AGO139. CRIPSIS, de David Rubio Sánchez
Ya se lo decía a mi padre cuando, de niño, me preguntaba por qué ahogaba a las hormigas en el barreño: “Porque están por todas partes, ¿es que no lo ves?”.
“No pasa nada, mi vida”, me consolaba mi madre cuando acudía a mi cama, alertada por mis llantos de madrugada. “¡Quítamelos!”, le rogaba.
Día tras día, cucarachas, moscas y demás insectos se agolpaban en las paredes de mi casa. Cuando las cubrieron por entero, ocuparon la calle. Era imposible caminar sin escuchar, a cada paso, ese irritante crujido al pisarlos.
Pero nadie hacía nada.
No comprendí por qué hasta el día en el que vi chinches recorriendo la cara de mis padres; en hileras que nacían de sus fosas nasales y llegaban hasta sus oídos. Eso mismo observé, tiempo después, en las cabezas de los vecinos de mi calle. Hoy he visto abejorros en el rostro de las personas que salen en televisión.
Al final lo han conseguido. Esos bichos lo controlan todo. Menos a mí: ya no les tengo miedo.
Ignoro cómo lo haré pero los sacaré de cada ser humano. Aunque sé que no bastará con un barreño de agua para acabar con ellos.
Muy valiente ese niño David, él solo se lanza a la salvación del planeta. Espero que lo consiga y que los insectos no se instauren en cada uno de nosotros.
Inquietante tu relato. Suerte.
No sé si se trata de un un relato apocalíptico o las reflexiones de un perturbado. Lo que sí sé es que el colega da algo de miedo, bueno, mucho. Espero que no conozca la historia de Noé.
Saludos y suerte a fin de mes.
Gracias por vuestra lectura. La verdad es que he querido un texto bastante abierto a la interpretación de cada lector y por vuestros comentarios han salido ya tres. Un abrazo
Hola David,
me gustó el resultado de las pesadillas trasladadas a la vida real se hacen alucinaciones, obsesiones y miedos de todos.
Enhorabuena y suerte
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Hola David, no sabía que estabas por aquí y acabo de descubrirte, me alegra. En relación a tu relato diría que es inquietante y ese afan del protagonista por querer salvarnos de los insectos es muy propio de un niño, sobre todo si la solución es ahorgarlos en un barreño.
Un abrazo y seguiremos en la lucha con la palabras para formar historias.
Puri
Hola Puri. El micro, en el fondo, trata del miedo a lo que no puedes controlar, a lo que no entiendes, a la soledad cuando no te identificas con el grupo… Lo puedes interpretar como un niño o como un perturbado. Un abrazo muy grande