito
Donde pone «este comentario ha sido borrado por el autor» se debe a que , ya que era una repetición del anterior, he aprovechado para probar la opción «eliminar», que hasta ahora desconocía. De todos modos,, aprovecho para agradecer a M.S. el detalle de responder dos veces.Y es que……. » qué bueno es tener insectos amigos!
Me ha encantado el lenguaje tan onomatopéyico de tu mosquito y las imágenes con las que ilustras expectativas y frustración.
Si es que la vida no entiende de especies. Gracias Ópalonegro.
Tu relato me ha hecho reir… y viajar. Me ha gustado. ¡Suerte!
Pues para eso es también la literatura. Creo que es su función vigésimo enésima. Muchas gracias Belén.
Aunque no veas lo bien que se queda uno cuando el parabrisas es de un Aston Martin. Ahora bien, yo , por si acaso – que soy muy bicho- sólo salgo de noche cuando hay reuniones de moteros , por si acaso.
Eres un fenómeno
Yes, it is! El lujo tiene su punto. Baina fenómeno, como todo el mundo: un exoesqueleto, un buen par de ojos compuestos, antenómeros, varios pares de patas y cuatro zarandajas más que vienen de serie. Sigue, sigue, no pares.
Yo ssssssssigo y sssssssssssigo y sssssssssigo,, que para eso soy un mosquito tigre. Y los agostos estoy de moda.Luego no se habla de mí en todo el año
¡Qué difícil es ser mosquito tigre, trompetero, o, sencillamente, un insecto cualquiera en este proceloso mar de mamíferos empedernidos!
Que sí, que no hay que dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, que luego se te daña el tagma y ya no puedes. Me ha gustado mucho este relato tan ingenioso y divertido. Saludos y suerte.
Ana, me encanta tu diversión y agradezco tus sabias palabras. . .
Marcos, la contemplación del bichito a través de tus descripciones es real como la vida misma. Suerte y saludos
A qué sí? Se llama hiperrealismo subjetivista. Gracias Cala.
Me ha gustado mucho tu relato. Suerte, un saludo.
Y a mí me ha gustado que lo leas y lo comentes. Gracias.
Marcos, que divertido y que bien descrito. Es que no se pueden dilatar tanto los planes, pues luego pasa lo que pasa. Con la ilusión que tenía en emprender otros vuelos, lástima acabar estampado.
Me gustó mucho.
Un saludo.
Elena
Gracias Elena, celebro que te haya gustado. Es que a los insectos pequeños les ocurre lo mismo que al resto de insectos que somos más grandes. Nos pasamos la vida haciendo planes e imaginando de todo y nos olvidamos de vivir al día. Vamos, que siempre llega el gran parabrisas en el que terminamos estampados y, al instante, evaporados. Un saludo.
Pues sí que has sabido meterte en la piel del insecto…
Enhorabuena, tu micro es muy bueno.
Rosy
Mira la Tierra desde la Luna. . . Gracias Rosy.
Amén, Ana, Amén.
Marco, yo soy viajante y la cantidad de bichos que he matado por la carretera ni lo imaginas. Buen relato y agradable de leer. Mucha suerte , Sotirios.
Sé los congéneres que había a mi alrededor cuando meditaba sobre la vida antes del amanecer, pero no puedo imaginar lo que hay más allá de nuestra corta vida. Gracias Sotirios.
!Qué bueeeno¡
Ayer conducíamos, por la izquieza, por supuesto ya que bajábamos de Darby hacia Heathrow y discutíamos si lo que habíamos aplastado en el parabrisas era una cereza o insecto; menudo lapo sanguinolento nos dejó calcamonizado; hasta el empleado de EUROPCAR del aeropuerto nos preguntó por la huella.
Un abrazo Marcos. ¡Qué madrugador!
¡Pobre congénere! Parece que su daños fueron mayores, y no tuvo tiempo para la reflexión. Pero a la postre acabó del mismo modo. Maldito windscreen!
No sientas remordimientos. Estoy convencido que se trata de suicidios. Con la buena vida que tienen fuera ¿para qué viajar en coche? En esas largas carreteras estivales en las que crees que el mosquito esta en tus gafas siempre me acuerdo de la mosca amiga de Mafalda «dentro de casa les podriamos dar aspirinas»
Gracias Marcos, nos haces meditar.
Gracias a ti, Ricardo, por tu lectura y comentario.
Mi amiga Itsaso siempre contaba una historia muy bonita. «Iba la mariposita flying por el campo when de repente, ¡zas! ¡ossssstia! contra la window!!» Me gustaba porque aborrezco las mariposas y ella la enfatizaba con saña. Hace algún tiempo que no veo a Itsaso, así que agradezco la oportunidad que me brindas de acordarme de ella y de su historia! Un abrazo mosquitero.
Fíjate para lo que sirven los insectos estampados en un parabrisas. Itsaso, non zaude? Gracias Aurora.
Muy original esa forma de «hablar».
Suerte
Muchas gracias, Anna. Ya sabes, millones de años de evolución!
Salud.
Es lo que tiene ser insecto. Me acordaré de tu micro cuando vaya conduciendo, ufff. Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias. Besos también.
Menos mal que hemos aclarado el entuerto, Ana. !qué difícil es a veces la comunicación! Gracias por tus palabras.
Buen título, relato y lenguaje.
Abrazos.
Muchas gracias, María. Me congratula que te haya gustado. Abrazos al cuadrado.
Las dos o tres semanas que tienen de vida moscas y mosquitos se las pasó ensoñándose el bichito y eso es lo que no puede ser. Carpe diem, que la vida es muuuy corta.
Un abrazo.
Claro que sí Susana, qué más da que seamos moscas u otros insectos algo más pesados. Carpe diem sin tregua. Abrazos.
Muy original y muy lograda la idea de hablar como se supone que lo hará un insecto, sissseando.
Y en esta época de viajes veraniegos, muy actual, ¡cuantos insectos espachurrados en nuestros parabrisas!!!!
Saludos
Gracias Asun. Ayer mismo llevé uno delante de mis ojos que no dejó de transmitirme esas sensaciones hasta que la palmó. Saludos,
Muy original las imágenes que nos transmites, así como el lenguaje distante. Enhorabuena.Gloria