AGO105. PIRATAS SEPTUAGENARIOS, de Paloma Hidalgo Díez
Se acerca presuroso a recoger del suelo la lágrima cristalizada que el libro que está leyendo acaba de liberar. Tras acomodarse las gafas, la observa al trasluz y sonríe al ver el océano en miniatura que se esconde en su interior. Con mimo, la guarda con las otras que ya ha recogido, en la caja de zapatos que esconde en el altillo del armario. Y sonríe satisfecho. Ya huele a mar cuando quita su tapa, ya se encrespan pequeñas olas de espuma blanca sobre su superficie azul, ya hay bucaneros sobre sus aguas.
Su nieta tenía razón. En los libros, entre mares de letras, se encuentran también tesoros para piratas septuagenarios con achaques de memoria.
Entonces, los libros no huelen solo a papel y tinta. A partir de ahora y hasta ser setuagenario, que no me queda mucho si Dios quiere, trataré de buscar y guardar las lágrimas de cristal que caen de los libros en las que se concentran las letras en imágenes.
Bonito relato.
Bonito relato Paloma, desde él nos llega el olor a mar.
Suerte.
Suerte para ese pirata, Paloma. Se lo merece 🙂
Un besote.
Me pido esa caja.Es uno de los mares mas pequeños y bonitos que he visto nunca.
Muchas felicidades.
Precioso relato, Paloma!!
Muy bellas, cuidadas y delicadas imágenes, me ha encantado lo de «se acomoda las gafas», me sugiere tanta tranquilidad y sosiego… Y tantas otras…
Una delicia!!!
Mucha suerte
Un abrazo
Marta
El día que inventen la caja de zapatos, todos nosotros tendremos la esperanza de poder recoger nuestros recuerdos.
Muy bonito Paloma o Josefa o Maribel o …
Un beso
Una belleza. Navegar por los libros, siempre es una aventura.
Me gustó mucho este azul de mar en letras de imprenta.
Abrazos flojitos por la calor.
Un tierno relato en el cual el abuelo aprende de la nieta los secretos de los libros. Me gusta como describes la lágrima de mar y las visiones de la caja de zapatos.
Una narración tierna, conmovedora y muy bien plasmada. Enhorabuena.
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Un minicuento enorme, creo que te lo he comentado más veces. Logras con un armario, con una caja de zapatos, algo tan cotidiano, crear un cuento muy grande, real, cercano, tierno, ¿qué añado? Felicidades, Paloma, te sigo. Y aprendo de tu estilo, me encanta.
Un abrazo.
Vuestros comentarios son un lujo, un placer y un acicate para seguir escribiendo mis historias. Regresar de vacaciones y encontrarme con ellos es la mejor manera de «arrancar». Sois encantadores todos: Ana U, Jesús Alfonso, Yahira, MJ, Antonia, Marta, Epífisis( Alejandro, creo), Lola, Ximens, Ana Fúster y Susana.
Ah! intentaré leer todos los relatos que me sea posible, pero disculpadme esta vez si no soy capaz de conseguir el pleno. 🙂
Paloma, precioso relato el tuyo de ternura y realismo mágico. Una perla que da gusto leer y comprobar que después de mucho tiempo sin disfrutar de tus letras, están permanecen en un grado alto, como siempre.
¡Mucha suerte en el concurso!
Un abrazo grande.
Un relato tierno y lleno de hermosas imágenes. Me encanta esa caja de zapatos.
¡Suerte!
Besitos
Gracias Nicolás, si señor, ya estoy otra vez aquí. Gracias por tus palabras. Un beso.
Un relato bonito, Paloma. Me gusta este abuelito-pirata que vuelve a descubrir la magia de los libros y de los juguetes.
¡Felicidades!
Paloma, cómo puedes escribir un cuento con inicio, desarrollo, y desenlace con tan pocas palabras, es impresionante. Con nuestra imaginación podemos hacer lo que queremos, viajar, ser príncipes, héroes, etc. Gracias por deleitarnos con tus preciosos cuentos.
Un fuerte abrazo maestra, Sotirios.
Hermoso relato, Paloma. Piratas septuagenarios, olor a mar…delicioso, poético, sencillo. Grande. Un beso.
Esa lagrima, junto con las demás, es muy sugerente. Suerte Paloma.
Elysa, a mí me gustan tus comentarios, mucho.
Un abrazo
Nicoleta gracias por leerlo y mucho más por comentarlo.
🙂
Gracias a ti Sotirios. Tienes toda la razón, la imaginación nos permite ser la mejor versión de nosotros mismos.
Un abrazo
Mª Carmen, me abrumas, pero debo reconocer que a mi alma de escritora le encanta.
Un abrazo
Calamanda gracias por tus deseos, en este concurso, con la calidad que hay, es cierto que no está de más tener suerte…
Saludos
Preciosa narración evocadora de las buenas vivencias que nos traen los libros. Esa lágrima que resbala y cristaliza, junto a esas otras, servirían para hacer un collar ¡de vida!.
Enhorabuena Paloma por este azul …intenso.
Besos calurosos desde un mar azul.
Qué bonita y tierna historia condensada en una lágrima.
Felicidades y suerte.
Qué bonito Laura, jo, me gusta mucho tu comentario. Muchas gracias.
Besos
Paloma, te ha quedado un relato muy hermoso. Me ha gustado la idea de una caja de zapatos que esconde un mar de recuerdos en su interior. Lo has descrito muy bien, tanto que hasta aqui me llego el olor a mar.
Enhorabuena y suerte en el concurso.
Gracias José Ángel, se lo diré al abuelo para que se ponga contento. Le va a encantar, seguro.
Saludos
Paloma Hidalgo
Hola:
es un cuento muy imaginativo. La gota que se escapa del libro y que la guarda en una caja de zapatos… bastante precioso.
Un saludo,
Anais
Precioso, tu relato es tierno y conmueve.
Un beso Paloma
Todos deberíamos tener una caja de zapatos semejante. Muy poético y hermoso.
Mucha suerte
Las cajas de zapatos pueden servir también para albergar tesoros, al menos eso me enseñaron cuando era pequeña… Quizás se la niña que vive aún en mi la que me lo ha recordado.
Gracias Anais, un saludo.
Inés, me alegro de que te haya gustado. Y seguro que la nieta y el abuelo lo hacen taambién, es más, me parecer verles sonreír…
Otro para ti.
Elena, estoy contigo, la memoria se vuelve frágil y una caja llena de todo lo bueno que hemos encontrado en los libros, podría ayudarnos a no olvidar.
Me va a hacer falta, así que muchas gracias Elena.