AGO137. AZUL ESPERANZA, de Carolina García
Un bosque tupido e inmenso puede resultar siniestro. Pero indiscutiblemente será espeluznante, si lo sumergimos en la oscuridad de una noche sin luna.
Éste lo es…
El viento arrastra gritos desgarradores que rasguñan las cortezas de los árboles, buscando paz en alguna garganta vagabunda. Los escasos y sinuosos caminos llevan hacia la puerta derruida de una aislada cabaña, donde los espectros de los aventureros caídos empañan las ventanas con sus miradas perdidas.
El horizonte se agazapa tras la negrura impenetrable, dejando que todo flote o se hunda a su antojo. El follaje desprotegido llora lamentos secos que embrujan el ambiente, suplicando un amanecer precoz de rayos extensos y tibios.
La desolación es insostenible para la tierra desnuda, que surca su piel para abrir tumbas y decantar voces, miradas y caricias perdidas a metros de profundidad.
La noche parece eterna bajo el cielo calcinado, que derramó su tinta sobre todo lo que no veo. O no distingo, pero está.
Sólo la gravedad y el tacto me mantienen firme a los pies de este gran roble, mientras le imploramos juntos al dios de la claridad.
El firmamento está adquiriendo un esperanzador tono azul marino. O eso creo…
Carolina, me gusta mucho tu relato, está lleno de descripciones muy buenas.
Enhorabuena de deseo mucha suerte, Sotirios.
Hola Sotirios. A mí me gusta mucho más tu comentario, te lo aseguro. Gracias por tus deseos.
Un abrazo y suerte para vos también.
De acuerdo con Soti. Describes muy bien el temor a la oscuridad, valiéndote de descripciones de naturaleza y de elementos.La imaginación es «la loca de la casa» de santa Teresa que crea en nuestra mente dibujos negativos de lo que tan solo son cosas normales y ordinarias.
Buenas metáforas y rico vocabulario.
Suerte.
Antonia, muchas gracias por comentar. Éste no es uno de los relatos que más me gusta, y sin embargo me resulta bastante especial… es algo que no entiendo.
Yo también creo que la oscuridad despierta temores que nos superan. Y, quizás, no merece tanta atención.
Me alegra que te gusten las metáforas, es algo que estoy ejercitando con mayor frecuencia. Al parecer, está resultando 😉
Un cálido abrazo, y otro gracias enorme. Suerte.
Carolina tu bosque es muy espectacular. Suerte.
Así es Calamanda, es aterradoramente especial.
No quisiera estar yo aferrada a ese árbol escapándole a la nada.
Gracias por comentar, es muy lindo sentarse a responder.
Suerte.