AGO09. DESORIENTACIÓN CROMÁTICA, de Ricardo J. Gómez Tovar
Dicen que si padeces dicromatopsia no puedes distinguir entre amarillo y azul. He leído en una revista médica que es debido a una diferencia en la longitud de onda con la que se captan los colores. Ondas, olas, mar…
Confundir el azul marino con el amarillo chillón, eso es lo que más me preocupa. Hace un mes, al asomarme por la ventana, me pareció ver el cielo amarillo y el sol azul, como si se hubiesen intercambiado los papeles tras un arrebatador empacho cromático. El azul marino del Canal de La Mancha, cuando lo sobrevolé de camino a Bristol hace dos semanas, refulgía de intenso amarillo como un girasol de Van Gogh, mientras que los trigales castellanos que vislumbré ayer desde el tren se me antojaban interminables campos azulados. El traje de comunión de mi sobrino me impresionó por su llamativo color el domingo pasado: una chaqueta amarilla de estilo marinero en la que yo no distinguía el azul marino por ninguna parte. Plátanos azulados, algo amarillo para la novia, nunca te vistas de azul sobre el escenario… Prefiero un cielo nublado a un cielo sereno y, si me apuráis, un cielo amarillo chillón a uno azul marino.
Ricardo, me encanta tu visión de los colores, tengo un amigo daltónico, llamado como tú y me gusta como describe los colores del semáforo, y yo te pregunto ¿eres protanopa, deuteranopa o tritanopa?.
La gente en general olvida que hay personas que no captan los colores en toda su amplitud, yo por ejemplo solo capto el verde sucio.
Un abrazo.
Gracias por tus siempre espléndidos comentarios, Epífisis. Por suerte, no soy daltónico y mi visión de los colores es en technicolor y Vistavisión, pero sí me interesaba tratar de explicar con poesía y humor lo que puede sentir alguien con ceguera para ciertos colores.
Un abrazo.
Ricardo J. Gómez Tovar
Muchísimas gracias, Ana. A mí me ha encandilado tu brillante relato de tonalidades azuladas, al que esta noche dedicaré un comentario.
Saludos
Ricardo J. Gómez Tovar
Si no fuera porque lo sufres, te diría que me he divertido con el humor que destila tu escrito. O sea que para tí la bandera española es roja «y gual dá» que sea azul o amarila.
Consuelate, es más importante el dibujo que el color.
¿Qué tal te llevas ISHIHARA?. Estarás harto de verle ¿no?
Un fuerte abrazo.
Puedes divertirte leyéndolo cuanto gustes, amigo Jesús Alfonso porque, como le he aclarado a Epífisis, afortunadamente no soy daltónico y mi relato es pura especulación sobre el tema.
Siempre sorprendiendo con tu erudición (te confieso que nunca había oído hablar del test de Ishihara). Ah, muy bueno lo de «y gual dá» y la predominancia del dibujo sobre el color.
Otro abrazo.
Ricardo J. Gómez Tovar
Un personaje inteligente, que se amolda a sus circunstancias. Esa es la decisión acertada, convivir cada uno con nuestras peculiaridades. El cielo amarillo, ¿por qué no?
Un abrazo.
Hola, Susana. Gracias por tu filosófica lectura del texto. Sin duda, convivir con nuestras peculiaridades es el camino más seguro hacia una vida más satisfactoria.
Un abrazo
Ricardo J. Gómez Tovar
Cada uno pinta su casa como quiere, así que bien por el azul-amarillo.
Epi, tu color es el verde, seguro, pero el verde picante.Al verde sucio le tienes que poner el azulete de Ana, y no digas palabrotas, que leen menores tanto prota y tanto trita.
Ya en serio Ricardo. Has tenido muy buena desorientación.
Me ha gustado tu juego de colores y no te preocupes, tú no sabes lo bien que queda un plátano azul en un vestido de novia del color que tú quieras y con un ramo de vaya usted a saber como será si es variado.
Y fijate Van Gogh, sus cuadros que colorines y cuanto valen «ahora».
Buen relato. Suerte.
Muchas gracias, Antonia. Esto de jugar con la paleta de colores me había desorientado un poco…
Un abrazo.
Ricardo J. Gómez Tovar
La idea del relato me parece sugerente y atractiva, muy poetica. Quizas, en mi opinion, le resta fuerza ese inicio tan explicativo, pq engulle parte de la magia q presentas luego, se la ofreces ya mascadita al lector. A mi me habria gustado mas q me presentases soles azules y mares amarillos, sin mas, ya me hubiera yo buscado el porque… 😉
En cualquier caso, enhorabuena por el desborde imaginativo.
Suerte.
NACHO RUBIO ARESE
Tienes razón, Nacho, tal vez tenía que haberlo escrito en formato telegrama: Sol azul STOP. Mar amarillo. STOP.
No, en serio, te agradezco tus precisiones. Trataré de contener mi vena didáctica en el futuro.
Saludos
Ricardo J. Gómez Tovar
Hola Ricardo J.
He leído tu pintura impresionista, está llena de sílabas que dan pinceladas de azules ya cansados, dejaban en el agua diluida el amarillo, y sí, se enmarcará ese lienzo para contener esos colores que parecen protestar constantemente.
Me ha gustado el trato dado ese relato, bien confeccionado y coherente, una protesta encubierta de colores.
Lines
Hola, Lines:
Mis desorientados colores te agradecen de corazón las líneas que les has dedicado y que encierran tanta sabiduría cromática.
Un saludo
Ricardo J. Gómez Tovar
¡Surrealismo puro, Ricardo! Muy original.
Un saludo.
¡Gracias, Nicoleta! Deben ser efectos secundarios de mis lecturas de Ionescu. Por cierto, he estado viajando por tu blog y me ha encantado, tanto los poemas como la prosa.
Un saludo.
Ricardo J. Gómez Tovar
Precioso juego de colores en un relato sumamente ameno. Suerte, Ricardo.
Muchas gracias por tu comentario, Amparo. Es un honor ser leído en este blog, donde cada autor pinta la literatura con sus particularísimas tonalidades.
Un saludo.
Ricardo J. Gómez Tovar
Hola Ricardo.
Me gusta porque mi primera idea fue escribir un relato sinestésico sobre «manzanas azules» y no supe escribirlo. Leyendo el tuyo me has enseñado como se puede hacer, me gusta cómo has manejado la sinestesia y la metáfora. Suerte.