Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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AGO135. CUESTIÓN DE IMAGEN, de Belén Molina Moreno

He albergado a familias, a amigos, a amantes.  Unos me han entendido y otros me han despreciado.  Con unos, mis velas blancas se henchían de viento, surcando el azul del mar, como la blanca cabellera de estrellas de Berenice resplandece en el azul marino del cielo todas las noches y con otros se movían sin unidad ninguna, confundiéndose con los mástiles, como la piel de un perro mojado, como las guedejas de la medusa.
Soy Omega y después de muchas horas de navegación, estoy en tierra, sometido a tratamiento cosmético marino para blanquear la piel de mi casco y peinar la lona de mis velas. A mi lado  está reluciente, espléndido como un gato feliz,  el catamarán favorito de la escuela del puerto que, a pesar de su juventud, ya sabe lo que a mí me ha llevado tantos años descubrir;  le gusta tener este aspecto porque el agua del mar es transparente, por eso  le gusta tener la piel de su casco brillante y la lona de sus velas resplandeciente.

(Concursa CAN)

11 Responses

  1. «como la blanca cabellera de estrellas de Berenice»
    y
    «como la piel de un perro mojado, como las guedejas de la medusa» demuestran que tienes un fondo poético.

    Buen velero el «Omega», nada que envidiar a ese catamarán imberbe.
    Saludos.

    1. Anonymous

      Gracias Antonia. Yo creo que todo lo que nos rodea puede ser poesía si sabemos mirarlo. Y los veleros, cualquiera que sea «navegón» es una delicia.

      Saludos,
      Belén

  2. Te he googleado, tweteado y facebookeado (palabros que deberían ser incluidas en este año en el DRAE).
    El caso es que me ha encantado tu cuento, porque es difícil hacer algo bonito e inteligente teniendo que hablar necesariamente de barcos en concreto.
    Suerte, Belén.

    1. Anonymous

      Hola Arturo:

      Tú has intuido que me encantan los barcos y los veleros, en concreto, me fascinan… no como las redes sociales.

      Gracias de verdad por tu comentario,
      Belén

  3. Rosa Molina

    Belén, tú sí que sabes: de mar, de barcos, de vivir aventuras…. y sobre todo de escribir. Excepcional manera de contar tu historia. ¿Puedo subir, puedo viajar yo también? Dan ganas de partir. Suerte. Mil besos.

  4. FELICIDADES, Omega! Tiene encanto la lectura de este cuento, has resuelto muy bien la dificultad de la propuesta. Caray, yo sé menos de barcos que de chino mandarín! Se nota que tú eres una sirena enamorada del mar.

  5. Y yo, Belén, que he navegado contigo, y he visto en ti siempre las velas hinchadas de positivismo y tesón, de lucha y optimismo, me abarloo ahora a tu casco fuerte y poderoso para que, con estos versos escritos en prosa, mezas una vez más mi alma débil y caprichosa que no ve nada más que olas en su rumbo, para que la fuerza de tus mástiles me arranquen, una vez más, un sentimiento profundo de optimismo y me recuerden lo infame de mis infundadas desdichas.
    Las estrellas fugaces como tú no necesitan deseo, solo pasan cuando uno más las necesita y con su reflejo, resuelven en mi dudas, me zarandean la mente y despiertan mis sentidos, en definitiva, desenrocan mi ancla de las entrañas del desanimo, para ponerme rumbo de nuevo a la vida.
    Gracias amiga
    Ismael

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