AGO104. PROYECTO WALDEN DOS AL GARETE, de Christine Cleret de Langavant (kistila)
¡¡Ya estábamos hartas!!
Padres, profesores, y luego jefes, nos querían todas iguales: uniformizadas, en fila, y, por descontado, sin rechistar…
Como nuestro grupito de bohemias y artistas se entendía bien, soñábamos en independizarnos y vivir juntas. Soñábamos en crear una comunidad estilo Walden Dos…
Un día en el que habíamos acarreado azúcar todo el día y que la fila de obreras exhaustas volvía a los barracones, decidimos aprovechar el anochecer y el relajamiento de los soldados para escabullirnos.
Los primeros días fueron mágicos sobre todo que a nuestro grupo se adjuntaron dos buenos elementos: uno cantaba rancheras y el otro con sus pelos azules erizados tocaba la guitarra eléctrica.
Lo malo es que estos dos cogieron un gran ascendiente sobre ellas y cuando les recordaba el invierno que se acercaba todos se mofaban…
Iba errante y melancólica buscando algo de comida…
Por las noches veía las compañeras en fila que volvían al hogar calentito con comida rica… ¡pero por nada del mundo volvería con ellas!…
Estaba decidida en realizar sola nuestro gran proyecto:
¡¡Criar pulgones!!
Por más que todas, a coro con la cigarra y la oruga, me griten:
“¡¡Vuélvete al hormiguero de una vez!!”…
«El objetivo principal de la comunidad de Walden Dos es que cada miembro sea feliz como un individuo mientras funciona como parte de un colectivo» (Wikipedia)
Me he puesto a investigar un poquito, no tenía ni idea, pero basándote en la novela, veo que has construido un relato consecuente y con humor sobre el problema de vivir en libertad y sol@ o menos libre, pero en grupo., con sus pros y contras.
Suerte y abrazo.
en los años 60 fue, para nosotros adolescentes franceses, un modelo de convivencia…
puede parecer tontería pero si te paras a pensarlo: porque tener cada casa su lavadora, su cocinera, su baby sitter etc?… se pone todo la infraestructura en común y así te liberas para lo que mas te guste…
en mi grupo que era de «bohemios y artistas» se había ya distribuido las ocupaciones: el maestro quería ser el alfarero, el economista jardinero, la filosofa el telar… y así sucesivamente… y para los labores que considerábamos aburridas: turnos (en walden Dos había tickets de colores según las ocupaciones de la colectividad)
Walden Dos es en cierta manera una experiencia hippie…
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Kistila una vez mas aprendemos a través de estos pequeños relatos. Yo no había oido antes hablar de Walden Dos, y veo que además es un relato un poco autobiográfico, lo bueno es verlo desde la perspectiva actual, y ver cómo realmente evolucionó la sociedad después de esos movimientos.
Muy interesante, te felicito.
Saludos
No te acostaras sin saber una cosa más. Muy interesante
Veis como soy una ignorantaaaa??? Yo siempre he creido que el proyecto Walden Dos, que si que lo había oído, se refería a un programa espacial americano. ¿En qué estaría yo pensando? Aunque bueno, visto lo visto a estas alturas, algo de ciencia-ficción si que tenía, no?
«algo de ciencia-ficción» escribe Aurora… todos nuestros sueños no realizados tienen algo de esto… al decir esto es como si les quitaba realidad posible…
no sé de mis compañeros de antaño pero yo sigo pensando que eran sueños realizables es decir: ¡no ciencia-ficción!…
a tal punto que habíamos pensado, mis 5 hijos y yo, volver a coger esta idea primitiva… habíamos encontrado, sobre el año 98, un pueblo abandonado cerca de Potes en Liebana en Cantabria… 9 casas con sus tierras alrededor… un torrente atravesando el pueblo y un bosque limítrofe…
yo conseguí saber, indagando, de quien eran las casas. eran de una misma familia la gran mayoría, pero no hubo manera de ponerles de acuerdo, siempre te mandaban de uno a otro… (por cierto el pueblo sigue abandonado…)
…y mis hijos han ido echándose pareja, es decir que ahora tengo 10 hijos… y algunos de las parejas no tienen la misma visión que nosotros… también les parece que es «ciencia-ficción y pájaros en la cabeza»…
No me mal interpretes, Christine, no creo que la idea sea mala. Lo que quería decir es que a estas alturas de la vida, que lo que manda es el individualismo más individual, es díficil de llevar a cabo. Hay tienes el ejemplo, en tu propia familia…
Si te interesa, hace unos años conocí en un Encuentro de la Aulas de la Experiencia a un señor, un tal René, que compró un pueblo abandonado cerca de Quincoces de Yuso, en Burgos, lo ha rehabilitado y vive con alguno de sus hijos. Entonces estaba interesado en que más gente habitase en el pueblo, así que igual ahí tienes una buena oportunidad. Creo que será fácil localizarle.
hay pueblos semi-abandonados en la provincia de Burgos que son preciosos… con mis hijos nos gustaba mucho hacer expediciones por toda esta zona… averiguare en mis álbumes de fotos si hemos pateado por el pueblo que nombras… me suena…
(por cierto he averiguado en mis álbumes de fotos: este pueblo cántabro de Porcieda fue nuestro «sueño y plan» del año 97)
…pero ahora cada uno de mis hijos tienen su «vida»… y esto es «ley de vida»…
yo soy una «vieja» de 72 años y a mi marido no le gusta nada de nada salir de casa… ¡antes era él que hacia su «vida» sin contar con nosotros!… así que mis hijos y yo lo pasábamos en grande de excursiones durante las vacaciones… …pero ahora me «debo» de acompañarle…
Christine, tu relato me recuerda » les années baba cool» y la canción «San Francisco» de Maxime Leforestier, cantante de tu generación y uno de mis preferidos. » la maison bleu» de la canción ha existido de verdad en San Francisco. Seguro que la conoces; te dejo el enlace para que la escuches.
http://youtu.be/q61cFrsB9Gw
Un beso.
amelie: me case y vine a vivir aquí en España en marzo 63… Maxime Leforestier es mas o menos diez años mas tarde… pero le escuchaba a la radio francesa (tu enlace no funciona)…
Hola Christine. me gusta tu relato, pero yo creo que lo de formar una comuna termina siendo una gran utopía . Al final alguien quiere hacer menos, o lo peor alguien quiere mandar más.
Besos y suerte
pues si patricia: has puesto el dedo en la llaga…
hasta en la mini comunidad que hemos criado mi marido y yo surgieron estos problemas de autoridad y holgazanería…
Por un motivo u otro como la poligamia en los amish, o drogas y pedofilias en otras, las comunas son perseguidas por la sociedad. Es por eso, porque es un reflejo muy condensado de la misma y canta en demasía. Me gusta que la hormiga de tu relato se resista y además tenga un proyecto de vida.
Un abrazo.
Susana:
la libertad sexual y las experiencias con las drogas de los hippies no son mas que desviaciones de ciertos grupos hippies… (la cigarra y oruga de mi cuento «desviando» a jóvenes hormiguitas de sus proyectos primitivos era el tema de otro cuento esbozado)…
a decir verdad podríamos decir que mi grupo de amigos de la Sorbona eran antecesores de los hippies…
nuestra «utopía» era de creer que se podría vivir en unas comunidades (pequeñas por cierto, no los mil de walden dos) adonde lo importante no era lo material… se trataba de un retorno a la naturaleza escampándose de este mundo industrial y consumista…
era creer en una fraternidad adonde cada uno podía desarrollar sus cualidades personales (en nuestro caso la posibilidad de dedicarse a la creación artística )… trabajando lo justo para vivir y no viviendo para trabajar…
Pues me parece más fácil escapar desde dentro aprovechando los confores, como por ejemplo la línea adsl o la electricidad. Es que todo hay que pagarlo, Christine, y con niños lo sabes tú mejor que yo.
¡¡reconozco que la lavadora ha sido mi salvación!!…
pero como hasta el año 86 no tuvimos agua corriente en el pueblo pues tenia una lavadora de estas que cargas de agua con unas cazuelas y luego la vacías con un tubo de desagüe a la huerta… con 9 personas en casa, niños pequeños y criando ganado imagínate el trajín…
Tu relato me parece que esta lleno de frescura, tmabien con sentido de l humor y divertido. No tenemos por que ser iguales, siempre hay diferentes,distintos puntos de vista. cigarras y hormigas etc etc.
Bueno que me gusto mucho
Un beso
Christine, en este blog desde luego se aprende muchas cosas. Me gustó el relato tiene su gracia sin duda. Un fuerte abrazo, Sotirios.
gracias Esther y Sotirios…
me gusta que hayas encontrado frescura y gracia a mi exposición…
las cigarras traen alegría en los grupos pero a la condición de que no se comporten como la cigarra de La Fontaine es decir «holgazanas»…
tampoco las «hormiguitas» que tienen sentido de la responsabilidad tienen de ser necesariamente «aburridas»…
No tenía ni idea de la existencia del Proyecto Walden Dos, pero creo que a partir de tu experiencia has creado una interesante metáfora aprovechando el tema del mes, y muy bien elegida además. A mí el final, más o menos intuido por el desarrollo del relato, me deja un poso más que de tristeza, de amargura por las ilusiones frustadas.
Saludos y suerte a fin de mes.
gracias Rafa por el comentario… las metáforas a menudo explican muchas cosas de la vida sin ser tan hirientes… pero en efecto algo de ilusiones frustradas… pero como soy bastante conformista y optimista…
Me apunto al grupo de ignorantes, que ha tenido que ir a la Wiki, para saber de qué escribías. Bonito intento de interactuar en una sociedad perfecta. Yo creo que este tema se ha intentado muchas veces, desde que el humano es género, pero al final, inevitablemente, hay alguien que la «caga» aplicando el ius utendi fruendi et abutendi. Pero lo que me ha gustado como frase es que Skinner no intenta con esta novela: «acabar con las diferencias sino con la desugualdad».
Kistila, tienes en el Sr. Abascal un muy amable vecino. Pasé un buen rato buscando y encontrando lugares y personas comunes con él.
Hoy disparan el cañón en La Cavada.
Besos.
¿el sr Abascal? perdóname Jesús A… no sé de quien me hablas… si es vecino mio (de la cabaña) les conozco por sus nombres pero apellidos no…
«hay alguien que la «caga»»… pues sí… por desgracia… los estudiantes tienen mucha labia… muchos pájaros en la cabeza… pero a la hora de la verdad… mucha guitarra y poco sentido de la responsabilidad… ¡¡pero que alegría tenia mi guitarrista!!… me conquisto…
no me acuerdo mucho de mi latín pero creo recordar que tu frase tenia algo que ver con el derecho o la posibilidad de disponer de los frutos de la tierra o algo así… no tengo tiempo buscar en google…
Ius… Era la definición del derecho de propiedad, incluso sobre los esclavos, como derecho de usar disfrutar e incluso abusar.
El Sr. Abascal me dijo su nombre pero sólo recurso su apellido. Se identificó como la persona que cuidaba tu finca.
supongo se trate del hijo o nieto (uno de ellos estudia derecho por cierto) de Venancio…
les dejo la finca para que pongan a pacer su ganado…
servicio gratis de un lado y otro: así me limpian la finca y así dan de comer al ganado… no creo que ninguno de nosotros dos se sienta «abusado»…
y así entiendo yo lo que seria la verdadera y buena «convecindad» (no sé si existe este termino por cierto)…
anteriormente dejaba la finca a otro vecino: este si me pagaba un ligero alquiler… pero descuidaba totalmente el terreno que se llenaba de zarzas y cardos…
Escajos, así llamamos allí a los cardos que pinchan las piernas. Será, por la edad que supongo tendría quien habló conmigo, el hijo de Venancio. Lo que haces está bien, desde las «cuotas» de la leche que impuso la Comunidad Europea han desaparecido más de 20.000 explotaciones ganaderas en Cantabria; no obstante el número de vacas es aproximadamente el mismo. El verde, la hierba o yerba y la tierra ya no valen nada. Solo veo campos de maíz en las zonas llanas y más bajas, que si se alquilan por un precio para este menester o prados que se van «echando a monte». Por cierto en un paseo no lejos de donde tu cabaña pastorea el valle de Riotuerto, hace unos años, pocos, nos asaltaron dándonos un susto de infarto, dos rebecos que como flechas salieron de entre los helechos colina abajo. Volvemos a ser «bosque» para lo bueno y lo malo.
Besos.
si aquí se podría poner fotos te pondría las de los rebecos que estaban esta primavera alojados en los hoyos de la finca mía (terreno karstico, tengo 9 hoyos de estos, con zarzas por descontado)… estábamos comiendo en la explanada de arriba y ellos tan tranquilos seguían su vida…
todo el contorno se hace en efecto monte y los ganaderos que quedan están a punto jubilarse… el año pasado los sustos mas grandes que tuve, recogiendo moras para hacer confituras, fueron serpientes… ¡¡y mas de una!!… (por lo visto les tiraron con helicópteros… ¿has oído hablar de ello?…)
como no sé si has leído el mensaje que te puse en tu relato vuelvo a ponértelo en este mio…
(como no apareces endonde «miembros» no te puedo poner un mensaje personal…)
quería darte las gracias por lo que has dado para mi al señor Abascal (por cierto se llama Venancio como el padre)…
a ver si en otra ocasión coincidimos… y te pueda dar un bote de confitura de naranja que hago yo… (en casa y en la tienda tengo muchos cítricos: naranjos, limoneros, pomelos, mandarinas…)
sino hasta el día 28 en Bilbao…
abrazos: christine-kistila
Kistila, que bueno!!! no te había visto. Bueno espero sin falta verte en Bilbao.
El relato, ni idea de qué era el Walden, ya he aprendido algo hoy. Me gustan dos cosas: ese inconformismo de ser una hormiga más sin identidad, y la segunda, el darse cuenta de los problemas también de vivir al margen de lo establecido. Abrazo y nos vemos pronto!!!
gracias Mel… sí: el inconformismo tiene sus pegas…
cierto que la comunidad de abejas padece de lo mismos problemas que las de las hormigas punto de vista de las «clases sociales», pero les veo tan creadoras de la rica miel y hacen un trabajo tan bonito de polinizar, que me parecen menos «esclavas» que las hormigas…
no pensaba que lo de Walden Dos seria tan desconocido… ¡con lo fácil, y suficiente, que habría sido poner: «proyecto de crear una comunidad al garete»…!